La carrera de mi vida: Damon Hill en el GP de Japón de 1994

Carrera: Gran Premio de Japón de 1994, Suzuka

Monoplaza: Williams-Renault FW16B

Hay muchas carreras emocionantes que vives en una trayectoria dentro del automovilismo, pero hay muy pocas que tengan para mí el mismo significado que Suzuka 1994.

Con la muerte de Roland Ratzenberger y Ayrton Senna, 1994 fue un año muy estresante y dramático. Todo parecía tener mucho más importancia de lo normal. Para permanecer en la lucha por el campeonato tenía que ganar. Había una gran expectación por parte de Michael Schumacher y Benetton quienes esperaban conseguirlo (el campeonato) en Japón”.

La mayoría de la gente pensó que la lucha terminaría allí. En la fecha anterior en Jerez habíamos tenido una carrera absolutamente horrible, un desastre con el combustible y fuimos derrotados, por lo que todos estaban un poco deprimidos.

Michael Schumacher, Benetton B194 Ford leads the field

Photo by: Sutton Images

Michael Schumacher , Benetton B194 leads Damon Hill, Williams FW16

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El Gran Premio de Japón comenzó con un aguacero torrencial y nunca olvidaré la primera curva. Todo se iluminó gracias a los flashes de las tribunas. La primera curva siempre es emocionante, pero esas luces en la pista amplificaron esa sensación.

Nos fuimos y Michael estaba delante de mí. Yo solo tenía que aferrarme a su caja de cambios, y tenía una muy buena vista de su estilo de conducción en mojado. Los dos estábamos conduciendo a un nivel muy alto y era increíblemente difícil. El nivel de concentración necesario en esas condiciones exige mucho. ¡Amo conducir en mojado, aunque eso me aterrorice!

Cuando lo haces pones a prueba todos tus instintos. Es la experiencia más agradable y satisfactoria. No me puedo imaginar hacerlo ahora, ¡es increíblemente de otro mundo!

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Damon Hill, Williams FW16

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Damon Hill, Williams FW16 celebrates his victory

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Fue una carrera que dividiría en dos partes. Lideré la segunda mitad y pasamos a dos extremos diferentes: primero de yo viendo lo que podía hacer a él estando detrás de mí y cerrándome la distancia. En la última vuelta tuve que extraer todo de los bordillos para mantener la ventaja.

Fue una carrera realmente importante porque fue muy difícil. Michael era una incógnita entonces, pero el talento excepcional que tenía era claro en esa carrera. Vencerlo en una pelea directa fue realmente satisfactorio. Estaba realmente contento de detener la decadencia y hacer que la pelea por el título se estirara hasta Australia. Sentí que en esa carrera me había justificado como piloto para el mundo exterior y para mí mismo.

Tuve que ir mucho más allá de lo que antes creía que era capaz. Desde ese momento ya no hubo vuelta atrás. Australia fue como una segunda parte de Japón y la carrera continuó.

Entrevista realizada por Ben Anderson, publicada primero en Autosport magazine, 7 Octubre 2010