'Wimbledon vs. Silverstone' por Diego Mejía

Este domingo Silverstone no se quedó corto en el entretenimiento ante una inolvidable final en Wimbledon, aunque para los británicos lo que realmente se ha llevado los titulares y las portadas ha sido el título mundial de cricket, cuya final ganó Inglaterra contra Nueva Zelanda en Londres, en paralelo con el Djokovic versus Federer.

En medio de ambos eventos, en el templo británico de la velocidad, se ha disputado una de las mejores carreras aquí en muchos años, pues hubo acción desde la primera hasta la última vuelta, sobre la nueva superficie que se acabó de instalar unos pocos días antes de la décima prueba de la temporada, en la edición 70 de un Gran Premio que traía como favoritos a Mercedes y Lewis Hamilton.

El Safety Car que apareció en pista en la vuelta 20 tras el despiste de Antonio Giovinazzi, acabó por favorecer al británico, quien en ese momento lideraba la carrera y estaba por cumplir con su detención en boxes. Hamilton pudo cambiar al compuesto duro y con el beneficio de una menor pérdida de tiempo al tener que reducir la velocidad sus rivales, logró cambiar de neumáticos y mantener la punta.

 

Que Hamilton tuvo suerte no está en duda, pero buena parte del crédito por la victoria lo tiene el actual campeón, quien aunque no pudo dar cuenta de Valtteri Bottas en el entretenido duelo que sostuvieron en la primera parte de la carrera, lo doblegó con estrategia y velocidad.

Antes de afrontar la carrera ninguno de los pilotos de punta había probado el compuesto duro que acabaría por entrar en juego el domingo. El nuevo asfalto de Silverstone, sin embargo, hacía incierto que la estrategia de una sola parada en boxes fuera posible, pues el desgaste de los neumáticos en las pruebas del viernes había sido notable en los compuestos blando y medio, más para unos que para otros.

Peter Bonnington sugirió a Hamilton si quería ir al neumático duro justo antes de detenerse, apuntando que no parecía haber diferencia en rendimiento con el medio, pues Pierre Gasly ya lo había montado y tenían su lectura en la pantalla de cronometraje. Hamilton no dudó en aceptar la sugerencia inmediatamente.

No solo acertó Hamilton la decisión, sino que además fue capaz de administrar el compuesto lo suficiente para marcar el nuevo record de pista en la última vuelta, con neumáticos duros de 30 vueltas.  No sin una discusión antes en torno a si parar de nuevo o no.

Peter Bonnington: “Ok, Lewis, box box,”

Lewis Hamilton: “¿Estas seguro?”

PB: “Copiado Lewis. Tenemos  un pitstop gratis. Valtteri también tiene que parar.”

Luego hubo una discusión en la que ambos hablaban simultáneamente y difícilmente se podía entender qué decía uno u otro. Pero Hamilton lo sentenció con una frase.

LH: “Quiero continuar!”

PB: “Box Box”

Poco después Bonnington aceptó la dirección de Hamilton y asintió por radio al deseo de su piloto. Y la vuelta rápida fue todo del piloto también, no hubo orden desde el box de ajustar mapas de motor o hacer nada

Esto deja en perspectiva el que la fortuna le haya sonreído, pues al final supo maximizar la oportunidad que, en forma inusual, dio Mercedes a sus pilotos este fin de semana, de optar por estrategias diferentes, algo de aplaudir pues es en favor del espectáculo, de tener más lucha entre sus dos autos, aunque enmarcados dentro de la superioridad que recuperaron este fin de semana.

 

Pero tal vez los mejores momentos de la carrera los dejaron nuevamente Charles Leclerc y Max Verstappen, en especial el ferrarista, quien tras la no sanción a Verstappen tras su polémico duelo en Austria, mostró su lado más agresivo y nos dejó ver una faceta suya que hasta ahora no había revelado en la Fórmula 1.

Su defensa ante Max Verstappen fue al límite, agresiva, sin ceder en lo absoluto incluso cuando pareció haber perdido ya la posición con el de Red Bull. Leclerc dijo que ha sido la carrera que más ha disfrutado desde su debut, Verstappen también lo disfrutó, en las tribunas de Silverstone ambos tuvieron eco.

Que hubiese incluso contacto entre ambos y que los comisarios dejaran fluir el espectáculo, confirma que Michael Masi, el director de carrera de la Fórmula 1, está teniendo un criterio más amplio en el juzgamiento con el precedente de Austria, probablemente con el guiño desde arriba de Charlie Whiting, nuevamente recordado este fin de semana por toda la comunidad de la Fórmula 1. El trabajo que está haciendo Masi en ese sentido, es la mejor forma de homenajearlo.

El contraste en Ferrari se ha dado con un Sebastian Vettel quien ha cometido un costoso error, que como el gran campeón que es, supo reconocer al terminar la carrera. Si que es cierto que Verstappen nuevamente juega en el límite con ligeros movimientos que hacen difícil para quien sigue descifrar hacia donde se va a mover realmente, como con Daniel Ricciardo en Bakú el año pasado, pero eso no excusa a quien está detrás de no conseguir evitar embestir al rival.

 

Vettel tuvo la oportunidad de pelear por el podio, incluso de acabar por delante de Leclerc sin haber sido mejor que él a lo largo del fin de semana. Igual que Hamilton, aprovechó el Safety Car para para parar en boxes y colocarse en una estrategia de una parada, contrario a lo que ocurrió con Leclerc, a quien el equipo pudo haber llamado, pero decidió no hacerlo.

Nuevamente son cuestionables las estrategias de Ferrari, en especial con Leclerc, esto además de que en boxes volvieron a fallar, pues se demoraron con la delantera izquierda lo suficiente para perder la posición con Verstappen en la primera parada, algo que Leclerc supo recuperar cuando Verstappen se equivocó saliendo de pits en la curva cuatro.

Mattia Binotto explicó que el muro de pits de Red Bull le dió la instrucción a Verstappen de hacer lo opuesto  a Leclerc durante el Safety Car, “Box opposite” le dijo Gianpiero Lambiase exactamente, es decir, si paraba él, ellos no, si no paraba, ellos si. En ese momento ambos estaban obligados a cambiar del compuesto medio al duro, pero era temprano en la carrera para estar seguros de que llegarían con ellos al final, como lo fue para todos, nuevamente debido al nuevo asfalto y al desconocimiento del desgaste esperado del compuesto C1 de Pirelli.

La parada en boxes de Leclerc una vuelta después de Verstappen durante el Safety Car evidenció que tal vez lo correcto habría sido parar en la vuelta anterior, aunque el equipo tuviese más razones para no hacerlo que para hacerlo. Es allí donde se nota que ahora mismo, como equipo, Red Bull está un paso por encima de Ferrari. Por eso en alguna medida ya consiguieron una victoria y los de Maranello siguen en blanco a esta altura del año.

Hubo público para lleno completo en tres grandes eventos, el mismo día, en el mismo país, a kilómetros de distancia, uno al norte, dos en Londres. En Silverstone pudimos ver ambas finales después de la bandera a cuadros y los periodistas británicos y el público local que se quedó hasta horas después de la carrera para ver el cricket en las pantallas, tuvieron doble celebración. En realidad para la Fórmula Uno lo fue de cualquier forma con la gran carrera que se corrió.

Hockenheim, donde el año pasado Ferrari tuvo el mejor auto, pero donde inició la mala racha de Sebastian Vettel, perdiendo la carrera y el liderato del mundial, será exactamente el Ecuador de la temporada 2019, en un año que de momento marca siete de diez victorias posibles para Lewis Hamilton, cifra más diciente que su total de puntos respecto a su único rival a la vista por el título, su compañero de equipo.