Aleix Espargaró: “Sé que tengo que mejorar en mojado, pero la electrónica está lejos”

Este domingo, en Malasia, el español volvió a sufrir la falta de experiencia de los técnicos de la marca de Hamamatsu, que están muy finos a la hora de calibrar la centralita cuando el asfalto está seco y tiene adherencia, pero que no terminan de dar con la tecla adecuada cuando caen cuatro gotas.

Al igual que le ocurrió a Maverick Viñales, su compañero, que fue el sexto, Espargaró también las pasó canutas en Sepang, donde arrancó el séptimo y terminó el 13º, a más de 36 segundos del ganador (Andrea Dovizioso) y a 14 de Viñales.

En su caso, optar por el neumático trasero más blando le pasó factura a las pocas vueltas de comenzar, cuando el asfalto se fue secando, y eso, unido a los habituales dolores de cabeza que genera la centralita de la GSX-RR bajo el agua, le colocó en una situación de lo más incómoda.

“Sabemos que no soy competitivo en mojado y que necesito mejorar, pero también hay que decir que la electrónica de nuestra moto está muy lejos de su rendimiento en seco”, conviene el mayor de los hermanos de Granollers (Barcelona), que en Cheste tratará de despedirse de Suzuki de la mejor manera posible: “Espero que en Valencia pueda terminar mis dos años en Suzuki con la pista seca”.

¿El décimo ganador?

Si Andrea Dovizioso hizo historia el domingo al convertirse en el noveno ganador distinto de la temporada en la categoría de las motos pesadas, Espargaró es, según varios de sus compañeros de pista, el mejor posicionado para cerrar en menos de dos semanas el que ya es un curso completamente atípico. “Si tenemos un décimo ganador Aleix es uno de los que mejor lo tiene porque la Suzuki va muy bien”, convino Dovizioso. “Sí, estaría bien, pero la verdad es que no, yo prefiero que sea yo el que gane en Valencia”, bromeaba Marc Márquez.