Cuando los equipos hicieron trampa con el peso mínimo
Recordamos los intentos de los equipos de Fórmula 1 de burlar el reglamento en cuanto al peso mínimo permitido en los monoplazas.
Foto de: David Phipps
En 1982, los motores turboalimentados habían empezado a agitar la Fórmula 1 y los equipos que seguían con aspiración natural –la mayoría de los cuales dependían del mejorable Cosworth DFV– disfrutaban de menos potencia.
En respuesta a ese déficit, los equipos con DFV que estaban unidos a la FOCA –el grupo de constructores liderados por Bernie Ecclestone– decidieron que necesitaban compensar su desventaja de potencia quitando peso a sus coches.
Los equipos con motores turboalimentados, Ferrari y Renault, habían podido reducir el peso de sus monoplazas al mínimo de 580 kg, dejando a los de la FOCA ante un dilema.
La respuesta fue usar 'frenos refrigerados por agua', una solución que en realidad tenía poco que ver con refrigerar los frenos y mucho más con perder peso en el transcurso de la carrera.
El sistema de lastre con agua del Williams FW08 1982
Photo by: Giorgio Piola
Los equipos instalaron grandes tanques de agua dentro de los pontones laterales de sus coches, y los llenarían al inicio de la carrera para alcanzar el peso mínimo de 580 kg. Tras las primeras vueltas, el gua se evaporaría para dar a los monoplazas una gran ventaja de peso sobre los turbo.
Eso les permitía técnicamente tener poco peso durante la carrera, pero, dado que a los equipos se les permitía reponer 'líquidos refrigerantes' después de la bandera a cuadros, antes de pasar el chequeo de la FISA (ahora FIA), nunca se descubriría su ilegalidad...
Fue una interpretación inteligente del reglamento, pero una trampa obvia que la FISA intentó eliminar rápidamente.
Después de la segunda ronda del campeonato en Brasil, bajo la creciente presión de los equipos turboalimentados, el asunto se resolvió cuando el 'ganador' de la carrera, Nelson Piquet (Brabham), y el segundo, Keke Rosberg (Williams), fueron descalificados tras la protestar formal de otros equipos.
Ellos se llevaron la peor parte del castigo del organismo rector, la FISA, y otros equipos que también llevaban sistemas ilegales de refrigeración de frenos quedaron impunes. Como John Watson terminó "solo" cuarto con su McLaren con motor DFV, su coche no recibió protesta ni fue investigado, por lo que pasó a ser segundo detrás del Renault de Alain Prost.
La saga tuvo connotaciones políticas y la mayoría de los equipos no turboalimentados decidieron no disputar la siguiente cita, el Gran Premio de San Marino.
Mientras tanto, la FISA también había cerrado la laguna en el reglamento, ya que los coches iban a ser pesados después de la carrera en la misma condición en la que habían terminado. Tyrrell, el último equipo en usar un motor de aspiración natural antes de que la F1 fuera 100% turbo en 1986, intentó un truco similar en 1984.
Martin Brundle, Tyrrell 012
Photo by: Sutton Images
Esta vez usó un sistema de inyección de agua, por el cual roció una neblina de agua sobre las trompetas de admisión en un intento de mejorar la potencia de salida.
Aunque el sistema en sí era legal, Tyrrell utilizó las paradas en boxes para llenar el tanque de reserva a alta presión con una mezcla de agua y plomo, para aumentar significativamente el peso del monoplaza.
Al equipo lo descubrieron cuando la presión a la que se disparó la mezcla de agua/plomo en el tanque adicional del coche 012 hizo que algunos perdigones de plomo salieran disparados hacia los boxes de sus rivales.
Aunque Tyrrell había usado lastre ilegal, el organismo no creó mucho revuelo y tomó muestras del contenido del agua.
Las muestras revelaron que el líquido contenía compuestos aromáticos (como el tolueno, comúnmente utilizado para elevar el nivel de octano en el combustible) y consideraron que podría aumentar el rendimiento, ya que constituiría una fuente de combustible auxiliar.
Stefan Johansson, Tyrrell 012, en el pitlane
Por ello, se podía acusar a Tyrrell desde varios frentes: introducir combustible adicional durante una parada en boxes (que estaba prohibido); el uso de líneas adicionales de combustible, ilegal; y el lastre "móvil", también ilegal.
Tyrrell fue excluido de las últimas tres carreras de la temporada y todos sus resultados de 1984 fueron suspendidos. La F1 tuvo que esperar más de dos décadas para otro gran caso polémico de alteración de peso, cuando en 2005 el equipo que derivó de Tyrrell, BAR, estuvo en el ojo del huracán.
BAR había disfrutado de un exitoso 2004, ocupando el segundo lugar en el campeonato de constructores, y su coche 007 para 2005 estaba equipado con un tanque secundario que transportaba 6 kg de combustible.
Cuando los delegados técnicos de la FIA descubrieron eso después de que Jenson Button y Takuma Sato terminaran tercero y quinto respectivamente en el Gran Premio de San Marino, BAR argumentó sin éxito que los 6 kg eran el mínimo requerido para que el motor funcionara.
No convencieron a la FIA, que mantuvo que el equipo estaba usando voluntariamente el combustible como lastre. Descalificó a los BAR de la carrera de Imola y sancionó al equipo sin disputar las dos siguientes carreras.
Jo Bauer, Delegado Técnico de la FIA, revisa el BAR Honda 007 de Jenson Button en la parrilla
Photo by: Sutton Images
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