¿Qué motos tendrá el equipo de Rossi en MotoGP?

A día de hoy no hay nada seguro, solo que la formación italiana contará con un gran patrocinador y que ha sido éste quien ha confirmado que el VR46 estará en la parrilla de salida del Mundial de MotoGP de 2022 como equipo privado.

VR46 se quedará con las actuales plazas del equipo Esponsorama Avintia, que desaparecerá de la clase reina y que en los últimos años ha competido con material de Ducati, estrechando la relación hasta convertirse, el pasado año, en formación satélite de la fábrica de Borgo Panigale.

En un acuerdo a tres bandas, este año el equipo de Raúl Romero compite con una moto pintada de Avintia en manos de Enea Bastianini, que tiene contrato directo con Ducati, y otra con los colores del VR46, que pilota Luca Marini, cuyo sueldo paga la academia de su hermano Valentino Rossi y que es el germen de la futura estructura patrocinada por Aramco, empresa propiedad del holding saudí Tanal Entertainment Sport & Media.

A la espera de que se anuncie, Aramco Racing Team VR46 firmará un contrato con MotoGP para el periodo 2022-2026, igual que el resto de equipos satélite y los fabricantes de la clase reina. A partir de ahí, serán Valentino Rossi y su personal los que gestionen por completo la nueva formación, y la primera misión, y más importante, es conseguir que un constructor les suministre las motos.

A día de hoy las posibilidades más factibles que están encima de la mesa son las de seguir con Ducati, aprovechar las relaciones contractuales de Valentino con Yamaha o, que es la que prefiere Rossi, convencer a Suzuki de que ponga dos motos más sobre el tablero y, claro, se las entregue a su nueva estructura.

Las condiciones de Ducati

El fabricante italiano admitió a Motorsport.com recientemente que quiere mantener seis motos en la parrilla de 2022, como ha hecho en los últimos años. Además de las dos de fábrica y las de Pramac, Ducati podría suministrar dos prototipos full factory en 2022 al nuevo equipo VR46, pero la marca italiana pone una condición: que pueda elegir a uno de los dos pilotos, corriendo con los gastos de ese lado del garaje. A día de hoy, esa posición sería para Enea Bastianini. Esa circunstancia choca con los deseos del equipo de Rossi, que quiere gestionar la nómina de pilotos a su gusto.

Aquí ambas partes tienen una posición de fuerza. VR46 contará con presupuesto gracias al nuevo patrocinador y no necesita de la ayuda de Ducati para pagar piloto y material. Los italianos, que hace semanas que intuyen las maniobras del equipo de Rossi, tienen avanzadas las negociaciones con Gresini Racing Team, estructura que ha firmado ya el acuerdo para seguir en MotoGP en el periodo 2022-2026 desvinculándose de Aprilia, y que estarían encantados de que Borgo Panigale se hiciera cargo de una moto y un piloto en una hipotética colaboración.

No hay que olvidar que el fallecido ex piloto Fausto Gresini, firmó en octubre del año pasado un contrato con el piloto Fabio Di Giannantonio para correr este año en el equipo de Moto2 y dar el salto a MotoGP en 2022, por lo que, en un acuerdo con Ducati, tendrían su parte de la estructura completada.

La relación con Yamaha se enfría

La que parecía la opción más natural hasta hace unos meses, asociarse con Yamaha, se ha enfriado absolutamente. La marca de Iwata tiene un preacuerdo con su actual equipo satélite, Petronas SRT, tal y como anunció el director de la estructura malasia Razlan Razali, quien incluso llegó a asegurar a principios de marzo que “Yamaha nos ha presentado una propuesta para los próximos cinco años”, el periodo 2022-2026.

Sin embargo, todo el mundo conoce los lazos entre el fabricante japonés y Valentino Rossi, con el que colaboran muy estrechamente en varios frentes, como puede ser un contrato para la utilización de las motos en el Motor Ranch VR46, la escuela de formación de pilotos que allí se organiza periódicamente o haberse convertido este año en el suministrador de ropa para el equipo oficial a través del VR46 Racing Apparel.

Un entramado de acuerdos tejido sólidamente durante los últimos años y que Valentino, pese al distanciamiento actual tras apearle del equipo de fábrica, debe saber gestionar para mantener las ventajas que supone para sus empresas.

Con 12 equipos y 24 motos previstas para 2022, a día de hoy solo 22 parecen estar, más o menos, aseguradas. En principio, Yamaha no tiene la intención de ampliar de cuatro a seis sus prototipos en pista, pero si Suzuki y Aprilia no dan un paso adelante, y si quien se lo pide es Valentino, la casa de Iwata podría planteárselo o, en última instancia, dejar a Petronas sin sus dos actuales prototipos. Ambas situaciones, ahora mismo, complicadas.

Suzuki, la gran deseada

La primera en la lista de deseos del VR46 está la flamante GSX-RR de Suzuki, la moto campeona de 2020 y, posiblemente, la máquina más equilibrada sobre la parrilla. La estructura italiana ya ha mantenido conversaciones con miembros del equipo en el paddock, tanto el año pasado como en las últimas semanas, pero en la fábrica de Hamamatsu no han decidido, a día de hoy, si van a poner dos motos más sobre la mesa en 2022.

Desde su regreso a la clase reina en 2015, se viene hablando de las motos satélite de Suzuki, sin que hasta el día de hoy se haya avanzado demasiado en ese sentido.

La relación del anterior team manager del equipo, Davide Brivio, ex agente y amigo personal de Rossi, era una puerta abierta de par en par para el acuerdo, pero con la marcha del ejecutivo italiano a la Fórmula 1 las opciones se han reducido.

En los despachos de Hamamatsu no están convencidos de la necesidad de doblar su presencia en MotoGP, ni se sienten presionados por el deseo de Dorna de que los seis fabricantes en liza cuenten con motos satélite.

De hecho, Suzuki fue el último constructor en anunciar el acuerdo para seguir en el Mundial de MotoGP más allá de este año. Un claro indicativo de que las prisas no van con su carácter.

Aprilia, si no hay más remedio

La opción de asociarse con Aprilia no ha estado, hasta ahora, entre las opciones que baraja VR46, que el pasado mes de octubre negó al fabricante italiano el acceso a uno de sus pilotos emergentes, Marco Bezzecchi. Sin embargo, la mejora en las prestaciones que, aparentemente, ha presentado la RS-GP 2021 en este inicio de temporada podría convertir a la casa de Noale en una opción, siempre y cuando fallen las anteriores. Aunque ni a Valentino Rossi le va a resultar sencillo convencer a su nuevo gran patrocinador de las virtudes de unirse a la, hasta ahora, peor moto de la parrilla. 

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