Viñales, convencido de acertar al irse a Yamaha

Maverick Viñales se fue de Mugello cabreado como una mona después de que un fallo en la electrónica de su Suzuki le condenara a las primeras de cambio y le dejara embotellado entre el tráfico. El español igualó el sábado su mejor cronometrada en MotoGP y se colocó el segundo en la parrilla, pero al día siguiente, al engranar la tercera marcha nada más apagarse los semáforos, el motor de su GSX-RR dejó de empujar repentinamente.

Según reconoció después, el limitador de velocidad del pit lane entró sin venir a cuento y allí, en los primeros 500 metros, quedaron sepultadas todas sus opciones de repetir el podio que había logrado dos semanas antes, en Le Mans.

A la primera frenada llegó el 12º, y poco a poco, siendo agresivo, se fue quitando rivales de en medio hasta alcanzar la sexta plaza (vuelta nueve), que ya sería la definitiva. A pesar del percance inicial cruzó la meta a 8,6 segundos del vencedor (Lorenzo), la menor diferencia respecto al primero en lo que va de campeonato.

Gran potencial

El chico de Roses (Girona) se ha pasado los últimos meses decidiendo qué hacer con su futuro: si quedarse con la tropa de Hamamatsu, un equipo que apostó ciegamente por él en su regreso a MotoGP, o fichar por Yamaha como sustituto de Jorge Lorenzo.

La tentación de hacerse con la mejor moto de la parrilla pudo con todo, y la marca de los diapasones anunció su fichaje hace una semana. Uno podría pensar que la rotura de los dos motores de Yamaha el domingo podrían provocar ciertas dudas en el camino tomado por Viñales, pero lo ocurrido Mugello todavía le dejó más convencido de haber hecho lo correcto. El catalán considera que las averías de las M1 se debieron más a unas circunstancias específicas que a un problema de los propios propulsores.

El Gran Premio de Italia es el claro reflejo de la momento que atraviesa Suzuki, que cuenta con un prototipo con un gran potencial, pero que llegado el momento decisivo, el de la carrera, no está al nivel de Honda o Yamaha.

Yamaha y Honda, un paso por delante

Las prestaciones de la GSX-RR en pretemporada, sobre todo en manos de Maverick, fue destacable, hasta el punto de convertirse a ojos de la mayoría en una clara aspirante al podio de forma habitual. No obstante, esa consistencia es la que le falta el domingo al equipo japonés, que hasta ahora sólo se ha subido al cajón una vez, en Francia.

“Hay que trabajar duro e intentar que no se repitan estos errores”, declaró Mack en Mugello, aún en caliente. “En 15 días vamos a Montmeló y la moto trabaja bien allí, pero no podemos volver a fallar así, ni en la salida ni después”, añadió el #25.

“Está claro que los domingos, Yamaha y Honda están un paso por delante del resto. Suzuki no va mal en carrera, pero todavía no ha llegado a ese punto que le permitiría competir por ganar”, aseguran desde el entorno del piloto. “Ducati está un pelín por delante, pero también sufre y más o menos por lo mismo, Mira Petrucci, Redding o incluso Pirro, lo bien que van en los entrenamientos, y lo que les ocurre después en carrera”, añade esta fuente.

Test en Valencia

Con Viñales confirmado por Yamaha para 2017, la escudería de la gran S no se detiene en su afán de aumentar la consistencia de su moto, y para ello se ha desplazado a Valencia para realizar dos jornadas de test. Allí, el equipo jugó con dos chasis distintos y también con la electrónica, con el objetivo de aumentar la tracción del conjunto.

“La GSX-RR es buena en unas áreas específicas, como la manejabilidad y su comportamiento en las curvas rápidas, pero todavía le falta algo en otras facetas”, resolvió el #25 al terminar. Una explicación perfecta de los motivos que le han llevado a firmar por Yamaha, que desde el primer momento le ofrecerá una moto con la que poder pelear con los mejores.