Rossi avisa que 12° no es su realidad: "Puedo ir mucho más rápido"

Desde que contrajo el coronavirus a finales del curso pasado, el italiano acumula tres grandes premios consecutivos terminando el duodécimo, un dato que constata los apuros por los que atraviesa Il Dottore.

El corredor del equipo Yamaha patrocinado por Petronas arrancó desde la cuarta plaza en Losail pero perdió tres posiciones en el primer giro.  A partir de ese momento se fue progresivamente para atrás hasta cruzar la meta a casi 11 segundos de Maverick Viñales, el ganador. 

Rossi fue, junto a Jack Miller (comenzó el quinto finalizó el noveno), el corredor que más sufrió el elevado desgaste de gomas que se vaticinaba antes de comenzar la prueba. Se da la circunstancia de que el consumo de esa goma trasera es el mal que lleva persiguiendo al #46 desde hace ya varios años, sin que ni Yamaha ni sus técnicos hayan dado con la tecla para solucionarlo. 

“Hay que cambiar algo de la puesta a punto para aumentar la vida y el agarre de la goma trasera. Creo que nuestro potencial no es el que estamos demostrando. Puedo ir mucho más rápido”, resumió Rossi, que tras la prueba charló con Fabio Quartararo, el piloto que le ha reemplazado en la escudería oficial de la marca de los diapasones, y que también experimentó la caída del compuesto trasero, pero no tan acentuado. 

“Fabio tuvo un problema similar al mío. En el caso de Maverick, creo que lleva una puesta a punto distinta a la mía y una electrónica que también es diferente”, añadió el de Tavullia. 

El domingo pasado fue una jornada completamente aciaga para la estructura satélite de Yamaha, que vio cómo Franco Morbidelli, su otro piloto, terminaba el 18º, a 24 segundos de la cabeza, martirizado por un problema con el dispositivo de salida. 

“Hablamos con Franco tras la carrera, pero no conseguimos animarnos. Estábamos los dos tocados”, cerró Rossi. 

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