Rossi: "Solo un milagro haría que ganáramos una carrera este año"

Alcañiz (Aragón).- El italiano llegó a Motorland el jueves y ya dejó claro entonces que no esperaba mucho de este Gran Premio, especialmente después de sufrir mucho en Misano, un escenario teóricamente más favorable para la Yamaha que el aragonés.

Este viernes, Rossi terminó noveno en la clasificación combinada tras los dos primeros ensayos libres, a más de un segundo del más rápido, que fue Marc Márquez.

Sentado ante los medios de comunicación, Il Dottore reconoció estar un poco cansado de tener que ofrecer siempre el mismo discurso, a base de lamentos por los dolores de cabeza que le está provocando la M1, especialmente en condiciones de falta de agarre como las que se dieron este viernes en Motorland.

Yamaha, al igual que Ducati, llevó a cabo un test en este escenario hace tres semanas, pero las condiciones del asfalto eran distintas.

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Esta falta de agarre en el tren trasero de la moto es común tanto en el caso de Rossi como en el de Maverick Viñales, y según el de Tavullia, proviene del compromiso que hay entre la goma y la moto, más sensible que ninguna otra a cualquier cambio en la temperatura del piso.

No obstante, el #46 no cree que actualmente esté en condiciones de ganar una carrera ni en la jornada perfecta. Completar un año entero sin un solo triunfo es algo que solo le ha ocurrido dos veces desde que debutó en el Mundial en 1996. Y corresponde a los dos ejercicios que pasó en Ducati (2011 y 2012).

“Solo un milagro haría que ganáramos una carrera este año. Esta es una situación difícil desde el punto de vista psicológico, pero no podemos hacer otra cosa que tener paciencia y trabajar para el futuro”, dijo Rossi, que de cualquier forma fue capaz de meterse en el grupo de pilotos provisionalmente clasificados para la segundo criba de la cronometrada (Q2).

“Tenemos los mismos problemas de siempre: después de unas pocas vueltas la goma trasera cae mucho. La Yamaha es la que es y sus problemas, también”, ahondó el multicampeón, que insistió en que él no es ingeniero para resolver esos déficits de la moto.

“Mi trabajo no es decirle a Yamaha qué tiene que hacer; sino explicar los problemas que siento al pilotar”, lanzó Rossi.