Rossi: “No soy yo quien debe decidir si Yamaha tiene que pedirnos disculpas”

Valentino Rossi es piloto de domingos y este pasado lo volvió a demostrar con una actuación portentosa al recuperar, en una carrera rapidísima en la que se giró a ritmo de récord, hasta ocho posiciones para llegar sexto a la meta, maquillando un fin de semana negro para Yamaha.

Rossi ganó tres posiciones en la primera vuelta, superando a Pedrosa (que salía 9º), Viñales (11º) y Bautista (12º), colocándose 11º.

En la segunda vuelta pasó a Bradley Smith, pero le adelantó Aleix Espargaró.

En la tercera vuelta pasó a Iannone y se colocó 10º

En la sexta vuelta pasó a Zarco y se colocó 9º

En la novena vuelta pasó a Aleix y se colocó 8º

En la 19º vuelta pasó a Rabat y se colocó 7º

En la 24º vuelta pasó a Rins y se colocó 6º, terminando la carrera en esa posición.

Pese a la carrera que se logró el italiano, absolutamente al margen de lo que se cocía por delante entre Lorenzo y Márquez, la actuación de las Yamaha oficiales durante el fin de semana dejó muchas dudas.

 Problemas de electrónica, y de motor

Uno de los momentos más críticos fue cuando el sábado, después de que Viñales clasificada 11º y Rossi 14º en parrilla, el responsable técnico de Yamaha salió a pedir disculpas a los pilotos de la marca.

“No soy yo quien tiene que decidir si Yamaha tenía que pedirnos disculpas. Para mí es más importante que mejoren la moto”, insistió el domingo por la tarde Valentino, después de que algunas voces aseguraran que fue el italiano quien exigió a los japoneses que salieran a pedir perdón, desmintiendo esta posibilidad.

“Yo trabajo para Yamaha. Yo piloto la moto y trato de dar mis indicaciones para mejorar”, añadió el italiano.

Mucho se ha hablado de cambios, tanto en box de Viñales, como en la cúpula de la estructura de Yamaha en los grandes premios.

“Estoy convencido de que podemos mejorar con este grupo de gente, la clave es trabajar en las áreas que corresponden”, indicó ‘el doctor’.

Por último, Valentino quiso aclarar un punto de unas declaraciones que él mismo ha venido manteniendo en los últimos tiempos sobre que el problema de la Yamaha M1 de 2018 se ciñe a la centralita electrónica.

“No es solo electrónica, también el motor. Es una combinación, como se ha visto en los casos de Ducati y Honda”, explicó Rossi.

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