Rossi: "No me esperaba entrar en la primera línea"

Alcañiz.- El piloto italiano ha asombrado al mundo desde el pasado lunes cuando realizó pruebas para regresar a la competencia del MotoGP con apenas una ausencia en el calendario.

Tras ponerse a prueba en Misano con una moto de calle a principios de semana, Rossi se plantó en Alcañiz el jueves, 21 días después de pasar por el quirófano, esto después de una doble fractura en la pierna derecha el pasado 31 de agosto mientras practica enduro en Italia.

En la jornada del viernes destacó a pesar de la lluvia, pero el sábado dejó a la gente sorprendida al colocarse en la primera fila, justo por detrás de su compañero Maverick Viñales y de Jorge Lorenzo, integrante de Ducati.

A partir de aquí, cualquier estimación sobre cuál puede ser el rendimiento de Il Dottore en una carrera programada a 23 vueltas, es entrar en el terreno de las especulaciones, especialmente si tenemos en cuenta que, hasta entonces, su tanda más larga habrá sido de siete giros seguidos (lo hizo en el FP2, FP3 y FP4).

“No me esperaba entrar en la primera línea. Hubiera estado contento con meterme en la tercera línea. Me he dado cuenta de que en estas condiciones consigues sacar algo más de ti mismo. Estaría bien poder entrar en este punto del cerebro también cuando estás sano, pero no sé si es posible”, resumió Rossi, ya si muletas y muy entero.

Preguntado acerca del protocolo que le ha permitido reincorporarse a la competición tan pronto, el de Tavullia insistió en que la medicina ha evolucionado mucho, en que la doble fractura no fue tan grave como la que se hizo en 2010, en que ha acertado en todas las decisiones tomadas desde el momento de la caída y también en la naturaleza de su cuerpo.

“Si me doliera mucho sería imposible entrar en la primera línea. Hemos acertado en muchísimas decisiones, tanto a la hora de elegir el doctor para operarle (Rafaele Pascarella) como después, con las dos sesiones diarias de rehabilitación. Y luego puede que haya algo de ADN, porque la pierna está bien y no se hincha, ni siquiera al bajarme de la moto”, desgranó el #46.

“Dejé las dos muletas hace siete días, luego pasé a una. Cuando me levanto estoy una hora sin poder caminar. No sé, puede que pilotar sea terapéutico para mí. Pero claro, la carrera consta de 23 giros y ya es duro en condiciones normales, así que no sé qué esperarme”, añadió el de Yamaha, que de cualquier forma no descarta nada positivamente hablando.

“El jueves me habría conformado con terminar la carrera. El viernes, con hacerlo entre los diez primeros y ahora, con la primera fila, puede que con algo más”, zanjó Rossi.