Pedrosa, de la cama a la pista

Cheste.- Este viernes, el español se subirá de nuevo a su Honda y analizará cómo reacciona su cuerpo y especialmente la zona clavicular derecha, operada hace casi un mes tras el accidente que sufrió en los ensayos libres del Gran Premio de Japón.

Aquella caída también le dejó secuelas en las piernas –una fractura en la cabeza del peroné derecho y otra en un metatarso del pie izquierdo–, circunstancias que le han obligado a llevar a cabo un estricto reposo absoluto.

Así las cosas, el corredor de Castellar del Vallès (Barcelona) saltará a la pista en los primeros entrenamientos libres en Cheste sin haberse podido ejercitar, un déficit que espera ir sobrellevando con el paso de las sesiones.

“Estoy bastante mejor. Las dos primeras semanas fueron las más difíciles.  Al tener afectado el brazo y las dos piernas, no podía ir con muletas. En una misma caída me produje tres lesiones, y eso es complicado”, reconoció Pedrosa.

“Por suerte, en dos de ellas no tuvimos que operar, de modo que me pude centrar un poco más en la clavícula. A ver cómo me siento porque he tenido que hacer reposo completo, no he podido subirme a la bici, y eso ha hecho que pierda mucha forma física”, añadió el catalán.

Al margen de los buenos resultados que acumula en este circuito, en el que ha ganado seis veces, el #26 no escondió que uno de los alicientes que le han llevado a forzar un poco más su regreso es el ensayo del próximo martes, en el que de nuevo probará la moto del año que viene.

“El test del martes es una de las razones por las que he vuelto, pero también forzar un poco para constatar que no hay nada de lo que preocuparme a nivel físico. Es bueno que me pueda soltar un poco antes de probar la moto nueva, para así poder atacar y llevarla al límite”, zanjó Pedrosa.