Para Valentino Rossi: “Ya estamos en modo carrera”

Hace poco menos de dos semanas, Yamaha se marchó de Phillip Island con más sombras que luces. La moto que en Sepang se había mostrado intratable en manos de Jorge Lorenzo y Valentino Rossi, no pudo mantener ese margen de seguridad sobre el resto en Australia.

El test de Qatar, el último antes de que el Mundial se ponga en marcha en menos de 20 días en este mismo escenario, debía ser la prueba del algodón para la marca de los diapasones. Y tras un día de vueltas, tanto Lorenzo como Rossi respiraron aliviados.

El español fue el más rápido, con cuatro décimas de ventaja sobre Maverick Viñales y el italiano, que terminó el tercero. Rossi no comenzó de la mejor manera y en su primera vuelta se fue al suelo al perder el tren trasero de su M1. A partir de entonces, todo fue a mejor y la jornada le dejó un muy buen sabor de boca.

“Después de 10 curvas me caí. No iba demasiado rápido y me incliné demasiado a la izquierda. El neumático no había cogido suficiente temperatura y patiné. Iba a 70 kilómetros por hora, o sea que no ha sido nada”, relató Rossi.

“Sin embargo, estoy muy contento porque el día fue muy bien. La moto es competitiva. Comenzamos con una buena base de puesta a punto y me sentí muy bien desde el primer momento. Pude ir rápido y mejorar mi ritmo cada vez que salí a la pista”, añadió el #46.

Hasta ahora, la estructura japonesa había puesto a disposición de sus corredores dos prototipos distintos: uno con un chasis del año pasado y otro con uno nuevo, de este 2016. Al terminar las últimas pruebas en Phillip Island, tanto Lorenzo como Rossi optaron por el modelo híbrido.

“Ya estamos en modo carrera. Solo tenemos que cambiarle el motor a las motos que tenemos en el box, ponerles uno nuevo y salir a correr”, zanjó el nueve veces campeón del mundo.