Márquez no aceptó tener un guardaespaldas en Mugello

Mugello.- Hace dos temporadas, la primera vez que el Mundial volvía a desembarcar en Italia tras el explosivo final de temporada de 2015 y la guerra abierta entre Márquez y Valentino Rossi, Dorna decidió adjudicarle un guardaespaldas al español, para limitar al máximo el riesgo de que se pudiera producir algún incidente con los aficionados del #46 que, como no podía ser de otra forma tratándose de este escenario, son mayoría y por mucho.

Si en aquella ocasión Márquez ya decidió prescindir de los servicios de seguridad extraordinarios para normalizar la situación y quitarle hierro al asunto, menos sentido tenía todavía aceptarlo esta vez, por más que en Argentina se reavivara la tensión entre el catalán y el italiano.

“Me ofrecieron ponerme un miembro de seguridad, pero no tiene sentido. No me siento para nada en territorio hostil, al final, la normalidad es absoluta”, respondió Márquez cuando se le preguntó por si se veía en casa del enemigo.

“Soy consciente de que el domingo estará todo teñido de amarillo, pero hay ambiente en el circuito y lo importante es que se llene y se corra con mucho público”, cerró Márquez, que ya en Le Mans le restó importancia a la cosa: “Lo importante es ponerse los tapones en los oídos, el casco y ¡gas!”.