Márquez: “Necesitaba experimentar la derrota”

El actual campeón del mundo de MotoGP irrumpió como un trueno en 2013 en la categoría de las motos pesadas, de la mano de Honda y tras haberse coronado antes en 125cc (2010) y Moto2 (2012), y en su primer curso con los mayores se llevó el título, algo que no ocurría desde que Kenny Roberts lo hizo en 1978 (500cc). 

A sus 24 años y en poco más de cuatro, el español ya acumula retahíla impresionante de récords de precocidad que le han convertido en una de las principales referencias del Mundial, junto a Valentino Rossi, Jorge Lorenzo y más recientemente Maverick Viñales, con quien seguramente se medirá en corto a partir de ahora tras la llegada de este segundo a Yamaha. 

En una entrevista concedida a la revista de moda ICON, Márquez se reafirma en ese discurso que tantas veces ha proclamado últimamente, basado en la experiencia que le reportó el título perdido en 2015. 

Al catalán se le pregunta por una frase de Lorenzo, que sostiene que la agresividad le ayuda a uno a ganar carreras, pero que la prudencia acerca a los títulos. 

“Es cierto. Yo también he llegado a esa conclusión y estoy incorporando a mi pilotaje ese punto de prudencia y de cálculo que te dan los años y las carreras. Dadme tiempo. En 2015, sin ir más lejos, perdí el Mundial porque cometí errores en momentos clave, por juventud, falta de experiencia y puede que exceso de confianza. El año pasado tuve presente esos errores y eso me hizo crecer como piloto”, responde el corredor de Cervera (Lleida), que en 2016 levantó su cuarto trofeo de campeón del mundo de MotoGP, a pesar de no disponer de la mejor moto durante la mayor parte de la temporada. 

“No es que me creyese invencible, porque yo siempre respeto a mis rivales y sé que tienen un nivel muy alto y pueden ganarme. Pero necesitaba experimentar la derrota”, añade el #93.

Más adelante, el de Honda, que debutó en el Mundial en 2008, reflexiona acerca del tiempo que considera que todavía estará en activo, y no descarta hacerlo 10 o 15 años más. 

“Si el físico y la mente me acompañan, por qué no. Este deporte se ha acelerado muchísimo en los últimos tiempos. Parece que si con 17 años nos has debutado en un Mundial, ya no vas a llegar a nada. Y ya ni siquiera es habitual que los jóvenes acaben de formarse en Moto3 o en Moto2. Si no pasas deprisa a MotoGP parece que tu progresión se ha frenado y que no eres un verdadero piloto profesional. Todo eso causa un estrés importante”, zanja Márquez a modo de análisis.