Lorenzo: “No es lo mejor para mí, pero Honda necesita seguir a Márquez”

Decisivo en la creación de la Yamaha M1 con la que ganó tres campeonatos del mundo de MotoGP e influyente en sus comentarios para desarrollar la Ducati Desmosedici de Gigi Dall’Igna en 2017 y 2018, Jorge Lorenzo es un mero espectador en el progreso de la Honda RC213V de este año, que Honda ha hecho, como no podía ser de otra manera, en base a los comentarios de su piloto campeón, Marc Márquez.

La primera vez que el balear se subió a la moto, en los test de pretemporada de Valencia y Jerez de noviembre del pasado año, sus tiempos no fueron alarmantemente lentos en comparación a los de su nuevo compañero de equipo.

En Valencia, en el primer test de Jorge con la Honda, Márquez terminó 3º con un tiempo de 1.30.911, mientras que el balear lo hizo 12º con 1.31.584, apenas 6 décimas más lento. En el test de Jerez, Lorenzo llegó a liderar la mañana del primer día, acabando aquellos ensayos a un segundo de su compañero de equipo.

Todo ello fue con la RC213V de 2018, una moto que dio paso al prototipo de 2019, con el que Lorenzo no se ha entendido en ningún momento.

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“Cuando me subí por primera vez la moto anterior, la de 2018, me encontré muy bien, pero en cuanto probé la de 2019 me di cuenta de que tenía un motor muy potente, pero había algo que no iba bien en las curvas. Márquez, de algún modo, es capaz de gestionar y sacar provecho de esta potencia extra, pero el resto de pilotos Honda, por ejemplo Crutchlow o yo, sufrimos mucho más que con la moto anterior, por eso tenemos problemas para ser competitivos", explicaba Lorenzo en una entrevista con la web oficial del campeonato, MotoGP.com.

Jorge es consciente que Honda debe seguir las indicaciones de Márquez y que es él quien debe trabajar para adaptarse a la moto.

"Márquez está ganando con esta moto y Honda necesita seguir al piloto que gana, es lo más lógico, el resto tenemos que seguir esa dirección para pilotar la moto. No es lo mejor para mí, pero Honda necesita seguir al piloto que gana”, admite.

Pese a detectar desde el primer momento que la moto de 2019 no iba bien a sus características, Lorenzo esperaba mucho más.

“Tanto yo como el equipo esperábamos mucho más. La temporada hasta el momento está siendo todo lo contrario. Cuando empecé a mostrar cierta competitividad sobre la moto ocurrió lo de Assen (caída y lesión), y todo empeoró. Es normal dudar después de haber acumulado varias lesiones importantes seguidas", reflexiona.

“Estaría 100 veces mejor de no haber caído en Assen, porque después de tres meses olvidas completamente todo lo que has aprendido, tienes que empezar de cero en todas las áreas, a nivel físico pero también el modo de entender otra vez cómo pilotar la moto. He tenido más lesiones, pero esta vez he necesitado dos meses para regresar a las carreras".

En estas circunstancias, Lorenzo es realista y sabe que está lejos de poder luchar por los puestos de cabeza, incluso se conforma con lograr, antes de final de año, un top10.

"No espero luchar por victorias ni podios, pero si puedo mejorar la 11ª posición que conseguí en Le Mans, y reducir la distancia con el vencedor de la carrera, estaré satisfecho. Tenemos que ser realistas, y los años de ganar carreras y campeonatos, por el momento, no se van a repetir”, se resigna.