¿Por qué el futuro de Yamaha ya no pasa por Valentino Rossi?

Valentino Rossi firmó el fin de semana pasado en Sachsenring el peor inicio de su trayectoria en MotoGP. A sus 40 años, las trompetas de la que será una de las retiradas más trascendentales de la historia del motorsport empiezan a retronar por más que su contrato expire en 2020.

Pregunta. ¿Podría detallar las claves de la recuperación de Yamaha en las últimas fechas?

Respuesta. Aún no estamos a la altura de Ducati y Honda. En algunos circuitos nuestra moto no expone sus debilidades, y en esas pistas no vamos mal, pero aún tenemos un largo camino por delante. El año pasado, en Austria, tocamos fondo y eso nos llevó a poner en práctica una serie de cambios que ya sabíamos que debíamos hacer. En invierno hubo una reestructuración en la organización de la división técnica, en Japón; llegó un nuevo Project Líder [Takahiro Sumi sustituyó a Kouiji Tsuya] y un nuevo Manager General [Hiroshi Itou].

Ahora estamos comenzando a obtener los frutos de esos cambios. También modificamos la forma de trabajar en nuestra sede en Europa, incorporamos a Michelle Gadda como jefe de la nueva área de electrónica. Y también Japón se abrió un poco a nosotros. Antes, cuando habían problemas, se encerraban en ellos mismos. Descubrimos tarde esa falta de comunicación. Por suerte la relación es ahora mucho más fluida y eso nos permite exponer menos debilidades, porque teníamos demasiadas. En estos momentos, el principal problema de nuestra moto es la falta de potencia, pero no podemos resolverlo hasta 2020, cuando podamos incorporar un nuevo motor.

P: ¿Cómo convencieron a la cúpula, en Japón, de la importancia de esos cambios?

R: MotoGP es el único campeonato en el que participa la marca, con una promoción a nivel global, de modo que no ser competitivos aquí es inaceptable. Pero para serlo necesitamos que la cúpula está volcada en ello, porque se requiere de presupuesto, estar abierto a nuevas ideas y demás.

P: ¿Qué efectos puede tener en Yamaha la irrupción de Quartararo?

R: Eso aún está por ver. Fabio tiene mucho potencial y es muy joven, pero hay que tener los pies en el suelo porque aún no ha ganado una carrera, así que no podemos perder la perspectiva. De vez en cuando se produce una combinación de circunstancias excepcional, con la llegada de un piloto a una moto en concreta, y todo encaja. Eso es lo que ha ocurrido con Fabio, que no solo es capaz de llevar la moto sin miedo sino de hacerlo también sin demasiados riesgos, puesto que solo se ha caído dos veces desde que se estrenó en MotoGP. Eso es increíble si tenemos en cuenta que alguien tan especial como Marc se cae o está a punto de hacerlo en muchísimas ocasiones.

Creo que Fabio tiene una gran trayectoria por delante y espero que sea vinculado a Yamaha, que hará todo lo que esté en su mano para retenerle. Y su aparición es también muy estimulante para Valentino y Maverick, porque cuando ellos dos están un poco perdidos, se fijan en qué [piezas] lleva Quartararo. Como la especificación de moto de Fabio está un pequeño escalón por debajo de las suyas, razonan que si él es capaz de hacer según qué cosas, ellos también deben poder hacerlo.

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P: ¿Está el campeonato preparado para la retirada de Valentino?

R: Creo que sí, que el Mundial está listo para cuando eso ocurra. Cuando ha pasado algo similar en otras disciplinas no ha tenido un efecto inmediato. Por ejemplo, cuando Ayrton Senna murió en el aquel trágico accidente, la Fórmula 1 siguió adelante. Después se retiró Michael Schumacher.

Uno puede imaginarse los circuitos medio vacíos sin la cantidad de gorras y banderas amarillas con el #46 que hay hoy en día. Pero no creo que eso ocurra, porque en MotoGP, la calidad de las carreras es muy alta. Tenemos seis constructores involucrados y muchas y grandes marcas. ¿Echaremos de menos a Valentino? Sin duda. Pero la vida seguirá, y estoy seguro de que él permanecerá involucrado de alguna forma en el Mundial aunque no vaya a todas las carreras.

P: ¿No está todo eso pactado ya con él a estas alturas? Uno tiene la sensación de que cuando Yamaha se sienta a negociar con Rossi, se tiene muy presente el deseo de que se quede aquí de una forma u otra.

R: Rossi dejó Yamaha [por Ducati] en 2011 y aquello sí que fue algo gordo porque en aquel entonces estaba enfadado con nosotros. En parte era normal porque Lorenzo acababa de ganar su primer título en 2010 y él interpretó que tenía que marcharse. Pero luego decidió regresar (2013) con otra mentalidad, y eso lo cambió todo. Ahora está afrontando su último capítulo en MotoGP con Yamaha, y estoy seguro de que no tiene ninguna intención de irse a otra marca. Queremos trabajar con él cuando se retire y él tiene muchos proyectos interesantes en cartera. Yamaha estará vinculada a él pero todavía no sé en qué términos.

P: ¿El papel de Rossi en Yamaha es menos protagonista del que la gran mayoría se imagina?

R: Hasta 2011, cuando decidió irse, había acumulado cuatro títulos con nosotros (2004, 2005, 2008 y 2009) y eso tuvo un gran impacto. Es como si Márquez se fuera de Honda en estos momentos. Ahora está en otra etapa de su vida y, con todo el respeto hacia él, el futuro de Yamaha en MotoGP ya no pasa por Valentino Rossi. Puede estar aquí y ser competitivo durante uno, dos o tres años más. Pero nuestro nivel de dependencia hacia él ha cambiado.

Su legado con Yamaha ya está hecho. Yamaha seguirá hacia delante sin él, sin su presidente y sin mí. Todas las compañías pasan por periodos de transición, y Yamaha, que tiene 70.000 empleados, no es una excepción. Eso no significa que Vale no sea importante, y yo espero que permanezca como embajador de la marca.

P: A quién le corresponde tomar la decisión, ¿a él solo o conjuntamente con Yamaha?

R: La decisión es de ambas partes, aunque él debería ser quién notara que no le es posible ser tan competitivo como le gustaría, o que su motivación empieza a caer. Las primeras señales deberían llegar de su lado, pero sinceramente, no creo que haya ningún tipo de conflicto porque normalmente las dos partes llegamos a las mismas conclusiones.