La Yamaha es más intuitiva que la Honda, asegura Morbidelli

Cheste.- La puesta en escena del italiano este martes en Cheste llamó la atención muy pronto, puesto que en apenas diez vueltas su nombre asomó la cabeza por la parte alta de la tabla de tiempos.

Al finalizar la jornada, el corredor del Yamaha Petronas terminó a solo seis décimas de Maverick Viñales, el más veloz, y con solo 40 vueltas en su casillero.

En la que fue su primera toma de contacto con la Yamaha después de su debut en la categoría de las motos pesadas con una Honda del equipo Marc VDS, el campeón del mundo de Moto2 de 2017 ya contó con la experiencia de Ramon Forcada, ex ingeniero de pista de Viñales y tricampeón del mundo con Jorge Lorenzo (2010, 2012 y 2015).

A tenor del rendimiento demostrado por el chico de Roma, nadie hubiera dicho que se trataba del primer día de vida de la estructura malayo-japonesa.

“Verme tan arriba es bonito, pero eso no importa demasiado en este momento”, dijo Morbido, que se quedó a dos décimas de Valentino Rossi, su mentor, y que aventajó en 1,8 segundos a Fabio Quartararo, su nuevo compañero.

“Rodé detrás de Valentino y luego a la inversa, y ahora puedo mantenerme detrás de él durante más rato que antes”, puntualizó el piloto, que dio la razón a Marc Márquez al reconocer que el paso de la Honda que llevó hasta el domingo, a la Yamaha que pilotará los dos próximos cursos, le provocó una especie de alivio.

“La estabilidad de la moto es enorme, tanto en frenada como en aceleración. Con la Yamaha todo funciona de forma mucho más dulce. Mi conducción siempre fue suave, pero con la Yamaha aún deberé serlo más porque lo pide”, ahondó el #21.

“Podríamos decir que la Honda es una moto más reactiva, que obliga mucho al piloto, que se queda sin apenas margen de error. Por el contrario, la Yamaha es mucho más intuitiva”, remató Morbidelli, que este martes solo rodó con una versión híbrida entre el prototipo que hace dos días pertenecía a Johann Zarco (chasis), con el motor de la M1 de 2018.

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