Espargaró, "contento" con el podio tras arrancar mal en Aragón

Aleix Espargaró se da por satisfecho con la tercera plaza obtenida en Aragón, en un fin de semana con muchas expectativas y que se torció nada más comenzar, con dos caídas que le hicieron ir con el pie cambiado.

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El de Aprilia llevaba tiempo apuntando a Motorland como uno de los escenarios en los que saldría más al ataque, dado que este circuito a las afueras de Alcañiz es uno de sus favoritos. Sin embargo, esa emoción se le giró en contra al español, según reconoció este domingo, una jornada en la que, a pesar de todo, recortó a la mitad la diferencia de puntos respecto del líder del Mundial: a falta de cinco carreras para el final, Espargaró se encuentra a 17 puntos del líder, Fabio Quartararo, y a solo siete de Pecco Bagnaia, el segundo.

Hasta las dos caídas del viernes, el catalán estaba convencido de poder pelear por ganar en Aragón, algo que le quedó lejos habida cuenta del ritmo que impusieron Enea Bastianini, el ganador, y Bagnaia, el segundo.

Por todo eso, el balance no pudo ser más que positivo, por más que, en estos momentos, el #41 se vea un poco por detrás de sus dos rivales en la pelea por la corona.

Espargaró arrancó el cuarto y se vio embotellado en medio del grupo perseguidor, en el que se dio cera de la buena tanto con Jack Miller como con Brad Binder. Con el surafricano se enmarañó durante la mayor parte del tiempo, hasta que, en el tramo final, ya con las gomas de la KTM muy tocadas, Aleix lanzó el ataque que le permitió encaramarse al podio por sexta vez en lo que va de curso.

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La regularidad que ha seguido hasta el momento es su mejor baza, aunque habrá que ver si es suficiente para no despegarse de Quartararo y para resistir la inercia con la que llega Bagnaia.

"Las expectativas eran muy altas por los resultados que había logrado aquí, y seguramente comencé con demasiada fogosidad. Por eso me caí dos veces. En la carrera no tuve el ritmo para seguir a Pecco y Enea", resumió Espargaró, que, evidentemente, agradeció el abandono del actual campeón.

"En la segunda parte de la carrera me lo tomé con más calma sabiendo que Fabio estaba en fuera de juego. Este tercer puesto es un muy buen bonus. Si tengo en cuenta cómo comencé el fin de semana, estoy contento con el podio", añadió el de Aprilia, que no tuvo reparos en destacar el papel de Ducati y de sus dos pilotos más en forma del momento.

"No es nada fácil lo que están haciendo Pecco y Enea. Diría que están conduciendo al mejor nivel de su vida. No es solo cuestión de que tengan la mejor moto, sino que es una mezcla. Pero estamos cerca de ellos, y eso significa que tanto yo como Aprilia también estamos haciendo un muy buen trabajo, porque yo solo estoy a siete puntos de Pecco", prosiguió el corredor.

Aleix es consciente de lo difícil que sería para él coronarse campeón, por más que la creencia es precisamente aquello que le empuja a seguir intentándolo con todo lo que tiene. "Nunca pierdo la fe, siempre creo. Eso es lo que me hace orgulloso de la temporada que estoy haciendo. Ahora solo intento disfrutar".

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