Dovizioso: “Márquez se mete en líos y después trata de resolverlos”

En esta charla con Motorsport.com, Andrea Dovizioso (Forli, 1986) no tiene reparos en reconocer cómo le afectó el salto de calidad dado por Jorge Lorenzo con la Ducati, en rendirse ante la “mejor versión” de Marc Márquez y en afirmar que su verdadera pasión es el motocross y su hija.

Pregunta. ¿Está de acuerdo en que la Ducati es la moto que más ha crecido a lo largo de la temporada?

Respuesta. Estoy de acuerdo en que hemos mejorado más que los demás, pero por la mezcla entre el piloto y la moto. Mejoramos mucho a partir de Brno, pero técnicamente no hubo ningún cambio. Hemos crecido, pero a base de sacar más partido de la moto que ya teníamos, no como resultado de ninguna pieza en concreto. Desde fuera parece que cuando uno mejora se debe a que la fábrica ha introducido algún componente nuevo. Pero en nuestro caso no es así. Hay muchos elementos que tienen influencia en el rendimiento global, y si los gestionas bien pueden hacer que mejores mucho sin haber cambiado una sola pieza.

-¿Hay alguna forma de acelerar ese crecimiento para que se produzca al principio del curso?

-El año pasado nos jugamos el campeonato hasta la última carrera, pero fuimos muy rápido en algunos circuitos y muy lentos en otros. No teníamos la estabilidad que tenemos ahora. Se acababa de cambiar la normativa relativa a las alas, y no teníamos del todo claro cómo adaptarnos a ella. Y por otro lado, los neumáticos también variaron. Estas dos cosas nos provocaron un poco de confusión hasta que llegamos a Assen. Eso es lo que marcó la diferencia y lo que seguramente no nos volverá a pasar en 2019, porque ahora tenemos una base mucho más sólida. A pesar de estar más lejos de Marc que la temporada pasada, estamos mucho mejor que en 2017 y eso quedó clarísimo en Phillip Island.

-¿Esta versión es la mejor que ha visto de Márquez?

-Marc llegó a MotoGP con muchos puntos fuertes, pero su principal impulso siempre ha sido el deseo de mejorar. Está en continua evolución. Ha ganado siete títulos, cinco en MotoGP, pero le gusta seguir aprendiendo. Por lo que veo que hace en casa, cuando se entrena con flat track, con motocross y demás, disfruta mucho. Ese gusto por mejorar es la clave que le permite ganar tanto.

-¿Qué nivel de prioridad ocupa en su vida ser piloto de MotoGP?

-Cuando uno corre en MotoGP, todo tiene que girar entorno eso, no hay forma de que no sea así. Hoy en día, ser piloto requiere mucha dedicación. Ese es mi trabajo. Pero yo, cuando estoy en casa y ya he cumplido con aquello que me exige mi trabajo, mi vida gira entorno al motocrós. Si me conecto a Internet es para informarme sobre el motocrós. Cuando miro o me descargo carreras por gusto, son de motocross. En casa, el Mundial de MotoGP no me interesa. Allí me aíslo con mi hija, mis amigos y el motocross. Esa es mi pasión.

-¿Puede definir con un adjetivo qué significan para usted los dos años que ha compartido con Jorge Lorenzo?

-Interesantes.

-¿Qué influencia ha tenido en usted?

-La primera temporada fue cómo me esperaba: Jorge reforzó mucho mi posición en Ducati porque confirmó mis directrices, y eso fue muy positivo. Cada piloto es muy particular y Jorge, también. Es una persona muy extraña. Pero tiene sus virtudes y sus defectos, como todos. Este año no ha sido fácil, porque cuando comenzó a ir rápido el clima en el box se tensionó. Es normal que eso ocurra cuando tienes dos pilotos que se pueden jugar la victoria. Entonces, la situación en el taller se complica. La rivalidad es alta, y que yo pierda el pulso con Márquez es distinto que lo pierda con Lorenzo. Hay muchas personas que trabajan con los dos, y en base a lo que tu haces tiene un efecto en ellos.

-¿Ha aprendido algo de él?

-Cuando tienes al lado a un campeón, el aspecto positivo es que cuando va rápido es porque hace algo especial. Le pasa a Jorge, a Marc, a Valentino, a Maverick, a mí… Cada uno tiene su método para ir deprisa, y eso significa que aún haciendo el mismo tiempo llegas a él de forma distinta, de manera que puedes analizar qué hace él, y aprender cosas.

-¿Cree que la marcha de Lorenzo a Honda hará que su percepción de la responsabilidad dentro de Ducati aumente?

-Cuando comenzó esta temporada, el objetivo era ganar el Mundial independientemente de que Jorge estuviera al otro lado del box. El año que viene no cambiará nada.

-Ocho de las diez carreras de siempre con menos margen entre el ganador y el décimo clasificado corresponden a grandes premios de 2017 y 2018. ¿A qué se debe eso?

-A las gomas Michelin. En parte también a la electrónica, pero sobre todo a Michelin.

-¿Eso significa que el piloto tiene cada vez menos influencia?

-Yo lo veo al revés: cada vez tiene más influencia en lo que ocurre. El objetivo es ganar la carrera, no hacerlo con la mayor diferencia posible. No hay que tomar riesgos cuando no es necesario. Que ganes con cinco segundos de margen o con medio minuto, da lo mismo. El reglamento cambia, y con los compuestos Bridgestone se podían hacer las carreras de una forma que ahora, los Michelin te lo permiten. Michelin te obliga a gestionar ciertos aspectos que con Birdgestone no hacía falta tener en cuenta.

-En Tailandia logró su quinto podio consecutivo antes de caerse en Japón cuando peleaba por el triunfo con Márquez. ¿Se encuentra en su mejor momento de siempre?

-Si hablamos del conjunto Dovizioso y Ducati, sí.

-Usted y Márquez han librado pulsos muy intensos, pero siempre se han declarado un gran respeto mutuo. ¿En el último año ha aumentado la aceptación del nivel de riesgo que uno tiene que asumir para jugársela con él?

-Con Marc siempre pueden pasar cosas porque consigue gestionar situaciones que están muy al límite. Muchas veces, él se mete en un lío y después trata de resolverlo, así que todo depende de qué es lo que hace el otro piloto. Pero él conduce así, de modo que hay que tratar de entender qué quiere hacer y responder en consecuencia.

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