Toyota: "La última vuelta no acababa nunca"

El fabricante japonés se dirigía firmemente a su primera victoria en Le Mans -tras ser cuatro veces subcampeón-, con el TS050 de Anthony Davidson, Sébastien Buemi y Kazuki Nakajima

Sin embargo, un problema en los minutos finales hizo al coche #5 perder el ritmo de manera espectacular hasta detenerse en la recta principal a una vuelta de completar la prueba de 24 horas, con el Porsche #2 robándole el triunfo en el último suspiro.

El Toyota buscó terminar la carrera a baja velocidad, pero fue excluido de los resultados porque tardó demasiado tiempo en alcanzar la bandera de cuadros. 

"La última vuelta era interminable, es difícil describirlo con palabras", dijo Rob Leupen, director de Toyota Motorsport a Motorsport.com.

"De repente nos dieron la información de que al coche de Kazuki le faltaba potencia. Su ingeniero de carrera [Jean-Philippe Pelaprat] y el muro de boxes reaccionaron pero no podían ver nada en los datos en ese momento.

"Podría ser algo del turbo, pero no sabemos exactamente lo que es. La vuelta no acababa nunca".

Toyota al menos pudo consolarse con la segunda posición del coche #6 de Mike Conway, Stéphane Sarrazin y Kamui Kobayashi, que terminó segundo en la general tras haber tenido opciones de ganar durante gran parte de la carrera.

Leupen expresó su satisfacción por el ritmo mostrado por el nuevo TS050 Hybrid, aunque el resultado final fue "difícil de tomar" para el equipo con sede en Colonia.

"Antes de venir teníamos problemas por resolver y lo hicimos, el equipo fue fantástico", continuó. "El espíritu era bueno en el equipo, no tuvimos problemas reales.

"Hemos demostrado que el coche es bueno y podemos pelear con Porsche y demostrar lo que podemos hacer. Iremos con todo a la próxima carrera en Nurburgring, pero esto es difícil de asumir".