VIDEO: Así comienza la preparación de Alonso para la Indy 500

Fernando Alonso no estará el próximo 17 de marzo en la parrilla de Australia para el arranque de la F1 2019, pero sí que estará disputando las 1.000 millas de Sebring del WEC 2018/19 con Toyota. Aun así, antes de concentrarse 100% en su desafió de resistencia, el español tuvo tiempo de pasar por Woking y hacerse el asiento para las 500 millas de Indianápolis 2019.

Alonso volverá a intentar ganar la prueba que se le resistió en 2017, última joya de la Triple Corona que le falta para igualar la hazaña de Graham Hill. La preparación previa es clave para la cita estadounidense, que durante el mes de mayo concentrará la atención de medio mundo.

Para girar 800 veces en un circuito a velocidades medias de 370 km/h, el bicampeón del mundo de F1 no puede perder detalle de la que será su oficina de trabajo en la Indy 500.

La diferencia entre una cabina de F1 y una de IndyCar es que la primera está diseñada por el equipo de manera específica, mientras que la segunda es fabricada por un suministrador común para todos los equipos y por eso cuenta con más espacio. Así McLaren busca la mayor comodidad posible para Alonso, tal y como explica el mecánico número 1 del español para la cita en Indiana, Liam Dance.

"En la F1 el asiento es construido para que podamos extraerlo del coche con el piloto después de un accidente y es de fibra de carbono. En la IndyCar la cabina es mucho más grande y tiene más relleno, por lo que el asiento en sí es en realidad espuma en lugar de carbono. Dado que el monoplaza está configurado para dar vueltas a un óvalo (altas velocidades y todos los giros a la izquierda), el relleno en el lado derecho es muy importante que esté correcto, especialmente alrededor de la cabeza", explica.

No obstante, el proceso de creación del asiento es bastante similar al de la F1: el piloto se sienta en una gran bolsa; una vez que él y los mecánicos creen que la posición es correcta (puede alcanzar los controles y ver fuera del coche), la bolsa se rellena con una resina que establece la forma de la espuma.

En F1, el molde del piloto se escanea digitalmente después y el departamento de materiales usa ese escaneo para construir el asiento de fibra de carbono. En IndyCar, el molde de espuma se recorta y se cubre con tela para que se ajuste a la cabina, de manera más artesanal.

"Además, tienes que ajustar la posición de los pedales y de los cinturones en función de las preferencias del piloto. Con Fernando en IndyCar prestamos mucha atención a optimizar la espuma y darle diferentes opciones en función del apoyo que necesite su cabeza en la carrera", continúa Dance.

"También tenemos que incluir espuma para sus piernas, porque cada parte de él será empujada hacia la derecha. Es una carrera larga y al final estará muy cansado, sobre todo si ha sido empujado contra el lateral del chasis".

"Tenemos que asegurarnos además de que su pie no está cerca del pedal del freno, para que no haya ninguna posibilidad de que, accidentalmente, lo descanse sobre él. Pasamos mucho tiempo asegurándonos que está todo correcto".

Dance deja claro la diferencia de hacer todo este proceso con Alonso frente a otro piloto menos experimentado.

"Sabe exactamente lo que quiere. Te dirá al milímetro lo lejos del volante y los pedales que necesita estar. Los pilotos menos expertos pueden no tenerlo tan claro y decirte que están contentos con los ajustes, para luego darse cuenta de que no está cómo cuando sale a pista".