IndyCar ha puesto los nuevos coches 2018 en pista

El nuevo coche de IndyCar rodó este miércoles en sus primeras pruebas en Indianápolis con el colombiano Juan Pablo Montoya manejando el Chevrolet mientras que el español Oriol Servia estuvo al volante de la versión Honda.

El nuevo coche, que es más ligero que la maquinaria actual, busca reducir la turbulencia y facilitar los adelantamientos entre los competidores. Con todos estos cambios, la categoría espera atraer a nuevos equipos y ayudar a la reducción de costo para los que se encuentran actualmente en la serie para ofrecer una mayor estabilidad presupuestaria. 

Jay Frye, Presidente de Competencia y Operaciones de IndyCar, señaló que era importante crear un coche que no representara un fuerte desembolso iniciar para los competidores. Además de eso, las líneas más simples de la carrocería universal, así como su menor número de partes, lleva a una reducción de costos en cuanto a las piezas de reemplazo.

Sumado a eso, se logró un contrato de costos fijos con Dallara por tres años.

“El costo anual debe ser de 30 a 40 por ciento menos que lo que es el coche actual. Una de las ventajas de tener un coche universal es que somos capaces de negociar un acuerdo como este de tres años, con ello los equipos pueden planificar”. 

Los dueños agradecidos

Un par de dueños de equipo, uno nuevo y un potencial, están de acuerdo en que tener la continuidad en el precio de piezas durante tres años será útil cuando llegue el momento de la planificación a largo plazo.

"Absolutamente", dijo el director del equipo Schmidt Peterson Motorsports, Sam Schmidt, cuando se le preguntó si conocer sus costos por tres años sería beneficio. "Me gustaría verlos hacerlo por cuatro (años)".

“Siempre es bueno poder planear con anticipación. Esto hace una gran diferencia cuando sabes cómo serán las cosas y cuál es el plazo”, dijo Ricardo Juncos, dueño de Juncos Racing.

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