Fórmula E presenta circuito de Shanghái, de los más veloces del mundo

Tras haber sido considerada en el pasado como una posible alternativa a los escenarios urbanos, el verdadero foco de atención de la categoría eléctrica, la Fórmula E aterriza este año oficialmente en Shanghái, China. No es la primera vez que la categoría eléctrica hace una parada en el país asiático, que de hecho también acogió la primera carrera de la serie en 2015 en el circuito urbano de Pekín.

Con el paso de los años, la sede ha ido cambiando y la última vez que la Fórmula E visitó China fue en 2019, cuando corrió en el circuito urbano de Sanya, al menos antes de que la pandemia obligara a parar a todo el mundo del motor. Tras una larga ausencia en los calendarios, China está lista para dar la bienvenida de nuevo no solo a la Fórmula 1, sino también a la Fórmula E, que compartirá la misma pista, concretamente Shanghái.

Mientras que el trazado del Gran Premio de Fórmula 1 se mantendrá sin cambios, el diseño de la pista que acogerá la serie eléctrica ha sido revisado, aunque de forma menos radical de lo que cabría esperar. De hecho, los veintidós pilotos correrán en una variante del circuito de West Long.

El primer sector se mantendrá sustancialmente sin cambios, con el característico "caracol" que dibuja la secuencia desde la primera curva hasta la cuarta. Será un reto interesante para la Fórmula E, que rara vez afronta tramos tan largos y con tales cambios de rasante que ponen a prueba los neumáticos. Del mismo modo, el que será uno de los mejores puntos de adelantamiento de todo el trazado permanece inalterado, a saber, la frenada ligeramente descendente de la curva seis. No habrá, por tanto, uso de la configuración reducida en el interior, pero proporcionará a los pilotos una buena oportunidad tanto para intentar un ataque como para recargar la batería.

Plano de la pista de Shanghai

Foto de: FIA Fórmula E

Esto también significa que la siguiente sección se mantendrá sin cambios. Entre las varias configuraciones posibles, de hecho, estaba la oportunidad de saltarse la curva seis, optando por la ruta que corta desde la curva cuatro hasta la salida de la curva siete, con el añadido de una chicane rápida. En cambio, hasta la curva nueve, la Fórmula E seguirá el mismo trazado que la Fórmula Uno, recorriendo así la zona de alta velocidad donde se hará más patente la falta de agarre de los monoplazas Gen 3. Los monoplazas de nueva generación, de hecho, se centran más en la eficiencia que en la carga pura y, un poco como ya hemos visto por ejemplo en la última curva del circuito de México, en estos tramos de larga distancia los pilotos tendrán que luchar de forma realista con el sobreviraje.

Sin embargo, a partir de la curva nueve, la Fórmula E tomará un camino totalmente diferente: la pista se cortará por el interior, con la adición de una chicane para recargar la batería, antes de volver a la recta principal que conduce a la línea de meta. Como es de esperar, la serie eléctrica no abordará la larga recta que caracteriza a Shanghái, que tendría claramente demasiado peso específico en la energía disponible para los pilotos durante la carrera, incluso si se rompe por un cambio de dirección lento creado artificialmente.

No obstante, la pista de Shanghai estará entre las más rápidas del mundo, a diferencia de los demás circuitos urbanos que caracterizan el campeonato del mundo. Probablemente no alcanzará las velocidades máximas más altas del año, ya que hay circuitos con rectas más largas, como Brasil, el tercer ePrix de la temporada, pero será uno de los más rápidos y desafiantes de todo el calendario.