Vettel y su quinta corona
No hay que dar por terminado a Sebastian Vettel en su afán de ser campeón del mundo con Ferrari. Se puede recuperar en cualquier carrera y llevar a los de Maranello a lo que sueñan con tantas ansias.
Foto de: Simon Galloway / Motorsport Images
"La Fórmula 1 puede ser un deporte muy cruel".
Hace pocos días Ross Brawn dijo esa frase que define el perfil de la categoría y golpea por igual a todos los que están involucrados en ella.
Sebastian Vettel es, tal vez, el más notable integrante que está comprobando lo acertado de esa opinión de Brawn, a diferencia de Lewis Hamilton, que la vive con otro humor luego de ganar cinco títulos.
Se trata de la misma F1 que no pudo retener a Fernando Alonso, quien remarcó que sólo regresaría si le dan un auto para ganar el campeonato.
El caso Vettel y sus altibajos hay que tomarlo con mucho cuidado. Sebastian está cerca de cumplir 32 años y con 4 títulos y 52 carreras ganadas no es precisamente un perdedor dentro de la categoría. Todo lo contrario.
Una de las formas de expresar la "crueldad" de la F1 es ver cómo se lo trata en los medios. La mochila de Ferrari es muy pesada para cualquier piloto, aunque hubo casos como el de Michael Schumacher, que se fue con toda la gloria gracias a su talento pero también a un grupo que manejó y armó la Scudería a medida de él. Fue un caso atípico en la historia del equipo.
Juzgarlo a Vettel solo por sus errores recientes puede sacar del verdadero foco a cualquier analista. Sobre todo teniendo en cuenta que para Sebastian es mucho más importante su vida privada que la pública, como cuenta en las pocas notas que concede. En ellas nunca habla de su esposa Hanna y de sus hijas Emilie y Matilda.
"Obviamente F1 es parte de mi vida pero no la más importante", le dijo al diario inglés The Guardian. La F1 no es "quién soy yo sino lo que yo hago, la F1 no define quién soy", remarcó. "Sería un grave error preguntarme quién soy y responder; piloto de F1".
A veces he comentado como una figura el concepto de chicos malos y chicos buenos dentro del deporte. Está claro que no hablo de gente mala o buena sino de lo rudos que pueden ser algunos a diferencia de otros cuando encaran la actividad. Para mi Vettel estuvo siempre del lado de los chicos buenos, más allá de algunos exabruptos, como los golpes a Hamilton en Bakú, hace dos años, y los desencuentros con Mark Webber, en la época de RedBull.
Casi siempre ganan los malos en F1. Vettel y Nico Rosberg sumaron para el lado de los buenos.
"Soy muy feliz haciendo cosas que a otra gente le aburren, como cocinar, llevar las niñas a la escuela, tomar el metro o un bus". Esta frase se la dijo a The Times y lo define más acertadamente como lo que quiere ser, una persona común.
Justamente eso, ser una persona común le permitirá recuperarse en la faz deportiva, para la cual posee un enorme talento. No deberá cargarse el peso de Ferrari sólo, sobre sus hombros. Sabe que la responsabilidad por varios fracasos proviene también de la gestión técnica y deportiva del equipo.
Por todo esto es que no lo doy por terminado. Se puede recuperar en cualquier carrera y llevar a los de Maranello a lo que sueñan con tantas ansias. No veo imposible una quinta corona antes de su retiro.
Después de todo, el propio Vettel dice que "es normal para mi ser una persona normal". Lo debe aplicar a la faz deportiva de su vida.
Todas las victorias de Vettel con Ferrari
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