Artículo especial

El último título de Ayrton Senna 25 años después

En un memorable Gran Premio de Japón, Ayrton Senna logró forzar el error de Nigel Mansell y se coronó campeón del mundo de Fórmula 1 por tercera vez una carrera antes del final de la temporada 1991.

Ayrton Senna, McLaren Honda, Nigel Mansell, Williams Renault

Foto de: Sutton Motorsport Images

Ayrton Senna
El choque infame de Ayrton Senna y Alain Prost en la vuelta 46
El choque infame de Ayrton Senna y Alain Prost en la vuelta 46
Alain Prost, Ferrari y Ayrton Senna, McLaren chocan en la primera curva
Alain Prost, Ferrari y Ayrton Senna, McLaren chocan en la primera curva
Podio: ganador de la carrera Ayrton Senna, McLaren
McLaren MP4-6 conducido porAyrton Senna
Ganador de la carrera Nigel Mansell, Williams Renault FW14 lleva a Ayrton Senna, McLaren MP4/6-Honda como pasajero
Ayrton Senna, McLaren Honda
Ayrton Senna, McLaren Honda, Nigel Mansell, Williams Renault
Campeón del mundo 1991 Ayrton Senna, McLaren Honda
Campeón del mundo 1991 Ayrton Senna, ganador de la carrera Gerhard Berger, McLaren y CEO Ron Dennis
Ayrton Senna, McLaren Honda, Gerhard Berger, McLaren Honda
Fan japonés disfrazado de Ayrton Senna

El octavo y último campeonato del mundo de F1 para un brasileño cumple este jueves sus bodas de plata: hace exactamente 25 años, Ayrton Senna alcanzaba en el circuito de Suzuka su tercer título en la máxima categoría del automovilismo mundial.

Williams había superado a McLaren en el desarrollo de su coche cuando transcurría la mitad de la temporada, pero Senna era el líder del campeonato en buena parte gracias a sus cuatro victorias consecutivas obtenidas en el arranque del campeonato. En ese momento, Mansell solamente tenía seis puntos contra 40 de Ayrton.

Esa diferencia demostró ser crucial al final de la temporada, ya que a Senna le resultó muy difícil volver a ganar. Lo haría en Hungría y en Bélgica tras una sequía de cinco carreras y esos triunfos resultaron vitales para mantener a Mansell a una distancia segura.

La estrategia en Japón

Llegando a Suzuka con 16 puntos de diferencia en el liderazgo del campeonato, Senna necesitaba sumar solamente cinco puntos para ser campeón en Japón sin importar el resultado de Mansell. O sea, con la tabla de puntuación de aquellos años  (10-6-4-3-2-1), el de Williams debía ganar o ser segundo para mantenerse con posibilidades de ser campeón en el GP de Australia, cierre de la temporada, aunque dependía del resultado de Senna.

Pero la estrategia de McLaren para el GP fue bien elaborada. Con los avances realizados en el MP4/6 de Senna y Berger, el equipo planeaba que el austriaco se escapara en la punta mientras Ayrton mantenía detrás a los Williams de Mansell y de Ricardo Patrese. Era la misma táctica planeada para el GP de España, disputado tres semanas antes, solo que en Catalunya, Senna y Berger no tuvieron el ritmo necesario en sus coches. En Suzuka, la casa de Honda, la situación sería muy diferente.

Y a modo de agradecimiento por los servicios prestados, Ron Dennis, jefe de equipo de McLaren, había arreglado con Senna que, de ser posible, la victoria sería de Berger, gran amigo del brasileño, que aún no había ganado con McLaren.

La carrera

En principio, la estrategia funcionó. Berger logró la pole por segunda carrera consecutiva y mantuvo el liderato en el inicio, mientras Senna tenía a Mansell detrás. El inglés intentó de todo para pasar a Ayrton, ya que sabía que debía hacerlo rápidamente para que Berger no se escapara. Sin embargo, Mansell veía que no podía con Senna y pronto llegó al error.

En la vuelta 9 el inglés entró demasiado rápido en la primera curva y puso las dos ruedas del lado izquierdo de su coche fuera de la pista. Mansell perdió instantáneamente el control de su Williams y fue a parar a la gran trampa de grava ubicada en ese sector. En medio del polvo, el "León" intentó acelerar, pero su FW14 estaba atascado y sólo saldría de allí remolcado.

Con el título asegurado, Senna quiso demostrar al mundo que era el mejor piloto de la Fórmula 1. Fue con todo hacia Berger, quien sin resistencia lo dejó pasar. El austriaco buscó mantenerse cerca de Ayrton, girando en tiempos de vueltas similares. Sin embargo, con la rotura de un escape de su motor Honda, perdió potencia y debió empezar a cuidar su máquina.

Pero aquella carrera le pertenecía a Berger, si bien quizás en no lo sabía: Senna hizo la ultima vuelta lentamente y dejó pasar a su compañero de equipo a pocos metros de la bandera de cuadros..

Las críticas a la FIA

Después de celebrar en el podio de Suzuka al lado de Berger y de Riccardo Patrese (finalizó tercero), Senna fue duro en la conferencia de prensa posterior a la carrera. Criticó a la FIA y Jean-Marie Balestre, presidente de la entidad, responsables de su desclasificación del GP de Japón en 1989 tras el polémico accidente con Alain Prost seguido de un retorno a la pista por una zona de escape prohibida. El castigo le privó a Senna la oportunidad de ser el campeón de ese año.

Senna también habló del título de 1990, el cual ganó después de golpear a Prost en la primera curva del GP de Japón. Admitió que el accidente había sido deliberado, pero dejó en claro su frustración con el hecho de que la pole position había sido cambiada para el lado sucio de la pista en aquella ocasión.

Futuro prometedor y final abrupto

A pesar de aquellas declaraciones polémicas, Senna era el gran nombre de aquella era de la Fórmula 1. No había dudas, con su tercer título en cuatro años, Ayrton era el piloto a batir.

Por eso, a los 31 años de edad, ¿quién podía ponerle techo al brasileño? Por desgracia, ese tercer título, el octavo de Brasil en la F1, sería el último. Perjudicado por la supremacía de Williams en los dos años siguientes, Senna nada pudo hacer para evitar la consagración Mansell en 1992 y de Prost en 1993.

En busca de ese éxito perdido fue que firmó con Williams para 1994, pero el coche que él mismo consideraba como "de otro planeta", ya no existía más.

De todos modos, el accidente de la sexta vuelta del GP de San Marino de ese '94 le puso fin a la vida de Senna y por ese capricho del destino terminó en los libros de historia con solo tres títulos mundiales.

Hoy, a 25 años del día en que se consagro por última vez como campeón del mundo, su reinado se mantiene intacto gracias a la pasión que aún despierta entre los aficionados del deporte motor.

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