'Spa obliga a Ferrari a dejar pudores para Monza', por Adrián Puente

Quedar afuera en “La Source” cuando se inicia la carrera puede cambiar completamente las reglas de juego en Bélgica. Es como un distribuidor de posibilidades. Le pasó a Max Verstappen intentando por dentro, y le sucedió a Sebastian Vettel optando al revés. Perdió el segundo lugar, volvió rápido a la pelea, pero Charles Leclerc ya estaba en otra historia.

Intentó ir sobre su compañero luego del safety car, pero el apuro lo llevó a dos bloqueos casi simultáneos en la misma “La Source”, y otra vez a quedar vulnerable ante un Lewis Hamilton que estaba agazapado. En ese momento, todos los esfuerzos del alemán fueron en vano. Allí quedó establecido para quien quedaba reservado el sacrificio.

A partir de ese arranque, Leclerc quedó ante su mejor escenario, pero con la incógnita de saber, si el motor como en Bahrein, o los neumáticos como en Austria, podían jugarle una mala pasada. Algo de eso ocurrió, especialmente al final con el juego de medios que lo llevó hasta el giro de la bandera a cuadros. Arribó con un margen apenas superior al segundo respecto de Hamilton. Inútil es la teoría de que alguna vuelta adicional habría cambiado el desenlace. Los autos salen configurados con una precisión quirúrgica. Muchas veces puede ser una vuelta menos, pero nunca una de más.

El legendario circuito de Lieja alteró el orden natural de los hombres de Maranello. Por fin Ferrari fue pragmático, y es más, sostuvo todo lo posible al piloto alemán delante de Hamilton para darle oxígeno a la estrategia de Leclerc, incluso dejando pasar al monegasco, cuando la reacción a los mismos neumáticos era completamente dispar.

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Para Ferrari, Spa Francorchamps deja dos ventanas abiertas. Primero que el potencial del motor es indiscutible, que allí vuelve a estar su fortaleza. Segundo que la relación de esa potencia con la gestión del neumático, es crítica. Vettel lo padeció antes que nadie, y Leclerc tuvo que negociar su ritmo hasta agitar los peores fantasmas de Spielberg.

Pensando en Monza, con una abrasión medio-alta y temperaturas relativamente elevadas, Mattia Binotto deberá pensar como trabajar este déficit preocupante, y más allá de la cita de local será una asignatura obligada para la última parte del año, si desea pelear ante los Mercedes.

Momento clave del año. La carrera de casa siempre es divisoria de aguas en la historia del “Cavallino”. Este triunfo revitaliza el campeonato, y alienta como nunca a la masiva afición ferrarista. Pero obliga a dejar los pudores. Leclerc fue siempre superior a Vettel, y el laboratorio de Spa, no sólo lo ratifica, además exige un rotundo cambio de rumbo estratégico si es que Ferrari, quiere seguir en el ring de la definición.

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