Rosberg, ante el desafío de legitimar su futura corona

Desde el gran premio de Austin, Nico Rosberg no hace más que especular. Lo negó siempre, pero lo hizo sistemáticamente. Bordeó el pánico en Brasil ante la lluvia, pero sobrevivió a las inclemencias y a Verstappen. Hasta en Malasia, con el abandono de Hamilton, se replegó, llegó tercero y acordó el negocio. No es ilegal, pero es la realidad que hasta el propio Mercedes se negó a reconocer…

El Circuito de las Américas, el Hermanos Rodríguez e Interlagos, mostraron a Hamilton en su única lógica posible, ganar, ganar y ganar… Abu Dhabi no será la excepción para quien tal vez deba entregar la corona de los últimos dos años. Para Nico Rosberg, los Emiratos proponen el desafío. Arriesgar ó volver a especular, esa es la cuestión…

En las últimas tres citas, el alemán reguló desde el viernes, no expuso su auto a nada. Motor, caja, electrónica, frenos, carrocería y suspensiones a resguardo. Ninguna osadía, ningún paso más grande del que se podía dar. Sólo movimientos cash y a cobrar, con una sonrisa cómplice a los cronistas de turno…

El circuito de Yas Marina no tiene elevación, es llano, eximido de lluvias, previsible… Apenas un elemento de color, con un bajo rango de dificultad, la exposición a la bajada del sol, una folklórica convivencia con el atardecer. Altas temperaturas, pero bajos niveles de humedad, casi un paraíso para el candidato al titulo, que ruega para que nada se complique.

Ante este panorama, Hamilton no sólo debe ganar, también debe forzar al error a Rosberg, pero para ello deberá tenerlo cerca. Como estrategia, no será conveniente perderse en el horizonte del desierto, tendrá que generar un acercamiento. Su rival alemán, tal vez vuelva a jugar con conservar el liderazgo en la tabla ó bien ganar la carrera sin discusión, para intentar convertirse en un campeón un poco más digno.