Después de horas de reunión, pilotos deciden seguir adelante en Arabia

El Gran Premio de Arabia Saudí seguirá adelante incluso tras horas de deliberación sobre la crisis entre los pilotos de la Fórmula 1.

Las llamas del incendio en la refinería en Yeda iluminan el cielo cerca del circuito

Foto de: Sam Bloxham / Motorsport Images

Al final de la primera sesión de entrenamientos libres, se produjo una gran explosión a menos de veinte kilómetros del circuito. Un ataque por parte de los rebeldes Houthi parecía ser la causa inmediata y esto provocó un susto en el paddock, aunque los líderes comunicaron inmediatamente que continuarían con el fin de semana de carreras "con normalidad".

Los pilotos recibieron este mensaje antes de la segunda sesión de entrenamientos, que se retrasó 15 minutos, por una reunión de emergencia antes de iniciar la única práctica nocturna del viernes. 

La Fórmula 1 convocó una reunión extraordinaria a las 10 de la noche, hora local, tras la cual el director general de la F1, Stefano Domenicali, y el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, hicieron público un comunicado. Ambos reiteraron que el Gran Premio seguiría adelante y añadieron que la decisión había sido tomada por unanimidad por los equipos de Fórmula 1, lo cual parecía cerrar el asunto por el momento, pero nada más lejos de la realidad.

Toto Wolff, jefe de Mercedes F1, advirtió que si bien los jefes de equipo habían establecido seguir adelante por unanimidad, la situación podría ser diferente en otros frentes. 

La reunión informativa habitual de los pilotos, celebrada el viernes por la tarde, se prolongó considerablemente en el circuito de Jeddah Corniche, durante la cual los pilotos discutieron la situación de la seguridad y la continuación de este fin de semana de carreras. La reunión suscitó dudas entre varios conductores y, por tanto, se prolongó hasta las 0.20 horas (hora local). Domenicali, Ross Brawn y varios jefes de equipo entraron y salieron varias veces para hablar con los pilotos.

Tras más de tres horas y media de reuniones, la mayoría de los pilotos abandonaron el complejo por la puerta trasera y George Russell, como presidente de la GPDA, se dirigió a otra reunión de Domenicali con los jefes de equipo. Poco después, uno de esos jefes de equipo, Christian Horner para ser exactos, anunció a la prensa reunida: "Vamos a correr", lo que significa que la carrera del GP de Jeddah seguirá adelante.

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