La complejidad oculta en la reparación de Red Bull en Hungría

El accidente de Max Verstappen camino a la parrilla de salida en el circuito de Hungaroring proporcionó a su equipo 20 minutos de drama de alto riesgo mientras se disponían a reparar los daños de su monoplaza y el resultado dejó incluso a los rivales sacudiendo sus cabezas con incredulidad.

Otros creyeron firmemente que el error sería tan costoso que no podría ser reparado en la parrilla, y Mercedes incluso se lo dijo a Lewis Hamilton. Esto fue seguido más tarde por el británico mostrando por radio su sorpresa de que Verstappen estaba en la carrera, y más aún detrás de él en la pista.

Todo tranquilo en un mar de pánico

Mientras Verstappen se alejaba de la escena de su accidente en la curva 12, era obvio que se necesitaba un gran trabajo de reparación. Al menos el equipo sabía que el brazo de la dirección estaba roto y la rueda de ese lado del coche claramente se movía independientemente del otro.

El holandés inmediatamente se comunicó por radio con su ingeniero, Gianpiero Lambiase, y le explicó su error: "Lo llevaré de vuelta a los boxes, espero".

Crucialmente, Verstappen recibió la orden de ir directamente a la parrilla y no al pitlane.

Verstappen, Red Bull Racing, baja de su monoplaza tras haber chocado.

Photo by: Steven Tee / Motorsport Images

Tan pronto como el coche se detuvo en su cajón de la parrilla, los mecánicos entraron en acción. Y, sin perder un momento, como sólo faltaban 19 minutos y 32 segundos para la vuelta de formación, empezaron a desmontar la esquina delantera izquierda del auto.

El equipo tuvo que reemplazar tanto el brazo de la dirección como la varilla de empuje, dos elementos que presentan desafíos en el RB16 que lo hicieron una operación particularmente difícil.

Observando desde la pared del box, mientras el equipo intentaba prepararse para la carrera de manera normal, el director del equipo, Jonathan Wheatley, se mostró abatido al conversar con Helmut Marko sobre sus posibilidades de éxito. "Tendremos que hacerlo más rápido de lo que lo hemos hecho nunca", reflexionó.

A 16 minutos del inicio de la vuelta de formación, y con el himno nacional sonando en todo el circuito, los mecánicos ya habían desconectado el extremo interior de la varilla de empuje y se ocupaban de uno de los aspectos más difíciles de esta operación: la conexión del brazo de dirección interior.

Red Bull Racing RB16 front suspension

Photo by: Giorgio Piola

Red Bull Racing RB16 front suspension

Photo by: Giorgio Piola

Esto fue especialmente complejo porque el montaje de la dirección en el RB16 tiene una ubicación novedosa, metido más atrás dentro del mamparo del chasis, en lugar de en la parte delantera como todo el mundo (imagen superior, flechas inferiores).

Con menos de 15 minutos para el final, y el extremo interior desprendido del auto, los mecánicos comenzaron a desmontar el extremo exterior. Esto una vez más resultó ser difícil, ya que todo el carenado del conducto de los frenos debe ser removido para poder acceder a la varilla de empuje y a las conexiones de la dirección.

Suspensión delantera en el Red Bull RB15.

Photo by: Giorgio Piola

Este desafío se hizo mucho más difícil por el uso de una agresiva solución de empuje en posición vertical por parte del equipo, que desplaza la varilla de empuje de la posición vertical (imagen superior, con flecha).

Ahora, a menos de 12 minutos para tener todo listo, el ingeniero jefe Paul Monaghan -que había estado supervisando cuidadosamente este proceso orquestado de desmontaje y reconstrucción- revisó visualmente las partes que quedaban en el coche. Luego pidió un equipo que analizara más a fondo esas partes para determinar la tensión causada por el impacto con la defensa de neumáticos.

Verstappen regresó de las ceremonias previas al gran premio, subió de nuevo a su RB16 y comenzó a atarse a sí mismo a sólo 10 minutos de la vuelta de formación, en cuyo momento todavía había cuatro o cinco mecánicos trabajando diligentemente en la suspensión delantera izquierda. Con la hora límite acercándose, la presión estaba aumentando.

Mechanics rush to replace the damaged front wing of Max Verstappen, Red Bull Racing RB16

Photo by: Mark Sutton / Motorsport Images

Mechanics rush to replace the damaged front wing of Max Verstappen, Red Bull Racing RB18

Photo by: Mark Sutton / Motorsport Images

Con ocho minutos para el final, y el último perno puesto en el extremo interior del ensamblaje de la varilla de empuje, el monoplaza estaba ahora estructuralmente completo una vez más, pero continuaba la carrera para volver a montar el ensamblaje del conducto del freno, volver a colocar el vanity panel (que cubre los elementos de la suspensión), instalar el alerón delantero y apoyar nuevamente las cuatro ruedas sobre la pista.

Mientras el reloj marcaba cinco minutos para la vuelta de formación, el punto en el que todo el trabajo debe ser completado y el equipo debe empezar a salir de la parrilla, los últimos pernos de retención fueron puestos en el vanity panel y el conducto de freno.

Con 26 segundos para el final, el trabajo estaba hecho. Verstappen, ahora completamente atado al auto y listo para salir, elogió a sus mecánicos por la alucinante hazaña que acababan de realizar: "Bien, sólo quería decir que es un trabajo increíble, chicos, es increíble. Muchas gracias", dijo.

Viaje a lo desconocido

Cuando se quitaron las mantas de los neumáticos y el auto fue bajado a la pista, se notaba claramente un aire de inquietud. Si bien los mecánicos habían hecho su mejor esfuerzo para reparar el coche, habían estado contra el reloj y por lo tanto podrían haber cometido errores al volver a montar las cosas.

Pero todo parecía estar bien durante la vuelta de formación y Verstappen mostró su fe en el trabajo que había hecho el equipo al no dejar nada sobre la mesa al principio. Rápidamente subió al tercer puesto después de atacar en el camino a la primera curva y finalmente terminó en segundo lugar.

Max Verstappen, Red Bull Racing RB16, pitstop

Photo by: Red Bull Content Pool

Max Verstappen, Red Bull Racing RB16, pitstop

Photo by: Red Bull Content Pool

No hubo descanso para los mecánicos que habían hecho el milagro, ya que tuvieron que volver a rendir poco después porque la pista seca significó que Verstappen, que lideró brevemente la carrera, ¡necesitó cambiar sus neumáticos intermedios por slicks! Por tercera carrera consecutiva, los hombres de Red Bull entregaron la parada en boxes más rápida.

Lo que el equipo de Milton Keynes realizó antes del comienzo en Hungría nos ayuda a recordar que la F1 es un deporte de equipo, siendo cada miembro crucial en el funcionamiento del coche y el éxito de los pilotos. Mientras Verstappen se mostraba eufórico por estar en el podio, podías ver que realmente quería que cada uno de esos mecánicos estuviera ahí arriba con él, celebrando lo que parecía casi inconcebible antes de que la carrera se pusiera en marcha...

Una merecida celebración

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