Pirelli solo puede subir las presiones ante el peralte de Zandvoort

Como parte de la renovación necesaria para que el recinto esté a la altura de los estándares de la Fórmula 1, se está reconstruyendo la curva final de la pista, que tendrá una inclinación del 32%, con una diferencia de altura de más de cuatro metros entre la parte superior de la pista y la inferior.

La inclinación será del doble que la de las curvas de Indianápolis (16.2%), una situación que causó problemas en 2005, cuando todos los pilotos de Michelin tuvieron que retirarse de la carrera.

El director de Motorsport de Pirelli, Mario Isola, dijo que su empresa es consciente de los retos que traerá la última curva, pero que hay cosas limitadas que puede hacer para asegurar que no se presenten inconvenientes. 

"Lo único que podemos hacer es reaccionar con la presión, y tendremos que aumentar la presión inicial", dijo Isola.

"Si nos fijamos en la normativa, estamos obligados a mantener la misma construcción y las mismas especificaciones durante todo el año, por lo que no podemos diseñar un neumático para ese peralte, y no podemos diseñar una construcción específica para Zandvoort. Así que la única posibilidad es tratar de manejar las prescripciones en términos de combadura y presión".

Pirelli ha obtenido datos de Zandvoort sobre los cambios planeados en el circuito, y ya ha realizado simulaciones sobre las tensiones adicionales que traerá el nuevo reto. 

Isola añadió: "También hemos hecho una simulación del circuito completamente plano y con la inclinación, de modo que se puede ver la diferencia en términos de carga adicional en el neumático. Eso era lo que teníamos en mente para calcular.

"Pero ahora, para hacer una investigación apropiada, necesitamos recibir la simulación de los equipos y luego estaremos en posición de definir la presión necesaria”.

La crisis de Michelin en el GP de Estados Unidos 2005:

El complicado fin de semana del GP de Estados Unidos 2015 tuvo su punto de quiebre con el accidente del alemán Ralf Schumacher, Toyota, quien se impactó en la curva 13 luego de que su neumático trasero izquierdo Michelin reventó.

El incidente pudo haber pasado como otro más, de no haber sido porque ya existía información de una alta degradación en la zona del óvalo, lo cual afectó más a los neumáticos Michelin, dado que Bridgestone, a través de su filiar Firestone, recabó información procedente de IndyCar.

El incidente se repitió con Ricardo Zonta, lo cual encendió las sirenas en la marca francesa. Michelin de inmediato realizó pruebas e informó a las escuderías que usaban sus neumáticos en aquel tiempo (siete de las diez de la parrilla) que no podía garantizar la efectividad de la goma ante la alta degradación.

Durante el fin de semana, la FIA y Michelin, pero también Bernie Ecclestone intentaron solucionar el problema, pero las propuestas de la marca francesa no fueron las que los máximos dirigentes de la F1 esperaban.

En aquel año, se eliminaron las paradas de pits con cambio de neumáticos y se estableción que el compuesto utilizado el sábado en calificación, debía montarse el domingo. Dada esta situación, Michelin tenía el temor de que varias gomas reventaran y, por ello, pidieron a la FIA un permiso especial para cambiar de compuesto, mismo que le fue negado.

La última opción de Michelin fue pedir a la FIA colocar una chicane en la curva 13 para reducir la degradación de los neumáticos, otra petición que fue rechazada por el organismo regulador. Ante ello, los equipos que calzaban la marca francesa decidieron tomar parte de la parrilla, pero antes de concluir la vuelta de formación retirarse de la carrera.

Mientras en la parrilla se formaban únicamente los seis monoplazas con neumáticos Bridgestone, el resto de los competidores se retiraba de la carrera.

En la parrilla, solo seis vehículos se alinearon, los dos Ferrari de Michael Schumacher y Rubens Barrichello, los Jordan de Tiago Monteiro y Narain Karthikeyan, junto con los Minardi de Christijan Albers y Patrick Friesacher, todos ellos equipados con Bridgestone.

A pesar de que la carrera se largó, los fanáticos se mostraron molestos al ver un espectáculo de solo seis monoplazas, con los Ferrari claramente superiores al resto.

Durante el resto de la carrera las quejas llegaron a tal punto que, algunos aficionados, lanzaron objetos de plástico al circuito.

Gran parte del público prefirió retirarse de la carrera. Algunos de ellos solicitaron su reembolso y Michelin corrió con ese gasto, pero también tuvo que regalar 20 mil entradas para la edición de 2006 en compensación.

La carrera se completó en la distancia pactada y Ferrari logró un 1-2 con Schumacher y Barrichello. Tiago Monteiro se llevó el tercer sitio, mismo que festejó como una victoria, y no era para menos, ya que fue su único top 3 en el Gran Circo.

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