Opinión: Por qué Ferrari puede volver a sonreír tras perder el título

Fue una buena victoria para Ferrari y una dolorosa derrota para Valtteri Bottas y Mercedes.

Habían superado las expectativas el sábado arrebatando a Sebastian Vettel la pole position después de que el alemán hubiera logrado el mejor tiempo provisional.

Pero el domingo, la carrera quedó decidida en la salida. Vettel tuvo un arranque mucho mejor y fue suficiente para imponerse a Bottas en la carrera, ya que el que llega primero a la primera curva, en Interlagos, tiene mucho que ganar.

Max Verstappen no pudo atacar en la curva 1 como había hecho en México porque la cuarta plaza del trazado brasileño tiene doble pintada, dado que la línea de meta está justo delante de sus ruedas traseras. Eso te hace estar al borde del agarre. 

Así que Vettel tuvo el control de la carrera desde el primer stint y Bottas nunca pareció tener respuesta.

Mercedes hizo un intento especulativo de undercut en la vuelta 27, pero el margen que había este fin de semana con estos compuestos Pirelli era muy pequeño, de seis décimas, así que Vettel se cubrió entrando un giro más tarde.

La victoria de Vettel es la quinta de la temporada, lo cual es esperanzador para la Scuderia de que han creado un coche capaz de luchar por la pole y lo han desarrollado durante todo el campeonato.

Como punto de referencia para el próximo año, eso es bastante bueno. Todas las miradas estarán puestas en Mercedes para ver si siguen con su larga distancia entre ejes o si hacen algo diferente en 2018.

Red Bull está acabando la temporada con fuerza (incluso aunque en Interlagos su déficit de motor quedó en evidencia) y seguramente la próxima temporada pueda ganar carreras con cierta frecuencia.

Massa y Alonso rememoran viejos tiempos con su batalla en mitad de parrilla

Felipe Massa tuvo una decepcionante carrera el año pasado tras sufrir un accidente con el Williams en la lluvia, pero este domingo tuvo una buena pelea contra Fernando Alonso frenándole a él y a Sergio Pérez, de Force India.

Massa salió detrás de los dos en parrilla, pero tuvo una buena salida y Pérez y Alonso se molestaron entre sí, por lo que pudo adelantar al mexicano. Luego pasó a Alonso en el reinicio de la carrera cuando se fue el Safety Car y McLaren ni intentó el undercut en las paradas. De hecho, Alonso paró una vuelta más tarde.

Pérez, mientras tanto, llevó a cabo una extraña estrategia que lo llevó a hacer un stint más largo que ambos y no pudo hacer nada con la ventaja de neumáticos que tuvo.

Hamilton aprovecha la potencia del nuevo motor

Lewis Hamilton realmente animó la carrera con una remontada muy buena desde el pit lane hasta el cuarto puesto. Lideró durante unos momentos, y era la primera vez que alguien lograba ponerse primero saliendo desde el pitlane desde que él mismo lo hiciera en 2014.

Hizo muchos adelantamientos gracias a tener la oportunidad de aprovechar el motor de última generación, o al menos una nueva unidad de potencia que no tenía la misma especificación que la anterior.

Valió la pena, ya que le dio muchas opciones de adelantar y parece que tendrá un fin de semana dominante en Abu Dhabi dado que todos los demás estarán al límite de motores al final de la temporada.

A veces incluso era 25 km/h más rápido que el coche al que estaba adelantando, con DRS y rebufo.

Es más que raro que un piloto pueda hacerlo con estos motores modernos, y el año que viene tendrá que ser aún más cuidadoso con solo tres motores para la temporada.

Su búsqueda del podio fracasó por dos momentos: la segunda vez que tuvo que pasar a Lance Stroll y perdió tiempo, y luego repitió dos bloqueos al final de la carrera en la curva 1.

Aunque eso permitía adivinar que las gomas superblandas de su Mercedes estaban empezando a agotarse, también parecían al límite en el ataque a Raikkonen en las vueltas finales.

El Ferrari tenía mejor ritmo en el sector medio y eso hizo que Raikkonen empezara el largo camino en subida con suficiente margen para mantener a Hamilton detrás.