Norris no hizo trampa en un test de COVID-19, aclara McLaren

El vídeo corto editado que apareció en las redes sociales mostraba a ambos trabajadores de McLaren llegando a las puertas del Red Bull Ring y deteniéndose después de que el sensor de temperatura diera una cifra alta.

Luego, ambos enfrían sus frentes con botellas de agua antes de pasar la prueba nuevamente y acceder a la pista.

El video provocó que algunos cuestionaran si habían intentado engañar al sistema y superar las medidas de seguridad del circuito a pesar de tener una temperatura corporal elevada.

Sin embargo, McLaren ha aclarado que el video editado no revela las verdaderas circunstancias de lo que sucedió, y el equipo ha insistido en que se está tomando muy en serio los protocolos del coronavirus.

El incidente ocurrió el jueves y no el sábado, como se había sugerido en redes sociales.

Norris y su entrenador habían estado charlando al sol durante 10 minutos antes de dirigirse hacia la entrada, y cuando se les tomó la temperatura de sus frentes, dieron unos 50ºC, lo cual es impensable.

Se estima que la temperatura corporal normal es de 37ºC y que a partir de 44ºC una persona se muere, por lo que estaba claro que había habido un error.

Hablando con la oficial de la pista, el entrenador de Norris pidió una revisión de la sien o del oído interno para una lectura más precisa, y luego explicó cómo la temperatura de la frente puede variar tanto. Se aplicaron una botella de agua fría para explicar más detalladamente la teoría.

La chica encargada de la medición volvió a tomarles la temperatura después de aplicarse la botella y se registró unos 30ºC, lo cual tampoco es posible, porque está por debajo de lo que se consideraría una emergencia.

Al final, a Norris y a su entrenador se les tomó la temperatura en la sien y ambos estaban dentro de un rango normal.

McLaren ha hecho test exhaustivos a todo su equipo, incluidos los pilotos, durante más de cuatro semanas, y ha instaurado una serie de protocolos rigurosos para minimizar las posibilidades de un brote si alguien se infecta. Algunas de sus medidas van incluso más allá de las que exige la FIA.

Tanto Norris como su entrenador estuvieron entre los que pasaron un test de COVID-19 el lunes de la semana del GP de Austria, y nuevamente otros dos el miércoles, para asegurarse de que estaban libres del virus antes de arrancar el fin de semana de carrera.

La F1 ha realizado alrededor de 6000 pruebas hasta ahora en los presentes en Austria durante los primeros dos grandes premios de la temporada, y hasta ahora no hay ningún caso de positivo.