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El McLaren que puso fin a la carrera de Mansell

En mayo de 1995, Nigel Mansell puso fin a su trayectoria en la Fórmula 1 al encontrarse con un McLaren poco competitivo. A continuación te explicamos como era ese monoplaza.

Nigel Mansell, McLaren MP4-10 Mercedes

Foto de: LAT Images

El Gran Premio de España de ese año marcó su salida final en la Fórmula 1 después de haberse unido al equipo de Woking a principios de año para un regreso a tiempo completo.

Pero al verse obligado a perderse las dos primeras carreras del año, su temporada terminó después de España, y ahora analizaremos lo que salió mal.

Mansell esperaba competir por Williams en el 1995 luego de ser reclutado para reemplazar a Ayrton Senna en los Grandes Premios de Francia, Europa, Japón y Australia de 1994, ganando la última carrera del año en Adelaida.

El equipo con sede en Grove había decidido, sin embargo, que quería mantener a David Coulthard junto a Damon Hill esa temporada, dejando a Mansell fuera de combate.

Su compromiso de dejar IndyCar y regresar a la Fórmula 1 había requerido un esfuerzo considerable para desentrañar varios contratos y significó, una vez más, una agitación significativa para su familia.

Una reunión casual con Ron Dennis a finales del 1994 tuvo más peso a partir de ese momento. Dennis había hablado sobre trabajar con Mansell, pero esperaba, como la mayoría lo hizo, que Williams fijara su posición sobre él.

Después de firmar, Mansell descubrió que McLaren no era tan competitivo en ese punto como él lo hubiera esperado, y estaba como el resto de los integrantes de la parrilla, tambaleándose por los trágicos eventos de 1994 y los cambios posteriores a las regulaciones técnicas que se introdujeron para mejorar notablemente la seguridad.

Además de esto, hubo aún más agitación en la parte del motor con un cambio a Mercedes-Benz: su tercer socio en tres temporadas. Honda se había ido a fines de 1992, Cosworth fue una solución provisional para 1993 y la asociación con Peugeot en 1994 no había sido un éxito. Se había acercado a un acuerdo con Chrysler para 1993 por su Lamborghini V12 rebadged, que había entusiasmado a Senna y Hakkinen.

Mecánicos de McLaren con el motor Chrysler

El Lamborghini V12 había impulsado al equipo Larrousse durante 89, 90, 92 y 93, pero Chrysler, su empresa matriz, buscaba asociarse con un nombre más grande en el deporte y lo intentó con McLaren. 

Ayrton Senna prueba el motor Chrysler en un McLaren MP4/8 ajustado

McLaren evaluó el motor Lamborghini con insignia de Chrysler durante una prueba en Estoril en un chasis MP4-8 adaptado. Según los informes, Senna quedó impresionado por el motor, en comparación con el Ford que había usado durante 1993, ya que tenía más potencia a su disposición. Recomendó que se realizaran algunos cambios para mejorar la capacidad de conducción.

Mika Hakkinen en un McLaren MP4/8 con el motor Chrysler/Lamborghini V12

Más tarde, Hakkinen volvería a probar el automóvil en Silverstone con algunos de los cambios realizados en función de los comentarios de los pilotos de McLaren. 

El motor Ford en un de los McLaren MP4-8

Tras la retirada de Honda, McLaren se vio obligado a buscar otro motor y se decidió por el Ford V8, pero sabía que le faltaba potencia y desarrollo para mantenerse al día contra Renault y Ferrari. 

El motor Peugeot en un McLaren MP4-9

En busca de un acuerdo de motor que pudiera impulsarlo de nuevo, McLaren se acercó a Peugeot para 1994.

Motor Mercedes en un McLaren MP4-10

Por cuarto año consecutivo, McLaren comenzaría la temporada con un motor diferente, pero esta vez con Mercedes a bordo, con quienes esperaba no tener que buscar un nuevo socio en el corto plazo.

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Sin embargo, la continuidad del suministro del motor fue solo uno de los problemas de McLaren, ya que el MP4/10 no era un chasis que ofreciera el rendimiento necesario para que el equipo, o Mansell, pudieran pelear al frente.

Esto se convirtió en algo insignificante en comparación con su mayor problema: Mansell no tenía suficiente espacio en la estrecha cabina. De hecho, tales eran sus problemas que no podía conducir el monoplaza por más de unas pocas vueltas antes de presentar una molestia.

Mark Blundell fue reclutado y se hizo cargo de las tareas de manejo mientras el equipo preparaba un nuevo monocasco para Mansell, uno que pudiera acomodarse a su estilo. El problema no era solo su estructura, sino la forma en que conducía, necesitando más espacio para aprovechar la fuerza de la parte superior de su cuerpo.

McLaren MP4/10 Nigel Mansell cockpit

McLaren MP4/10 Nigel Mansell cockpit

Photo by: Giorgio Piola

Los cambios necesarios para poner a Mansell detrás del volante no fueron tarea fácil para McLaren, ya que el chasis necesitó numerosas modificaciones para ampliar las secciones donde se necesitaba más espacio.

Sin embargo, después de solo dos carreras, el MP4-10B estaba listo, con Mansell capaz de tomar el volante en San Marino.

Había esperado que los cambios para acomodarlo también pudieran haber influido en el rendimiento, pero lamentablemente no fue así.

Incluso con más espacio en la cabina y más libertad para expresar su estilo de conducción, no pudo superar algunas de las idiosincrasias incorporadas en el vehículo, y sabía que forzar el desarrollo para solucionar estos problemas solo empeoraría la vida de McLaren.

Las mayores victorias de Mansell se produjeron cuando tuvo un monoplaza que le proporcionó el tipo de comportamiento que buscaba en la parte frontal (sobreviraje) y que combinaba con su estilo de lucha con los neumáticos.

En su manejo frenaba profundamente en una curva y giraba el auto con un gran movimiento, pero el MP4-10 simplemente no se comportaba de esa manera y simpatizaba más con un piloto al que le gustaba el subviraje.

Hakkinen, su compañero de equipo y quien era más joven, estaba más preparado para lidiar con este problema, como lo demostraba la hoja de tiempos. Pero Mansell estaba en un punto de su carrera en el que sabía que incluso si cambiaba su estilo para adaptarse, todavía estaría fuera del ritmo en comparación con los equipos líderes.

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McLaren MP4-10 1995 overview

McLaren MP4-10 1995 overview

Photo by: Giorgio Piola

El monoplaza tenía una serie de características distintivas que lo diferenciaban de sus rivales, ninguna más notoria que el ala central del equipo, colocada sobre la cubierta del motor y justo detrás de la apertura que todos los equipos debían tener alrededor del airbox para disminuir la producción de potencia de sus motores

El equipo también tenía una nariz de aspecto muy diferente, con una disposición de estilo de aguja alta que esperaba ayudaría a conducir el flujo de aire debajo y alimentaría el piso, que también tenía modificaciones después de lo sucedido con el trágico accidente de Ayrton Senna.

Al final, sin embargo, Mansell sabía que el MP4-10 ni siquiera estaba cerca de ser competitivo, por lo que la opción de pelear por otro campeonato estaba lejana. Su última aparición terminaría con un abandono ya que en el GP de España regresó a los boxes convencido de que algo en el auto estaba roto.

Fue un final cruel para un piloto que había sido campeón y tenía 31 victorias en su historia.

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