¿El mejor debut en la historia moderna de la F1?

Curiosamente, como ocurriría también en 2013, la carrera siguiente a un retiro de Michael Schumacher, pues tuvo dos, acabaría por ganarla el mismo piloto. En 2007, ad portas de su temporada más importante, era su sucesor, como había quedado expreso en el podio de Monza un año atrás, cuando le pasó la antorcha antes de anunciar que se despediría de la Fórmula 1.

Sin embargo, en los retrovisores de Kimi Raikkonen en Melbourne al año siguiente, se dio desde los primeros metros de la carrera uno de los estrenos más impresionantes, tal vez el más. Lewis Hamilton debutaba con McLaren en el Albert Park, midiéndose dentro del mismo equipo con el listón más alto posible del momento, el bicampeón reinante, Fernando Alonso.

Hamilton salía cuarto, Alonso segundo, fueron menos de tres décimas a favor del español, pero el entonces campeón de la GP2 le adelantaría por fuera en la primera frenada. El orden se mantendría entre ellos hasta la segunda ronda de paradas en boxes, en la que Alonso se puso por delante aprovechando dos vueltas extra de combustible respecto a su coequipero.

Allí prácticamente acabó la lucha entre ellos por ese día, pues en realidad apenas empezaba. Hamilton conseguía subir al podio en su debut, algo que había ocurrido en ese mismo escenario once años antes con Jacques Villeneuve, quien iba camino de ganar en su estreno con el dominante Williams hasta que una fuga de aceite lo obligó a levantar el pie.

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Villeneuve había dominado a Damon Hill todo el fin de semana en ese 1996 y aunque el piloto de segunda generación sería el campeón del mundo ese año, no era el referente del momento. No el mismo tipo de listón que era Alonso para Hamilton en 2007.

Hamilton conseguiría hilar otros ocho podios más después de Australia, incluyendo victorias en Canadá e Indianápolis, un record para un debutante en la Fórmula 1, así como los doce podios que lograría sobre diecisiete posibles en 2007, en el que acabó siendo el estreno más turbulento para un debutante, con el Spygate y la guerra contra Alonso como marco.

Técnicamente hablando pero en otra época muy diferente, el mejor debut en la historia de la Fórmula 1 fue el de Giancarlo Baghetti en Francia en 1961 triunfando con Ferrari en su estreno, aunque el italiano ya había participado en pruebas que no contaban para el mundial, que de hecho también había ganado, en Sicilia y Napoli.  Sin embargo la de Reims sería su única victoria en el mundial.

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Ricardo Rodríguez en Monza ese mismo año, Mario Andretti en Watkins Glen en 1968, Carlos Reutemann en Buenos Aires en 1972, pudieron haber acabado en el podio en su debut, pero la mecánica u otros se interpusieron. Johnny Herbert o Jean Alesi en 1989, Raikkonen en 2001, Carlos Sainz o Felipe Nasr en 2015, tuvieron también grandes estrenos de menor perfil.

Más recientemente, aunque menos recordado, Kevin Magnussen acabó tercero en su estreno en la Fórmula 1 con McLaren en 2014, después de tomar la salida cuarto, como Hamilton en 2007, y de haber superado a su compañero de equipo en clasificación, el campeón del mundo 2009 Jenson Button. Eventualmente su resultado final sería incluso mejor, segundo tras la descalificación de Daniel Ricciardo.

A los 22 años, un 18 de Marzo de 2007, debutó quien podría convertirse en el piloto estadísticamente más exitoso de la Fórmula 1. Ciertamente, desde ese día dejó su marca. ¿Ha sido el mejor debut de la historia?

En fotos, el debut de Lewis Hamilton en la Fórmula 1

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