Las notas del GP de Brasil de F1

Suben

Max Verstappen. El auténtico héroe de la carrera, tanto que el propio Niki Lauda se quitó su eterna gorra roja para rendirle pleitesía. El adelantamiento que le hizo a Nico Rosberg en la salida de las eses de Senna fue memorable y sólo se trataba de la primera maniobra de muchas otras que fue capaz de completar. La pena fue que no pudimos asistir al esperado duelo de Max con Hamilton por la victoria. Otro paso más en la consolidación de Verstappen como uno de los pilotos llamados a hacer historia en la F1.

Carlos Sainz. Tremenda carrera de Carlos Sainz en unas condiciones infernales. El sábado, después de haber acabado decimoquinto en la la sesión de clasificación pedía lluvia y vaya si la tuvo. Tal y como estaba la pista, lo más fácil era acabar fuera y más con un coche al que le falta de todo para rendir bien. Carlos no se arrugó y estuvo luchando con los mejores durante toda la carrera. Al final, con los neumáticos destrozados sufrió un poco, pero pudo mantener una sexta plaza que el día anterior no podía ni soñar.

Mejoran

Felipe Nasr. La actuación del brasileño en su carrera local fue de una importancia vital para su equipo. Sauber estaba situado en la última posición, sin haber sumado ni un sólo punto y Nasr les ha salvado, de momento, de caer en el pozo. Se mantuvo en pista cuando salió el coche de seguridad lo que le dio una buena ventaja en la primera bandera roja. Luego supone vender cara su piel y eso le valió para acabar noveno y ver como Monisha respiraba aliviada.

Esteban Ocon. El nuevo piloto de Force India para 2017 se mantuvo en los puntos durante buena parte de la carrera. Tras un buen comienzo, fue otro de los pilotos que no entró a cambiar neumáticos antes de a bandera roja y luego estuvo peleando duro por conseguir entrar en los puntos, pero en a últimas vueltas tuvo que despertar del sueño. Que nadie olvide que va sobre un Manor y que estuvo haciendo tiempos muy competitivos toda la carrera.

Se mantienen

Lewis Hamilton. Hizo lo que tenía que hacer sin fallos y poniéndole presión a Rosberg de cara a la gran final de Abu Dhabi. Tuvo, dentro de lo que cabe, una carrera plácida, pero las condiciones de la pista le podían haber llevado a cometer un error que hubiera terminado con sus aspiraciones mundialistas. Hamilton manejó la carrera a su antojo, apretando cuando la ocasión lo requiso y aflojando cuando había que hacerlo. Viene en una ola ascendente, pero sabe que igual no es suficiente para llevarse el campeonato y podría perderlo siendo el piloto con más victorias.

Nico Rosberg. Estuvo un poco demasiado conservador en muchas etapas de la carrera. Para él era primordial acabar, aunque en muchos momentos jugó cerca del alambre. No arriesgó tapando la posición a Verstappen, ya que con la tercera plaza seguía dependiendo de sí mismo en Abu Dabi, pero se pasó toda la carrera con coches a su alrededor y el más mínimo despiste hubiera supuesto darle a su rival la oportunidad de tener un matchball en la final. Está claro que en el agua no se siente cómodo y por suerte para él, en el desierto no suele llover.