Artículo especial

Las 20 historias de 2017, #5: McLaren y Honda se divorcian

En nuestro conteo, llegamos al momento del divorcio entre McLaren y Honda después de una dolorosa relación que no trajo los éxitos esperados.

Eric Boullier, director de McLaren, Yusuke Hasegawa, Gerente Senior de Honda

Eric Boullier, director de McLaren, Yusuke Hasegawa, Gerente Senior de Honda

Andrew Hone / Motorsport Images

Las 20 historias de 2017

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Cuando la confirmación oficial del divorcio entre McLaren y Honda finalmente se confirmó en el Gran Premio de Singapur, apenas todos pusieron una cara de sorpresa dado que este anuncio se espera desde mucho tiempo atrás por la dolorosa situación que ambas partes habían vivido.

Sin embargo, es fácil olvidar ahora el horror de los primeros indicios de que una división era una opción viable entre la casa de Woking y la marca japonesa, una sociedad que inició con grandes espectativas cuando se creó.

Todo parecía tan lógico cuando el acuerdo se anunció por primera vez en mayo de 2013. Cuando McLaren perdió el apoyo de Mercedes, el jefe de McLaren, Ron Dennis, estaba decidido a encontrar un nuevo socio para el inicio de la era híbrida de la Fórmula 1. El directivo del aquel entonces insistió en que su equipo necesitaba el respaldo de un fabricante para ganar, y regresar con la compañía con la que compartieron éxitos tan impresionantes con Ayrton Senna y Alain Prost, era el sueño de todo hombre de las relaciones públicas.

La teoría de Ron parecía estar comprobada cuando McLaren tuvo dificultades en 2014, a pesar de que tenía la misma unidad de potencia que el equipo Mercedes. Esa fue una temporada que se soportó mientras Honda avanzaba silenciosamente con el desarrollo de su unidad de potencia para 2015, la segunda bajo la nueva reglamentación.

La suposición natural era que dada su historia y recursos, y habiéndose beneficiado al observar lo que sus tres rivales estaban haciendo, Honda podría comenzar en un nivel razonablemente competitivo.

Lo que todos quizás subestimamos, incluido McLaren, fue cuánto se involucró a Honda en la creación de un departamento de motores de F1 desde cero después de un paréntesis de más de cinco años. Mercedes, Ferrari y Renault podrían simplemente cambiar su personal de los proyectos V8 a V6 turbo, aunque al mismo tiempo tenían que reforzar los recursos después de varios años en que el desarrollo de las unidades de potencia estuvieron congelados.

Comenzando de nuevo, Honda se basó en muchas personas sin experiencia en el ritmo implacable de las carreras de I + D, y los rápidos tiempos de respuesta necesarios para ponerse a punto para su regreso a la Fórmula 1.

McLaren tuvo un rudo despertar cuando el nuevo motor se probó por primera vez en Abu Dabi en noviembre de 2014. El automóvil apenas pudo dar un par de vueltas, por lo que el nuevo paquete no era confiable, y era irremediablemente lento.

La imagen no fue mucho mejor cuando comenzó la temporada 2015. Ese año, Fernando Alonso y Jenson Button consiguieron apenas 27 puntos entre ellos, y el equipo finalizó en el noveno sitio del campeonato de constructores.

El equipo y los medios de comunicación dieron a Honda cierto margen de maniobra: esta era la primera temporada después de todo, y la compañía ahora podía aprovechar bien las lecciones aprendidas. De hecho, hubo señales de progreso en 2016 cuando McLaren subió al sexto lugar en el campeonato. Alonso logró puntos en nueve ocasiones, incluso con un quinto sitio en Mónaco.

Era lógico suponer que habría un paso más en 2017, y que el equipo al menos podría aspirar a tener el cuarto coche más rápido y estar de forma regular dentro de los seis primeros. Sin embargo, simplemente no sucedió. Tanto el rendimiento como la confiabilidad disminuyeron, y con el límite de la FIA pasando de cinco a cuatro motores por temporada, los pilotos se vieron con penalizaciones rápidamente en la temporada.

La relación entre las dos partes se deterioró hasta el punto de no retorno. McLaren había perdido la fe en la capacidad de Honda, y no creía que hubiera una mejora lo suficientemente significativa para 2018, y no podía permitirse esperar más. Como señaló un miembro de la escudería, la situación estaba matando al equipo. El pobre rendimiento costaba dinero al equipo y lo alejaba de patrocinadores.

Fue una decisión difícil en términos financieros, pero la conclusión de McLaren fue que era mejor pagar por un motor más competitivo y tomar un atajo para mejorar los resultados, sobre la base de que ese éxito finalmente traería más fondos al equipo.

Pero, ¿qué motor usaría? Un regreso con Mercedes era aún menos probable que la formación de una relación con el viejo enemigo Ferrari. Eso solo dejó a Renault, la menos competitiva y menos confiable de las tres opciones, pero una compañía que tenía la reputación de proporcionar a sus clientes una equidad.

Crucialmente, Red Bull había ganado carreras con el motor francés, que claramente estaba mejorando. Si el chasis de McLaren era tan bueno como algunos pensaban que era, entonces seguramente el equipo podría pelear por las victorias en 2018.

El trato finalmente se cerró y Honda encontró un nuevo socio, Toro Rosso, con una posible cooperación futura con Red Bull Racing en el futuro.

Al final, todos, incluso Honda, afirmaron estar contentos con el resultado. Pero solo la temporada 2018 nos dará la verdadera historia de quién ganó más.

Fernando Alonso, McLaren MCL32
Fernando Alonso, McLaren MCL32

Photo by: Andrew Hone / LAT Image

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