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Las 20 historias de 2017: #16: Kvyat pierde su asiento en la Fórmula 1

En el número 16 de la lista, la historia de Daniil Kvyat se volvió una historia de terror cuando en menos de dos años perdió su gran oportunidad con Red Bull Racing y quedó fuera de Toro Rosso.

Daniil Kvyat, Scuderia Toro Rosso, en el escenario F1

Foto de: Zak Mauger / Motorsport Images

Las 20 historias de 2017

Echa un vistazo a la cuenta regresiva de Motorsport.com sobre las mejores historias en las carreras de este año.

En diferentes momentos de la temporada, varios directivos de Red Bull expresaron abiertamente su preferencia por mantener la alineación de Toro Rosso sin alteraciones para la próxima temporada. Estas declaraciones hicieron todo más sorprendente cuando Carlos Sainz y Daniil Kvyat dejaron el equipo antes de que terminara la presente campaña.

Toro Rosso logró una alineación competitiva a la mitad de la parrilla, con similar experiencia y potencial, pero era obvio que sus respectivas acciones tenían tendencias opuestas, y esto creó un problema.

Habiendo más o menos dominado a su compañero de equipo desde que se reunieron en STR en 2016, Sainz dejó en claro que no tenía mucho interés en permanecer en el equipo italiano por un cuarto año consecutivo. Esa declaración, hecha durante una conferencia de prensa en la carrera de casa de Red Bull produjo un aluvión de críticas de la empresa matriz y, posteriormente, un poco de retroceso.

Sin embargo, las ruedas se pusieron en movimiento. La postura inicial de Red Bull de que Sainz “no estaba en venta” pronto dio paso a "está a la venta, pero solo por el precio correcto", esto puso más alto el interés de Renault que ya habían puesto la mira en el español desde hace algún tiempo.

Y así dos más dos hicieron cuatro, aunque en lugar de una simple transferencia al estilo del fútbol, la llegada de Sainz a Renault -anunciada primero como un préstamo de 2018 y luego como un cambio de mitad de temporada para el GP de Estados Unidos- fue parte de un acuerdo multifacético que también tenía contemplada la sociedad McLaren-Honda, misma que se diluyó.

Por supuesto, cuando Sainz se puso su nuevo uniforme amarillo, su compañero de equipo en Toro Rosso, Kvyat estaba demasiado lejos de Toro Rosso, aunque por razones completamente diferentes.

Una vez que uno de los mejores prospectos de la F1, Kvyat, fue degradado del equipo principal de Red Bull el año pasado, el 2017 le ofreció un pequeño respiro. Públicamente, el equipo estuvo a su lado.

Las pláticas de Sainz para una salida de Toro Rosso produjeron una reacción más feroz ante los problemas del ruso en Austria y Gran Bretaña. Esos incidentes agregaron grietas adicionales a un hielo ya delgado, y el ruso fracasó definitivamente en Singapur.

Ante estas situaciones, Pierre Gasly y Brendon Hartley encontraron una puerta. El primero había ganado el título de GP2 en 2016, pero no lo suficientemente cómodo como para convencer a Red Bull de que valía la pena ascenderlo en lugar de Kvyat. Ante esta situación lo enviaron a competir a la Súper Fórmula en Japón, en donde pronto encontró una buena forma y finalmente obtuvo su oportunidad en la Fórmula 1.

La promoción de Gasly fue una obviedad. La llegada de Hartley, por otro lado, no lo fue, dado que había quedado fuera del radar del Gran Circo para mudarse a las carreras de resistencia.

Pero con el final del programa LMP1 de Porsche, las circunstancias conspiraron para concederle una audición para el GP de Estados Unidos cuando todos los factores se alinearon.

En Austin, aunque Kvyat puso punto final a su temporada, Hartley impresionó especialmente en el ritmo de carrera. Una actuación lo suficientemente sólida del ruso no fue suficiente para mantenerlo en el asiento por el resto de la temporada.

Toro Rosso tampoco anotaría puntos por el resto del año, y cedería el sexto lugar en la clasificación de constructores a Renault.

Ya sea que la estabilidad de la línea hubiera impedido esto o no, es tema de debate, ya que es difícil decir cuánto mejor le hubiera ido a Sainz y Kvyat en un STR12 ahora difícil de manejar y con las penalizaciones de los motores por las nubes.

Con la nueva temporada a unos meses de iniciar, Toro Rosso espera que una nueva dupla los ayude a enderezar el camino el próximo año. Por supuesto, el nuevo socio de motor Honda tendrá que lograr ganancias significativas en el rendimiento para conseguir una diferencia, ante esta situación, Toro Rosso agradecería un poco de experiencia en alguno de sus pilotos.

Sin embargo, lo que probablemente no aprecien es que el 2017 ha servido como otro ejemplo de un enfoque arriesgado. 

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