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La historia de Senna que el nuevo contrato de Hamilton evita

Ahora que la saga del contrato de Lewis Hamilton con Mercedes para 2021, vale la pena recordar una historia similar que se desarrolló hace 28 años con Ayrton Senna.

Ayrton Senna and Ron Dennis, McLaren

Ayrton Senna and Ron Dennis, McLaren

Rainer W. Schlegelmilch

Historia de la F1

Acontecimientos a lo largo de la historia de la Fórmula 1, máxima categoría del automovilismo.

El retraso del anuncio de la renovación de Lewis Hamilton con Mercedes para la temporada 2021 trajo a la mente una analogía que se remonta a hace 28 años.

Como en el presente, en 1993 en el centro del escenario estaba el piloto de Fórmula 1 más representativo de la época, Ayrton Senna, que en enero de 1993 siguió en Brasil recibiendo llamadas de Ron Dennis, dueño de McLaren, alarmado por la posición adoptada por su pupilo.

Tras cinco años de una colaboración que llevó a Senna a conquistar tres títulos, empezaron a surgir algunas grietas. Pasaron largos meses y llegamos a principios de 1993 sin ningún anuncio, dando lugar a serias dudas: ¿qué hará Ayrton? ¿Está marcándose un farol o realmente dejará la F1?

Ayrton Senna, McLaren MP4-8

Ayrton Senna, McLaren MP4-8

Photo by: Ercole Colombo

El panorama podría considerarse idéntico al que se vivió con Hamilton, aunque los contextos eran diferentes.

Los orígenes de las dudas de Senna sobre seguir fueron puramente técnicos, y estaban basados en una elección hecha a mediados de la temporada de 1991, como recordó recientemente el representante del piloto brasileño, Julian Jakobi.

“Ese año estábamos en Spa” - recordó Jakobi – “y llegamos a la conclusión de que teníamos dos caminos: en la práctica teníamos una propuesta de McLaren y otra de Williams. Ayrton sintió que tenía que apostar por Williams (el coche más competitivo de la parrilla) y yo iba a cerrar el trato el domingo por la mañana. Pero el sábado por la noche, Senna habló ampliamente con el presidente de Honda, Kawamoto, y decidió seguir fiel al proyecto japonés para 1992. De forma sorprendente, Ayrton me dijo que preparara el contrato final con McLaren”.

Lo que Ayrton no podía saber es que un año después Honda anunciaría su retirada de la Fórmula 1. Una decisión impactante, que llevó a Senna a un intentar desesperadamente cambiar a Williams en 1993 de manera gratuita, aunque la respuesta que recibió del equipo británico fue un “no” rotundo por el veto que había supuesto la llegada de Alain Prost, ya contratado por Williams para la temporada de 1993.

McLaren trató de comprar Ligier, con la ayuda de Mansour Ojjeh, y pasar a llevar motores Renault para luchar con Williams. Pero ese plan fracasó, y la perspectiva de Senna era competir en la Fórmula 1 con McLaren como cliente de Ford, una situación que les hacía complicado pelear por el cuarto campeonato mundial.

Después de abandonar en Adelaida en la última carrera de 1992, Senna se había ido a Brasil para su tradicional descanso con su familia al acabar la temporada. Luego, unos días antes de Navidad, y animado por su amigo Emerson Fittipaldi, Senna viajó a Arizona para probar un IndyCar, con el que impresionó.

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"Aún no estoy comprometido con ningún equipo porque estoy considerando seriamente lo que debería hacer y lo que es mejor para mi carrera", dijo después de la prueba.

“Una opción es no competir en 1993 y pensar en Indy. Ahora me iré a casa y lo pensaré tranquilamente y veré qué posibilidades puedo tener para el futuro inmediato. Debo dejar claro que no me comprometo a nada".

Ayrton Senna, Penske Chevrolet PC22

Ayrton Senna, Penske Chevrolet PC22

Photo by: Sutton Images

Mientras tanto, Dennis mantuvo abiertas las opciones de McLaren al contratar a Mika Hakkinen, quien había impresionado durante dos años con el Team Lotus.

La posición del finlandés era un poco confusa. Podría ser titular si Senna no renovaba, pero corría el riesgo de tener que pasar un año como piloto de pruebas si el brasileño seguía.

Dennis trató de motivar a Hakkinen sugiriendo que el equipo podía competir con un tercer coche y que, de una forma u otra, Mika podría disputar el mundial.

Pese a contar con Hakkinen en la recámara, lo que el jefe de McLaren realmente quería hacer era arreglar las cosas con Senna y, finalmente, ambas partes se reunieron en la sede de Lausana (Suiza) de Phillips Morris, del principal patrocinador Marlboro.

“Volé a Ginebra desde Londres en un vuelo programado, y Ayrton voló en uno privado, creo que desde de Brasil. Philip Morris envió un coche a recogernos en el aeropuerto y nos dirigimos a sus oficinas", recuerda Jakobi.

Senna y Jakobi participaron en una reunión donde se discutió el futuro del brasileño. También estuvieron presentes Dennis y los principales hombres de marketing de Marlboro, John Hogan y Graham Bogle.

Senna era consciente de su valor de mercado, y sabiendo que su ex compañero de equipo Gerhard Berger había firmado un contrato muy alto con Ferrari, no quería reducir sus exigencias.

“Ron tenía que pagar por ser cliente de motores de Ford. Y dijo que solo tenía 5 millones disponibles y, por lo tanto, no podía pagarle a Ayrton lo que le había pagado en el pasado".

“Entonces Ayrton dijo: 'Está bien. Haré las primeras cinco carreras, y eso es todo'. Y así fue como surgió lo de cobrar un millón por carrera. No dijo, 'Quiero un millón por carrera', simplemente dijo 'Solo haré las primeras cinco carreras".

“Hubo una especie de silencio en la habitación. Y John Hogan se echó a reír y me miró. Graham Bogle no se rió, ¡era el tipo más serio de todos! Ron seguía en silencio".

Esa propuesta habría dado tiempo a Dennis para buscar más fondos para dar al brasileño otros diez millones de dólares para el resto de la temporada.

"Ayrton continuó: 'Bueno, si logras más dinero más adelante, bien, negociaremos las demás carreras después de las primeras cinco'. Entonces eso es lo que sucedió, el primer contrato se firmó para cinco carreras y por un millón por carrera".

Ayrton Senna, McLaren MP4/8

Ayrton Senna, McLaren MP4/8

Photo by: Sutton Images

Con un contrato inicial válido solo para el primer cuarto del campeonato, Senna disputó cada carrera con una cláusula clara y sencilla: si el equipo no pagaba, no se subía al coche. "En el contrato lo aclaramos. Ayrton dijo: 'No iré a las carreras a menos que el dinero esté en mi cuenta bancaria el miércoles antes de gran premio...".

El entonces director de operaciones de McLaren, Martin Whitmarsh, admitió: "En los 24 años y medio que estuve en McLaren, fuimos rentables en la F1 y en los demás negocios cada año, excepto entre 1992 y 1993, cuando perdimos 1,5 millones de libras esterlinas y le teníamos que pagar a Ayrton un millón de dólares por carrera...".

Ayrton reforzó su apuesta con geniales actuaciones en las primeras carreras de 1993, con verdaderas obras maestras en la pista (sobre todo la victoria del GP de Europa en Donington). Mientras, su compañero de equipo, el debutante Mario Andretti, sufría, lo que dejaba claro que McLaren necesitaba cada gramo del talento de Senna.

Ayrton Senna, McLaren MP4/8 Ford

Ayrton Senna, McLaren MP4/8 Ford

Photo by: Motorsport Images

Pero ese contrato de correr solo cuando hubiera cobrado supuso un susto antes de la cuarta carrera, el GP de San Marino.

“El primer contratiempo fue en Imola”, comenta Jakobi. “Siempre tenía que confirmar por fax o por teléfono que había llegado el dinero. Pero ese miércoles no había llegado, y Ayrton estaba en Sao Paulo".

"Y dijo: 'Está bien, está bien, entonces no voy a correr este fin de semana'. Y eso fue todo, así que tuve que decirle al equipo que no vendría, porque el dinero no había llegado. El equipo aseguraba que lo habían enviado, ¡los bancos no eran tan eficientes en esa época!".

“El dinero al final llegó el jueves por la mañana en lugar del miércoles. Así que llamé a la oficina de Ayrton en Sao Paulo y no le encontraban. Se había ido con una chica a alguna parte. No estaba en su apartamento, no estaba en la oficina y no podían encontrarle".

"Al fin apareció el jueves a la hora del almuerzo. Entonces se subió al avión. McLaren envió a Jo Ramirez a Roma para que lo recogiera, pero se equivocó de aeropuerto y eso retrasó todo".

“Ayrton llegó a la pista a última hora del viernes por la mañana, se subió al coche a mitad de la primera sesión de libres y tuvo un accidente. Fue una locura".

Con dos victorias, Senna llegó al final del quinto gran premio de la temporada a solo dos puntos de diferencia de Prost. Sin embargo, al piloto le frustraba que Ford diera más importancia al equipo Benetton que a McLaren.

Sus quejas públicas también sirvieron como una especie de cortina de humo de relaciones públicas, desdibujando el hecho de que la razón principal de la continua intriga de si aparecería e cada carrera o no era comercial.

Su genial rendimiento le permitió hacerse con un contrato que, en ese momento, se convirtió en el mejor pagado de la historia de la F1. Y es que finalmente, Dennis se comprometió a pagar a Senna por el resto de la temporada lo mismo que en el primer contrato: un millón por carrera (16 millones en total).

"Sí, era un contrato, pero podía cancelarse en cualquier momento si el pago no llegaba el miércoles", declara Jakobi.

“Ayrton podría darles una segunda oportunidad el jueves, pero tenía la opción de cancelar el contrato si no llegaba el dinero. Así que efectivamente fue un contacto carrera a carrera, porque podría acabarse".

“El segundo contrato fue mucho más difícil de hacer que el primero, porque Ron tenía que reunir 11 millones y no tenía el dinero. Y tenía que lograr una préstamo o pedir ayuda a Philip Morris, porque Ron no firmaría hasta que tuviera ese dinero".

Ayrton Senna, McLaren MP4/8

Ayrton Senna, McLaren MP4/8

Photo by: Sutton Images

En la siguiente carrera, en Mónaco, Senna celebró el nuevo contrato con una victoria que le puso al frente del mundial por delante de Prost.

Pero llegó otro momento de tensión. "Fue en julio”, recuerda Jakobi. “Era la segunda parte del contrato, pero aún con la misma cláusula, y como el dinero no llegó, Ayrton se quedó en casa".

“Creo que era el Gran Premio de Francia. Ayrton debía volar de Sao Paulo a Frankfurt en un (avión) Varig. Su avión y sus pilotos iban a recogerle y llevarle a Magny-Cours".

“El dinero no llegaba, y el problema era enorme. Estaba en la oficina de nuestro abogado en Londres a medianoche y Ron hablaba por teléfono. Preparamos todo tipo de borradores para rescindir el contrato, porque el dinero no había llegado el miércoles".

“Pero Ron dijo 'no vamos a rescindir el contrato, sé que Ayrton está en el avión. Me han informado de que está en el avión y ha salido de Sao Paolo".

“Aproximadamente media hora después sonó el teléfono, y era Ayrton. Lo pusimos en el altavoz. Ron estaba al otro lado del teléfono y Ayrton dijo: 'Todavía estoy en Brasil, Ron'. La respuesta fue: 'No, no lo estás, el avión ya salió'.

“Y Ayrton dijo: 'Sí, lo estoy. Estoy en Rio. Estoy en la oficina del jefe de policía en el aeropuerto y no volveré al avión hasta que me confirmes que me mandáis el dinero".

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“Lo que Ayrton había hecho era conseguir que el piloto del avión Varig hiciera escala en Río. Todos los demás pasajeros seguían en el avión y él se bajó para hacer la llamada".

"Creo que Ron le hizo una promesa personal, no logro recordar exactamente qué fue, pero lo resolvimos". 

Pero el motor Renault daba un extra a Williams, y Prost ganó cuatro carreras seguidas, convirtiéndose en el claro favorito al título.

"Su némesis tenía 60 caballos de potencia más que él”, asegura Whitmarsh. "Cuando estás en el coche y alcanzas el limitador de revoluciones a 10.500 o algo así y escuchas un Renault a 13.000 revoluciones, ¡debe ser un poco desmoralizador!".

Finalmente, Senna fue confirmado como piloto de Williams para 1994, reemplazando a Prost, y creyendo que se había asegurado el mejor coche, pudo disfrutar de sus últimas carreras con McLaren. Sumó un par de victorias en Suzuka y Adelaida.

"Creo que siempre supo cuáles eran las limitaciones", dice Jakobi. “Creo que el 93 fue la mejor temporada de su historia, en términos de pilotaje, aunque no ganó el campeonato por el coche que tenía".

“McLaren seguía siendo un equipo muy, muy bueno, pero con un motor sin potencia".

Como Hamilton, a finales de 1992 Senna había acumulado suficiente cantidad de dinero como para que el salario no fuera un impedimento a la hora de firmar. Al final es una cuestión de orgullo, porque los millones que haya logrado Mercedes regatear a Hamilton no le cambian la vida, pero como el propio Senna destacó en varias ocasiones, "el salario es uno de los principales parámetros que confirma el valor de un piloto”.

Esa es otra carrera que los mejores pilotos quieren ganar.

Ayrton Senna, McLaren

Ayrton Senna, McLaren

Photo by: Sutton Images

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