La historia del fallido GP de Nueva York de F1
Hace 40 años, la Fórmula 1 estuvo a punto de celebrar cuatro carreras en Estados Unidos en una misma temporada, uno de ellos en Nueva York. Esta es la historia del fallido intento por organizar un gran premio en la Gran Manzana.
Parece que, a la hora de abordar las cuestiones empresariales de la Fórmula 1 moderna, resulta cada vez más difícil no mencionar el auge de popularidad que está teniendo el campeonato en los últimos años. La creciente presencia de la categoría en el contexto cultural actual ha sido el principal impulso para que nuevos patrocinadores entren en el deporte, del valor inflado de los diez equipos de la parrilla y de que las potencias económicas hagan cola para incluir a sus países en el calendario.
Por eso Estados Unidos contó con tres carreras en el calendario de este año. Durante mucho tiempo, la F1 se esforzó sin recompensa por abrirse paso en Norteamérica. Los circuitos urbanos no mejoraban la imagen del campeonato a los ojos de los estadounidenses, acostumbrados al modelo de NASCAR y la Indycar, mientras que los pilotos de F1 odiaban la naturaleza claustrofóbica y llena de baches de los circuitos urbanos. Tal vez la categoría pensó que por fin había conseguido entrar en el país tras correr en el Indianapolis Motor Speedway, el corazón del automovilismo estadounidense, pero esto se desvaneció en el año 2008, cuando la F1 dejó de correr allí.
En la actualidad, el Gran Circo se ha asentado en el Circuito de las Américas, a las afueras de Austin, la capital del estado de Texas. Miami ha albergado ya dos grandes premios y parece que se mantendrá en su estilo de opulencia espectacular, mientras que Las Vegas fue la última incorporación al calendario de la F1. Hace una década, se planeó una carrera en Port Imperial, en Nueva Jersey, pero la poca estabilidad financiera hizo que finalmente no formara parte del calendario de la competición.
Anteriormente, en 1982 concretamente, la F1 completó tres grandes premios en una misma temporada en Estados Unidos. Long Beach acogió ese año la tercera prueba del calendario, el Gran Premio de Estados Unidos Oeste, mientras que el Gran Premio de Detroit y el criticado Gran Premio del Caesars Palace celebraron carreras en junio y septiembre, respectivamente. Casualmente, el nuevo circuito de Las Vegas incluye al famoso Strip, justo al lado del antiguo aparcamiento del Caesars Palace.
Estaba previsto que se celebraran tres también en 1981, antes de que Watkins Glen se cayera del calendario. Pero también iba a haber una tercera, poco conocida, en 1983, con la F1 preparada para irrumpir en el área metropolitana de Nueva York y regresar a la costa este. Esta tercera carrera en EE.UU. en 1983 se decidía entre uno de tres emplazamientos. Los Meadowlands en East Rutherford, Nueva Jersey, el emplazamiento de la clausurada base Mitchel de la Fuerza Aérea en Hempstead, Long Island, o en Flushing Meadows en Queens.
La opción de Meadowlands era sólida, ya que la infraestructura del complejo deportivo ya existía. En un estado diferente, el barrio de East Rutherford, en Nueva Jersey, tenía un carácter más cercano a un circuito puramente urbano que el que abarcaba la ciudad de Nueva York. Desde luego, estaba más cerca del centro de Manhattan que Mitchel Field, que ahora alberga el Nassau Coliseum, otra opción para convertir parte de un complejo deportivo en un recinto de carreras. También se planteó Flushing Meadows-Corona Park, que había albergado la Exposición Universal en 1939 y 1964, pero el recinto se había deteriorado mucho y necesitaba una remodelación.
Meadowlands was considered as an option but F1 instead pushed on with Flushing Meadows in Queens
Photo by: David Hutson / Motorsport Images
Según la edición del 28 de octubre de 1982 del New York Times, el promotor New York Grand Prix Inc. tenía 10 millones de dólares para invertir en la infraestructura de la carrera. Al parecer, también había pagado a Bernie Ecclestone 2 millones de dólares por un contrato plurianual en el calendario de F1, una suma insignificante para los estándares actuales.
Daniel Koren, presidente de NYGP Inc. declaró en aquel momento: "estamos examinando varios factores a la hora de considerar un emplazamiento. Las localizaciones tienen aspectos positivos y negativos. En un sitio puedes aparcar 40.000 coches, en otro sólo 10.000, pero está cerca del transporte público".
"Las carreras de F1 se encuentran entre los acontecimientos deportivos más vistos del mundo", añadió Koren, según el Reading Eagle. "En 1982, 1.200 millones de personas vieron las carreras de los grandes premios en vivo y por televisión. Los pilotos son héroes nacionales y las carreras son el centro de las celebraciones y de la atención del país. La carrera de Nueva York formará parte de una tradición que se remonta a la de Le Mans de principios de siglo".
Sus planes de celebrar una carrera en 1983 se toparon con un muro. El consejo de la corporación de la ciudad de Nueva York ordenó que el proyecto del Gran Premio de Nueva York debía someterse a un estudio de impacto ambiental antes de poder seguir adelante. Se preveía que el proceso iba a durar entre seis y ocho meses.
Fue una previsión optimista, aunque organizar una carrera a principios de la década de 1980 era, probablemente, más fácil que organizar un gran premio actualmente. Hoy en día resulta sorprendente que los plazos fueran tan cortos, pero en aquella época la homologación de los circuitos de F1 no era tan estricta como ahora.
La abundancia de carreras callejeras de EE.UU., como las de Caesars Palace, Dallas y Phoenix, se organizaron rápidamente vallando carreteras existentes (o, alternativamente, aparcamientos) y rodeándolas con barreras. Algunos podrían sugerir que los circuitos actuales de la Fórmula E son del mismo tipo, aunque las recientes carreras en Ciudad del Cabo y Yakarta han requerido grandes obras civiles para reasfaltar y desviar las carreteras en esas zonas.
De los tres emplazamientos propuestos, el de Flushing Meadows se incluyó en los planes de la F1 para el calendario de 1983. Se fijó la fecha el 25 de septiembre, tres semanas antes del cierre de la temporada en Kyalami, utilizando una sección del Flushing Meadows Corona Park, bajo los terrenos de la Feria Mundial y la Unisphere. La ubicación propuesta, en torno al lago Meadow, recuerda al circuito de Albert Park, que llegaría a la F1 13 años más tarde, aunque con múltiples chicanas que se instalarían para aumentar la longitud del circuito de algo más cuatro kilómetros.
Pero los ciudadanos de Queens no estaban especialmente entusiasmados con la idea de tener una carrera en sus calles. A medida que aumentaban los planes, los promotores planearon reasfaltar las carreteras que rodean el parque e instalar nuevos sistemas de drenaje. Habría que talar 113 árboles para el nuevo recorrido, pero se prometió replantarlos entre las obras de paisajismo. Según los promotores, la carrera reportaría más de 5 millones de dólares anuales a la zona.
A slot on the 1983 calendar was secured reportedly after promoters reached a deal with Ecclestone, but local bureaucracy meant the race fell through the cracks
Photo by: Motorsport Images
Esto no impidió que se organizara una campaña civil contra la carrera, "Stop the Grand Prix". Se basaba en las preocupaciones habituales por los atascos, el aparcamiento y el aumento de la contaminación y el ruido en la zona. Muchos no estaban seguros de que albergar una carrera de F1 fuera bueno para el parque, y de si las obras de construcción previstas y las carreras posteriores afectarían a la biodiversidad a largo plazo.
También se citaron cuestiones políticas, y en la edición del 21 de marzo de 1983 del New York Times se explicaba que los detractores de la carrera consideraban que el presidente de NYGP Inc, Koren, que había sido ayudante del presidente del distrito de Queens, Donald Manes, estaba moviendo los hilos del gobierno local para que se celebrara la carrera. La empresa promotora de la candidatura contaba entre sus filas con varios antiguos funcionarios municipales, pero Koren declaró que lo hacía para asegurarse de que NYGP Inc. tuviera los conocimientos necesarios para "guiarnos a través de toda esa (burocracia)".
En un principio, eso dio sus frutos a Koren y compañía, ya que la Junta Municipal de Queens dio su aprobación. Pero sus planes de celebrar una carrera en 1983 se toparon con otro obstáculo, ya que el consejo de la corporación de la ciudad de Nueva York ordenó que el Gran Premio de Nueva York debía someterse a un estudio de impacto ambiental antes de poder seguir adelante. Según el portavoz del NYGP Inc, se preveía que este proceso llevaría de seis a ocho meses revisarse, y como el veredicto se había dictado en mayo de aquel año, no había ninguna posibilidad de que la revisión estuviera terminada para la fecha del 25 de septiembre.
Los organizadores del NYGP y el alcalde de Nueva York, Ed Koch, presionaron a Ecclestone para conseguir un aplazamiento hasta 1984, algo que teóricamente daría tiempo a los organizadores para llevar a cabo su revisión medioambiental y realizar los cambios necesarios para engrasar las ruedas del gobierno. Pero la carrera nunca llegó a celebrarse, ya que el estudio medioambiental tardó mucho más de lo previsto. La carrera de 1984 se pospuso a 1985, y no fue hasta junio de 1985 cuando el Departamento de Parques de Nueva York autorizó la carrera de Flushing Meadows.
Con todo esto, la previsión de celebrar una carrera en septiembre era demasiado corta, por lo que finalmente se canceló y nunca se volvió a organizar. Brands Hatch se añadió, de forma provisional, en el hueco del 25 de septiembre del calendario de 1983, convirtiéndose en la primera carrera de F1 celebrada como Gran Premio de Europa, mientras que el hueco de septiembre de 1984 fue para el nuevo, en aquel momento, circuito corto de Nürburgring. El 29 de septiembre quedó vacante en el calendario de 1985.
¿Y las demás sedes? Las carreras de la CART (Championship Auto Racing Teams) en Meadowlands no llegaron a ser un éxito, y no consiguieron captar la atención de una afición entregada, a pesar de la fuerte inversión de Marlboro en la promoción de la carrera. Mitchel Field nunca llegó tan lejos, y a partir de entonces nunca se volvió a considerar un lugar viable para ningún tipo de actividad automovilística.
A pesar de los esfuerzos de la F1 con la carrera de 2013 en Port Imperial, la Fórmula E le ganó la partida en la organización de una carrera en el área metropolitana de Nueva York, que se celebró en la zona de Red Hook, en Brooklyn, aunque Portland es actualmente la sede del campeonato de monoplazas eléctricos en Estados Unidos, ya que la terminal de ferris de Red Hook está siendo remodelada.
Nueva York hizo una oferta especulativa para albergar una carrera de F1 el año pasado, sugiriendo Randalls Island como sede, pero Liberty Media consideró que no era un lugar lo suficientemente emblemático como para tenerlo en cuenta. Uno podría imaginar que sólo una carrera en el centro de Manhattan sería lo suficientemente buena como para que la F1, en su estado actual, considerara la propuesta.
F1 was beaten to the punch of holding the first major international single-seater race in New York by Formula E in 2017
Photo by: Alastair Staley / Motorsport Images
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