¿El mejor adelantamiento de la historia del GP de México?

¿Qué buscas en una gran carrera? Personalmente, cuando juzgo una serie o un campeonato, comienzo con tres criterios principales: la calidad de los pilotos, el nivel de las luchas de rueda a rueda y los autos.

Considerar esos elementos ayuda a explicar por qué mi carrera favorita es el Gran Premio de México de 1990.

En primer lugar, la parrilla era de primera clase. Los 26 participantes sumaban un total de 172 victorias y 11 títulos en el campeonato mundial de Fórmula 1, incluyendo a nombres como Nigel Mansell, Alain Prost y Ayrton Senna.

En segundo lugar, los autos. Por supuesto, es completamente subjetivo, pero hay algo atractivo en el aspecto de las máquinas de F1 de principios de los '90. Anchas y bajas, con neumáticos bastante gordos y lisos, tenían paquetes aerodinámicos relativamente simples -antes de la llegada de los antiestéticos bargeboards y alerones de aspecto extremadamente ingenioso. Se veían diferentes y también sonaban bien.

También fue una época en la que los pilotos de F1 tenían acceso a diferentes compuestos de neumáticos (pero sin la obligación de usar dos tipos) y no tenían que repostar.

El dominio de McLaren en la F1 fue finalmente desafiado en 1990, en gran parte por Ferrari y Williams. Gerhard Berger se clasificó en la pole para McLaren y fue separado de su compañero de equipo, Senna, por el Williams de Riccardo Patrese, mientras que Mansell, de Ferrari, se alineó en cuarto lugar.

Las primeras vueltas de la carrera, sin embargo, sugirieron que el equipo de Ron Dennis repetiría el éxito que había obtenido en la Ciudad de México durante los dos años anteriores. Aunque Patrese tomó la delantera, Senna se puso al frente cuando bajaron por la recta principal para empezar la segunda de las 69 vueltas de carrera y Berger también adelantó al italiano en la primera chicana.

Ayrton Senna, McLaren, Gerhard Berger, McLaren, Ricardo Patrese, Williams

Photo by: Sutton Images

Los MP4/5B se alejaron rápidamente, con Berger inicialmente siguiendo el ritmo a Senna antes de empezar a sufrir problemas con los neumáticos y perder terreno. "Parece que los McLaren, una vez más, van a ser invencibles", dijo Murray Walker en su relato para la BBC sobre la carrera.

La primera sugerencia de que esto no iba a ser lo esperado llegó en la vuelta 13, cuando Berger entró en boxes para colocar caucho fresco y cayó al 12º lugar. Ahí comenzó una campaña de recuperación de su parte.

La segunda fue el progreso de Prost. Había clasificado su Ferrari 641 apenas en la 13° posición y había completado la primera vuelta en ese lugar, pero después de eso comenzó a avanzar sistemáticamente. Cuando Berger se detuvo, Prost pasó a la sexta posición.

"El auto no estaba muy cómodo en la curva rápida [la Peraltada]", dijo Prost. "Pero a medida que la carga de combustible bajaba, el auto era cada vez mejor". Sabía que tenía que esperar".

A esta altura, Senna lideraba seguido de Nelson Piquet (Benetton), tres veces campeón del mundo, por más de 14 segundos, pero Prost estaba rodando más rápido que nadie. Se acercó a su compañero de equipo Mansell, quien también iba al ataque luego de caer de cuarto a séptimo al inicio.

Ambos pilotos de Ferrari comenzaron a desafiar a los Williams de Thierry Boutsen y Patrese. Ferrari tenía posiblemente el mejor chasis en la parrilla, pero su motor V12 no era tan potente como el Honda de McLaren y el Renault de Williams, por lo que Mansell y Prost tuvieron que trabajar duro para subir más en el clasificador.

Al comienzo de la vuelta 22, Mansell pudo mantenerse lo suficientemente cerca en el rebufo de la larga recta principal para adelantar a Patrese en la primera chicana y salir detrás de Boutsen. Patrese se defendió con fuerza de Prost, y Mansell había atrapado y superado a Boutsen -por fuera en la primera chicana- para pasar a la tercera ubicación antes de que el actual campeón del mundo encontrara la manera de pasar a la quinta.

Alain Prost, Ferrari 641/2, leads Nigel Mansell, Ferrari 641/2

Photo by: Ercole Colombo

Para cuando lo hizo, en la vuelta 26, Prost tenía al Benetton de Alessandro Nannini llenando sus espejos, tal era la competitividad entre los cuatro primeros equipos. Prost entonces alcanzó y superó a Boutsen en la vuelta 31 y para entonces ya estaba 24 segundos detrás de Senna y siete detrás del tercer lugar de Mansell.

En el aire limpio, las dos Ferrari eran los autos más rápidos en pista y Mansell llegó a la caja de cambios de Piquet alrededor de la mitad de la distancia prevista.

El británico superó limpiamente al (seamos honestos, bastante feo) Benetton en la primera chicana en la vuelta 37. En esta etapa, parecía el más probable retador de Senna, aunque la diferencia con el McLaren era de 18 segundos. Prost lo siguió cinco vueltas más tarde, y la ventaja de Senna sobre Mansell seguía siendo de 18 segundos, en tanto que Prost estaba a más de seis de su compañero de equipo.

Prost se convirtió de nuevo en el piloto más rápido del circuito, a pesar del ataque de Berger entre el pelotón con un neumático más fresco, y los tres primeros se fueron acercando poco a poco. Senna comenzó a batallar con sus neumáticos, pero se tomó la decisión de mantenerlo fuera, proporcionando un objetivo muy claro para el dúo de Ferrari y prometiendo un final emocionante.

Al final de la vuelta 54, Prost atacó a Mansell entre el tráfico de rezagados. El británico se movió para defender el interior, pero dejó suficiente espacio para que el francés pasara a ser segundo. La diferencia con Senna era ahora menor a 10 segundos, mientras que casi en el mismo momento el recuperado Berger pasaba a Boutsen por el quinto lugar.

Con Senna padeciendo un pinchazo lento y sin estar ahora lo suficientemente lejos para detenerse en boxes y salir primero, Prost finalmente se convirtió en el favorito para obtener la victoria. Senna se defendió cuando Prost llegó a su cola, permitiendo a Mansell sumarse a la lucha, pero el francés lo adelantó en el interior de la primera chicana a sólo nueve vueltas del final.

Mansell lo siguió en la vuelta siguiente para colocarse segundo, pero el drama estaba lejos de terminar. En la vuelta 64, casi simultáneamente, Mansell hizo un trompo y el neumático trasero derecho de Senna finalmente se rindió, dejando al brasileño con las manos vacías.

Ayrton Senna, McLaren

Photo by: Sutton Images

Eso llevó a Berger a la disputa por el segundo lugar y entre las vueltas 64 y 66 el austriaco borró los siete segundos que lo separaban de Mansell.

Al comienzo de la vuelta 67 Berger se lanzó de forma llamativa por el lado interno de la Ferrari en la primera chicana, bloqueando una rueda, y corrió a Mansell a un lado. Dada su ventaja de goma y su ritmo previo, Berger debería haber tenido el segundo puesto asegurado, pero ahora Mansell estaba, en sus propias palabras, "absolutamente furioso".

Había habido muchas batallas y sobrepasos a lo largo de la carrera, pero el sello final de este gran GP fue la respuesta de Mansell a la maniobra de Berger.

Se pegó al McLaren y acosó a Berger durante toda la penúltima vuelta, forzando pequeños errores, antes de tirarse increíblemente por fuera en la súper veloz e inclinada curva Peraltada -descrita por Autosport en ese momento como "una de las curvas más desafiantes que se encuentran en la F1"- en una de las mayores maniobras de adelantamiento que se haya visto en el deporte motor. Luego contuvo a Berger para asegurar el segundo lugar por 0s179.

Sin embargo, Mansell no creyó que ese fuera uno de sus mejores adelantamientos debido al alto riesgo en juego. "Ese fue uno de mis peores adelantamientos, porque fue lo que yo llamo una maniobra a todo o nada", le dijo a Autosport en 2014. "No fue una jugada inteligente, porque si alguien se hubiera lastimado de verdad, habría sido yo, porque estaba en el exterior".

Alain Prost, Ferrari 641

Photo by: Sutton Images

"No era el lugar para lanzarse, porque era una curva muy peligrosa. Pero fue fantástico. Era simplemente, 'No me va a hacer esto a mí', y yo estaba muy indignado por ello".

Fue una brillante actuación de Mansell, justo el tipo de conducción que lo hacía un piloto tan entretenido de ver. Y aún así había terminado 25 segundos detrás de su victorioso compañero de equipo. Prost fue criticado a veces por no ser lo suficientemente emocionante en la pista, pero fue una actuación sublime la suya al salir 13° y alcanzar su hasta entonces 41° victoria en la F1, y con el recuerdo fresco de la definición con Senna en el GP de Japón del año anterior.

Fue además la competencia elegida por el cuatro veces campeón cuando en 2010 se le pidió que nombrara la carrera de su vida. "Decidí correr con menos carga aerodinámica", dijo Prost. "Esto pidió un poco menos de los neumáticos y dio buena velocidad en la recta. La carrera fue perfecta. Lo bueno fue que adelanté a todos. Nadie se detuvo por problemas de confiabilidad".

"Fue una carrera tremenda", dijo Mansell en ese momento y la conclusión de Autosport fue que: "No se puede discutir con eso".

Cuando ves un evento deportivo de alto nivel, quieres ver a los mejores exponentes hacer sus mejores actuaciones, combinadas con algo de dramatismo. Y el GP de México de 1990 tuvo uno de los adelantamientos más increíbles de la historia de la F1, el mejor manejo de una de las verdaderas leyendas del automovilismo, y la tensión hasta el final.

Es lo que espero cada vez que me preparo para ver otra carrera.

Repasa todas nuestras fotografías del Gran Premio de México de 1990:

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