Ferrari encuentra el fallo de Leclerc y podría evitar penalización

Hay esperanza en Ferrari. De hecho, quizá algo más que esperanza: una ECU entró en fallo provocando el abandono de Charles Leclerc durante el GP de Bahréin, pero la otra, la que se sustituyó por precaución el domingo por la mañana, puede haberse salvado.

El equipo de electrónica del Cavallino Rampante está llevando a cabo una comprobación de funcionamiento para asegurarse de que la primera pieza pueda volver a la acción y se está sometiendo a una serie de ciclos de trabajo para averiguar si funciona correctamente.

Charles Leclerc, Ferrari SF-23

Photo by: Ferrari

Tras un fin de semana de carreras muy decepcionante, la Dirección Deportiva buscaba un punto de apoyo para mirar al futuro con cierto optimismo, y la noticia de que Leclerc podría no tener que cumplir una penalización ya en el segundo Gran Premio de la temporada levanta los ánimos agitados de las filas.

No tener que ceder posiciones en la parrilla sería un bienvenido soplo de aire fresco para Ferarri. Los técnicos han podido localizar el cableado del SF-23 #16 que ha fallado, causando daños en una batería y en al menos una unidad de control electrónico.

El sistema eléctrico se volvió literalmente loco debido a que el mazo de cables era inadecuado para las tensiones a las que estaba sometido en los baches de Sakhir. El problema fue identificado y resuelto: no hubo, por tanto, ningún error humano el domingo por la mañana en la frenética sustitución de la batería y la unidad de control.

Charles Leclerc, Ferrari SF-23, retirado por un problema eléctrico

De ello se deduce que había algo que no iba del todo bien en el acoplamiento entre el chasis y el motor. Una señal de alarma que se ve amplificada por otros fallos repentinos que afectaron al SF-23 en Bahréin.

Cómo olvidar el alerón trasero más cargado que no pudo completar algunas vueltas sin graves problemas. Se había sacado el último día de pruebas de pretemporada, pero desapareció casi de inmediato al fallar el control del DRS. Al ser de una sola pieza, no se sustituyó por uno de repuesto, sino que obligó a los mecánicos a volver a montar el alerón más descargado que se había estrenado el año pasado en Canadá

Ferrari SF-23: l'ala posteriore scarica con il doppio pilone

Photo by: Giorgio Piola

Ferrari SF-23: l'ala posteriore più carica e con il mono-pilone che ha ceduto

Photo by: Giorgio Piola

Una vez reparado el mando del alerón móvil, el alerón con un soporte se reintrodujo en la primera sesión de entrenamientos libres del GP de Bahrein. Y, esta vez, fue el soporte el que se rompió, mostrando un perfil principal que oscilaba lateralmente de forma preocupante y peligrosa.

Inmediatamente llegó la segunda parada. Resultado: el alerón, que había sido instrumentado para recoger los datos necesarios desde casa, quedó definitivamente aparcado. Es sorprendente que un equipo puntero como Ferrari también tuviera que lidiar con una pieza que se desprendió del coche rojo de Leclerc (¡otra vez, y sólo él!) al inicio de la Q1, cuando se rompió la parte inferior de la cubierta de carbono que carena parcialmente la rueda delantera.

Tres problemas, tres fallos estructurales: ¿qué está pasando? Los monoplazas de Maranello siempre han pasado por ser monoplazas muy sólidos y robustos. El F1-23 en la carrera hacia el aligeramiento está pagando un precio que probablemente ya le ha costado una jubilación. ¿Han aprendido la lección en Maranello?

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