Personal de Ferrari autorizado a partir a Australia

Un pedazo de Italia ha sido cerrado por el coronavirus. El decreto gubernamental amplió la zona de exclusión a Lombardía y a 14 provincias de Emilia Romaña, Piamonte y Las Marcas. Módena, Parma, Piacenza, Reggio Emilia, Rimini, Pesaro y Urbino, Venecia, Padua, Treviso, Asti, Alessandria, Novara, Vercelli y Verbano Cusio Ossola también entraron en la nueva zona roja.

La intención del Gobierno es "...evitar absolutamente cualquier movimiento dentro y fuera de los territorios, excepto los movimientos motivados por necesidades laborales inevitables o situaciones de emergencia".

Si queremos tomar un caso en particular, tenemos que pensar en Ferrari, que se va al GP de Australia que se disputa el próximo fin de semana en Melbourne. La Scuderia tiene su sede en Maranello, en la provincia de Módena, por lo que es una de las zonas más controladas. AlphaTauri con base en Faenza no está sujeto a restricciones, mientras que los de Haas que operan en Dallara en Varano de Melegari están en la zona roja.

Un portavoz del equipo de Cavallino ha confirmado que por el momento se ha autorizado la salida del personal de pista (hoy el equipo y mañana Mattia Binotto y el personal directivo), pero que la logística del equipo está en contacto con las autoridades para asumir cualquier cambio.

Por su parte, la casa de Maranello informó que: "Tras las medidas anunciadas por el Gobierno italiano anoche, estamos supervisando y evaluando la situación y estamos en estrecho contacto con las autoridades competentes y todas las organizaciones implicadas".

"Para Ferrari, el cumplimiento de las normas del Gobierno representa la principal garantía para asegurar la seguridad de sus empleados y sus familias, que es nuestra prioridad. Todas las decisiones se tomarán respetando este principio".

Hay que decir que la vanguardia de Ferrari que ya ha llegado a Australia (que instaló los boxes y otras facilidades pata el equipo) pasó los controles que fueron más suaves de lo que se había anunciado. A su llegada a Melbourne sólo estaba el control de la temperatura y, como no hubo casos de alarma, la gente era libre de entrar en Melbourne sin tener que pasar por un proceso de cuarentena.