¿Quién escribe las reglas de la F1 2026? La FIA retoma el poder sobre Liberty

La F1 vive un extraño momento de incertidumbre. La capacidad de los ingenieros para encontrar carga aerodinámica con los monoplazas de última generación que mueven un volumen de aire cada vez mayor y la ampliación de la malla reglamentaria que permite homologar soluciones aerodinámicas que ensucian el rebufo, han vuelto a poner en primer plano el tema del aire sucio que impide a un coche acercarse al de delante, limitando la posibilidad de adelantamiento.

Pero los problemas no sólo atañen al presente, porque oscuros nubarrones nublan también el futuro: todos nos hemos dado cuenta de que la gestación del reglamento de 2026 es más compleja de lo esperado, pero quizá sólo unos pocos sepan lo que está pasando.

Audi será el nuevo constructor que entrará en el Mundial de F1 de 2026 al absorber a Sauber

Foto de: Mark Sutton / Motorsport Images

La parte relativa a la nueva unidad de potencia se discutió entre los fabricantes, la FIA y la FOM en un acalorado enfrentamiento que llevó, a instancias de Audi y Porsche (que ahora no está entre los constructores) a definir una unidad que dividiera la unidad potencia entre la parte endotérmica y la híbrida.

El Consejo Mundial de la FIA ha aprobado el reglamento y sigue introduciendo pequeños cambios en el texto publicado el 6 de diciembre de 2023, pero en lo que respecta al chasis y la aerodinámica, todavía no hay nada escrito y, objetivamente hablando, es un tema del que se habla poco. ¿Por qué?

La respuesta es sencilla: los monoplazas de 2026 no están "diseñados" por el Gobierno que rige el funcionamiento de la F1 hoy en día: la FIA, la FOM y los 10 equipos. El 'Acuerdo de la Concordia' expira a finales de 2025 y, a falta de renovación, no hay fase de continuidad, sino de decadencia.

Y como las normas de 2026 quedan fuera del ámbito de este "Pacto", corresponde a la FIA redactarlas, al tener el papel estatutario de legislador. Corresponde al equipo de Nikolas Tombazis, responsable técnico de monoplazas de la FIA, definir de aquí a junio de 2024 un primer borrador al que la F1 y los equipos podrán aportar sus objeciones antes de que el texto sea aprobado por el Consejo Mundial.

Nickolas Tombazis, responsable técnico de monoplazas de la FIA

En esta fase no hay paso de la Comisión F1, que recoge las peticiones de los distintos grupos de trabajo que suelen inspirar las normas en un estrecho diálogo con la FIA y la F1. Para los monoplazas con efecto suelo, como se recordará, Liberty Media había creado su propio equipo técnico (el responsable era Pat Symonds), que había corrido con los gastos del estudio en el túnel de viento para disponer de coches que pudieran mantenerse en la estela y favorecer los adelantamientos y, por tanto, el espectáculo).

El plazo es muy ajustado y la FIA, al no tener aún las ideas claras, había pedido a los equipos una prórroga en septiembre para ganar unos meses, pero al tratarse de un cambio reglamentario era necesario encontrar la unanimidad de los equipos, que no la hubo.

El Consejo Mundial había votado que la investigación aerodinámica y los trabajos en el túnel de viento de los F1 de 2026 sólo podrían empezar a partir del 1 de enero de 2025 (con la intención de poner a todos en igualdad de condiciones y mantener los costes bajos), pero nada impide que un equipo técnico especializado empiece a pensar en el diseño de los futuros coches.

Mohammed Ben Sulayem, Presidente de la FIA

Foto de: Andy Hone / Motorsport Images

Sin reglas es imposible, así que uno entiende la necesidad de los equipos de tener un documento inicial en la mano sobre el que hacer valoraciones. La FIA, a estas alturas, se encuentra con un poder que nunca ha tenido en los últimos años y quiere ejercerlo. Al presidente Ben Sulayem le costará creer que puede escribir las reglas según sus propios dictados, después de haber sido siempre la "olla común" entre Liberty y los equipos, que siempre han encontrado un acomodo en las decisiones en detrimento de la Federación Internacional.

Es un momento en el que la polémica que se ha mantenido durante el invierno (como la acción legal de los señores Wolff contra Ben Sulayem y la farsa de investigación que el órgano de protección moral de la FIA había iniciado por la mera sugerencia de un medio de comunicación) se ha apagado, porque una Federación Internacional especialmente débil (muchas figuras destacadas han abandonado sus funciones en disonancia con el presidente) tiene la oportunidad de recuperar un papel que le fue propio en el pasado y que en los últimos tiempos ha compartido con el promotor y los equipos.

La oportunidad es grande para recuperar un papel estratégico en el paddock, pero todo esto se está produciendo en un tema lleno de escollos, porque las reglas discutidas hasta ahora no han dado lugar a una síntesis compartida, y hay aspectos, incluso importantes, que están lejos de definirse.

Pirelli ha convencido a la FIA para seguir adelante con los neumáticos de 18 pulgadas incluso en 2026

Foto de: Mark Sutton / Motorsport Images

¿Un ejemplo? Se había pedido a Pirelli que estudiara neumáticos de 16 pulgadas en lugar de los actuales de 18 para ayudar a crear monoplazas que tendrán que ser más ligeros, a la vez que tendrán que llevar baterías significativamente más grandes y pesadas. El proveedor único, tras un minucioso estudio, llegó a la conclusión de que la ventaja de peso era limitada y que existía el riesgo con neumáticos más pequeños de aumentar el sobrecalentamiento, un fenómeno contra el que lucharán el año que viene. Los F1 de 2026 llevarán neumáticos más estrechos, de 18 pulgadas y con un hombro más bajo.

El episodio pone de manifiesto lo complicado que es alcanzar objetivos: la FIA ha tenido que revisar un concepto sobre el que estaba construyendo la F1 más corta, ligera y estrecha. Se habla de un doble DRS para facilitar los adelantamientos gracias a la aerodinámica móvil, lo que plantea dudas sobre la seguridad, o de un "Push to Pass".

Stefano Domenicali, CEO de Formula One Group

Foto de: Shameem Fahath

Stefano Domenicali pide a los Constructores que se sienten a la mesa para cerrar cuanto antes las negociaciones del 'Pacto de la Concordia' y restablecer un Gobierno en el que todos los actores puedan tener un papel en las decisiones. Preparémonos para una fase con muchas turbulencias, en la que todos intentarán sacar ventaja de su relación de poder con el legislador.