En llamas y con viento en contra
"Me pregunto si las características atípicas del trazado australiano fueron las que complicaron a Ferrari", escribe nuestro colaborador respecto al pobre papel de la Scuderia.
Foto de: Andy Hone / Motorsport Images
Ferrari no tiene paz. Cuando todo parecía encaminado para tener una temporada exitosa, la realidad le pegó un cachetazo y transformó todo en un infierno.
A los problemas que aparecieron en la pista del Albert Park, a la puesta a punto que nunca encontraron, a las órdenes de equipo siempre antipáticas, se sumaron las declaraciones de los rivales más fuertes, como la expresada por Toto Wolff.
El jefe de Mercedes roció con gasolina el incendio de Maranello al decir que cree que Ferrari erró con la configuración de sus autos en Melbourne, como si se tratase de un equipo novato que equivocó su planteamiento.
Existen diversas aristas desde las cuales uno trata de entender lo ocurrido. Lo primero que viene a la luz es pensar si lo que vimos en los tests de Barcelona fue real o los de rojo nos hicieron creer que estaban competitivos en tanto sus autos estaban livianitos, más de lo que suponíamos. A esta altura suena como una duda razonable.
Lo segundo es imaginar que con la salida de Kimi Raikkonen el equipo perdió un hombre importante en desarrollar la puesta a punto, una de las fallas en el GP de Australia.
También fue notorio cómo Vettel perdió rendimiento con sus gomas medias, sobre todo en el tren trasero, mientras Leclerc iba mucho más veloz con los neumáticos duros. Hay que acertar con la franja o ventana de rendimiento pero para eso los involucrados deben conocer lo que pasa en los autos. Las declaraciones post carrera hicieron temblar a los tifosi, al reconocer que no sabían donde estaban los problemas.
Muchos se preguntaron: para qué trajeron a Leclerc si le pidieron que no supere en pista a Vettel? La carga que ahora deberá sobrellevar el alemán es mayor ya que si el monegasco vuelve a ser más veloz en un par de circuitos, Ferrari no podrá detenerlo y la moral de Sebastián se hará pedazos.
En busca de alguna disculpa para los de Maranello me pregunto si las características atípicas del trazado australiano fueron las que complicaron a Ferrari, aunque me respondo enseguida pensando qué bien resolvieron ese tema sus rivales. No sólo Mercedes les ganó, sino también Red Bull.
Una frase de Mattía Binotto no ayuda a tomar confianza. Dijo: “Si logramos identificar los problemas podemos volver más fuertes”. ¿Y si no lo logran?
"Ferrari tendrá la oportunidad de enderezar su rumbo y hacer olvidar el mal trago inicial de la temporada. Claro que si fracasan en las próximas carreras, el resto del año será una tortura"
Siempre pensé que uno de los inconvenientes serios que enfrenta Ferrari es la falta de rapidez para resolver algunos temas. Opina mucha gente, a veces hay que consultar al directorio antes de actuar, la burocracia hace que un sector le traslade las responsabilidades a otro para salvarse y así varios ítems más. Sus rivales suelen ser más expeditivos. En Red Bull se reúnen Horner y Newey y deciden los pasos a seguir. En Mercedes lo hacen Toto Wolff con un par de ingenieros. Todo se decide en pocos minutos.
A pesar de todo, lo bueno es que sólo pasó una carrera y ahora vienen circuitos de competición pura, Bahrein y Shanghai. Ferrari tendrá la oportunidad de enderezar su rumbo y hacer olvidar el mal trago inicial de la temporada. Claro que si fracasan en las próximas carreras, el resto del año será una tortura.
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