El récord de Barcelona que muestra la enorme mejora de los equipos

Los cambios que la Fórmula 1 introdujo en sus coches para 2019 han provocado una superación del mejor tiempo de vuelta en casi todos los circuitos. La pole que logró este año Hamilton en Australia mejoró en seis décimas a la del curso anterior, la que consiguió Leclerc en Bahréin fue casi una décima más rápida que la de 2018 y la pole del GP de Azerbaiyán de esta temporada rebajó un segundo la marca del año pasado.

Solo en China los F1 de 2019 fueron más lentos que sus predecesores, ya que la pole de Bottas no mejoró la de Vettel en 2018, y la duda estaba en saber si el Circuit de Barcelona-Catalunya vería una gran mejora de una temporada a otra... y también con solo unos meses de diferencia.

Sebastian Vettel cerró la pretemporada con un mejor tiempo de 1:16.221, un registro más lento que el 1:16.173 que hizo Hamilton al lograr la pole del GP de España 2018. Sin embargo, cabe destacar que aquella vuelta del alemán la hizo con un coche "recién nacido", con el que solo llevaba cuatro días (él y Leclerc se repartieron las ocho jornadas de la pretemporada) rodando.

Así pues, ¿conseguiría alguno de los Ferrari, Mercedes o Red Bull rebajar en la clasificación de este sábado el récord de Hamilton? Pese al dominio de los de Maranello en febrero, las apuestas deportivas daban como favorito a las flechas de plata por los cuatro dobletes conseguidos en las cuatro primeras carreras y tres pole positions (solo se les escapó en Sakhir).

Y esos pronósticos se cumplieron. El equipo alemán copó la primera fila de parrilla con Bottas en la pole y Hamilton segundo.

Aunque en ninguna de las sesiones de entrenamientos libres se pudo mejorar el récord, Hamilton sí lo hizo en la Q2, cuando detuvo el cronómetro en 1:16.038, la vuelta oficial más rápida dada jamás por un F1 a este circuito. Batía por muy poco su propio récord, pero no se había dicho aún la última palabra.

Bottas, con una vuelta espectacular, bajó a 1:15.406 en el primer intento de la Q3 definitiva, llevándose la pole provisional que dejó a Hamilton y al anterior récord a nada menos que seis décimas, y nadie pudo superar esa marca que ya es historia para el GP de España y el circuito de Montmeló.

Para la comparación con los test hay que recalcar además que Vettel montó en pretemporada el denominado compuesto C5 de Pirelli, el más blando (y veloz) de la gama del fabricante italiano. Y por su parte, en este gran premio, el neumático más rápido disponible era el C3, con el que Bottas hizo el récord.

Sin embargo, la mejor temperatura en el mes de mayo respecto a la de finales de febrero y el mayor conocimiento de estos coches ayudó a la mejora, aunque seis décimas es un margen muy grande de mejora en solo tres meses. Una muestra de cómo trabajan los equipos en el desarrollo de sus coches.

Nadie bajó su propio tiempo en el último intento de la Q3 porque la pista estaba muy sucia, por lo que queda cierta intriga de saber lo qué podría haber pasado con un asfalto en las mejores condiciones y cuánto se podría haber superado el récord.

El futuro de Montmeló en el calendario de la F1 sigue en duda. Chase Carey, el máximo mandatario, reconoció que hay dos circuitos actuales que perderán su puesto en el campeonato 2020. Monza parece cercano a renovar, y según el presidente de Brasil, Interlagos es uno de los que sale, dejando su lugar a Río de Janeiro.

Si el otro trazado que deja la Fórmula 1 es el de Barcelona, la máxima categoría perderá un lugar donde los equipos se sienten como en casa, un circuito donde se han vivido momentos inolvidables, una sede que desde 1991 guarda secretos e historias en sus 4.655 metros de recorrido (distancia que un Boing 747 en vuelta lanzada recorrería en 16 segundos, por comparar con los F1...).

Un gran premio y una pista que todos, incluidos pilotos, aficionados y la propia F1, echaríamos de menos.