Claire Williams: ¿realmente merecía ser la directora de Williams?

La familia Williams dejó la Fórmula 1 en la temporada 2020 luego de que Dorilton Capital tomó control de la escudería, una situación que se convirtió en una sorpresa en el paddock.

Claire, hija del fundador Frank Williams, explicó que la venta del equipo fue el motivo para dejar su posición y agregó que no se sentía bien dirigir el equipo cuando ya no era propiedad de la familia.

Desde el instante en que dejó la escudería han pasado seis meses y Claire ha tenido la oportunidad de reflexionar sobre el proceso y explicó algunos puntos en el regreso del podcast Racing Lives.

"Es increíble cuando tienes tiempo para mirar atrás", dijo Williams en el programa que es posible encontrar en la plataforma Spotify. "Normalmente pienso para mí misma”.

“Me hago preguntas como ¿Realmente le he hecho esto a la gente? ¿He estropeado a las personas (del equipo)? ¿Realmente merecía estar en esa posición?”.

“Di todo lo que tenía, no creo que pudiera dar más. Hacia el final se hizo más difícil, pero el año pasado y los dos años anteriores fueron un desafío”.

Los últimos dos años y medio de la gestión de Claire Williams coincidieron también con los peores resultados del equipo finalizando en la última posición del campeonato de constructores y sumando solo ocho puntos en ese periodo.

“Puedo ser muy terca. Pueden preguntarles a mis padres o cualquiera que me conozca que yo nunca me rendiría. Quizás debería haberlo hecho y esas son las preguntas que me estoy haciendo en este momento”.

Claire inició en el equipo de su padre como parte del personal encargado de la comunicación de la escudería, pero finalmente se convirtió en parte de la mesa directiva en 2012 para después tomar el control del equipo, una labor que requirió toda su dedicación.

Claire Williams, Subdirectora del equipo, Williams Racing, en la parrilla

Photo by: Charles Coates / Motorsport Images

"No eres un mecánico. Pero dirigir un equipo de Fórmula 1 consume toda tu energía. Vuelas constantemente y no solo para las carreras. En el medio de todo eso vas a reuniones que se realizarán en diferentes países”.

"No tienes horas libres, ni descansos para el almuerzo. Surgen temas como tener que hablar con un piloto que quiere más dinero o tiene problemas con su asiento, o te pueden llamar para decirte que falta un perno de fábrica. Tienes que estar en equilibrio mental para poder controlar todo al mismo tiempo".

“Pero es algo que me gustó mucho y lo extraño. Fue genial y desearía poder continuar”.