'Charlie, tu dedo nos señala el camino', la columna de Albert Fábrega

Os dejamos una nueva columna de nuestro colaborador Albert Fábrega, en la reflexiona sobre todas las decisiones -algunas polémicas- tomadas por Charlie Whiting.

Lewis Hamilton, híbrido de Mercedes AMG F1 W07 conduce detrás del coche de seguridad FIA

Lewis Hamilton, híbrido de Mercedes AMG F1 W07 conduce detrás del coche de seguridad FIA

XPB Images

Charlie Whiting, delegado de la FIA
Lewis Hamilton, Mercedes AMG F1 W07 Hybrid lleva detrás del coche de seguridad FIA
La mitad del grupo entran a pits mientras se mete el coche de seguridad
Inicio con auto de seguridad
Arrivabene y Charlie Whiting
Daniel Ricciardo, Red Bull Racing con Charlie Whiting, delegado de la FIA
Lewis Hamilton, Mercedes AMG F1 W07 Hybrid lleva detrás del coche de seguridad FIA
Lewis Hamilton, Mercedes AMG F1 W07 Hybrid lleva detrás del coche de seguridad FIA
Lewis Hamilton, Mercedes AMG F1 W07 Hybrid lleva detrás del coche de seguridad FIA
Lewis Hamilton, Mercedes AMG F1 W07 Hybrid lleva detrás del coche de seguridad FIA
Lewis Hamilton, híbrido de Mercedes AMG F1 W07 conduce detrás del coche de seguridad FIA
Charlie Whiting, delegado FIA y Herbie Blash, delegado FIA, inspeccionan el circuito después de que
Charlie Whiting examina la preparacion de la pista de Baku
Romain Grosjean, Lotus F1 Team con Charlie Whiting, delegado de la FIA
Charlie Whiting, delegado de la FIA con Jenson Button, McLaren
Charlie Whiting, delegado de la FIA inspecciona el aeroscreen de Red Bull Racing RB12
Charlie Whiting examina la preparacion de la pista de Baku
Charlie Whiting, delegado de la FIA en la Conferencia de prensa FIA
La Conferencia de prensa de la FIA, Subdirector técnico de Ferrari y cabeza de la carrera de ingenie

No, no se preocupen que no va a ir de fútbol mi disertación de hoy. El dedo al que me refiero es al de Charlie Whiting.

Ha sido un fin de semana con muchos frentes para el Director de Carrera de Mundial de Fórmula 1: Límites de pista, pianos, coche de seguridad en lluvia, el halo, la sanción de Rosberg… Lo más sencillo es criticar, incluso con cierto desprecio, las decisiones que se toman respecto a algunos temas deportivos y técnicos. Pero lejos de eso me gustaría reflexionar y tratar de entender el porqué de muchas decisiones.

Estaremos de acuerdo en que algunas de ellas son fruto de la interpretación del reglamento por parte de los comisarios deportivos, el director de carrera y su adjunto. Detrás de las reglas hay un espíritu sobre el cuál se redactan, y pese a que a veces el reglamento no se incumple, sí se viola la intención por la cual se han escrito.

Pero también deberíamos estar de acuerdo en que la cantidad de información que reciben es mucho más extensa de la que podamos percibir nosotros desde nuestro particular sofá. Y no sólo información. Como director de carrera y máximo responsable técnico, Whiting y su equipo reciben fuertes presiones de equipos, promotores, FOM, FIA, pilotos, GPDA y de todos los poderes fácticos que rodean y deciden en esta politizada F1. Deberían estar inmunes a estas presiones, pero nos agrade o no, la F1 es un negocio disfrazado de deporte, y ellos, una pieza más.

Quizás la decisión más notoria y que más críticas ha levantado de este gran premio es la de la salida bajo el coche de seguridad. Me parece sensato y prudente que los pilotos salgan detrás del safety car para poder tener una primera toma de contacto del estado de la pista. Había caído un aguacero en la parrilla y las condiciones de pista eran diametralmente opuestas a la que se habían encontrado en las vueltas de reconocimiento. La lluvia sacó a relucir zonas en las que se acumulaba agua y que resultaban insuperables trampas para la capacidad de evacuación de agua para los Pirelli. Una salida en parado era peligrosa, primero para la integridad de los pilotos, y después para la de la carrera.

"Me imagino críticas a dirección de carrera y hasta a Pirelli..." 

Nadie quiere ver una primera vuelta con media parrilla fuera de pista, banderas rojas y una resalida con solo 10 coches. Seguro que algunos puristas, sí, pero ¿y los promotores? ¿Y las televisiones? ¿Y los patrocinadores? ¿Y Pirelli? ¿Y los espectadores? Me imagino a los pilotos que abandonan en esa primera vuelta criticando a dirección de carrera por dar la salida en esas condiciones y el que menos, también a Pirelli por no tener un buen neumático de lluvia.

Después de las 2 primeras vueltas, empezaron a llegar los mensajes de radio de los pilotos que decían que la pista estaba en condiciones para poder dar la salida. Esas informaciones las recibimos nosotros y también la dirección de carrera, en donde Whiting, aún con Herbie Blash, decide el momento adecuado para replegar el coche de seguridad.

Whiting recibía esos mensajes, pero además los de Bernd Maylander, el conductor del coche de seguridad y único hombre de confianza en estas situaciones. El expiloto alemán pasa indicaciones de la evolución de la pista al director de carrera, y a diferencia de los pilotos, su criterio es neutro. Y es que las palabras de los pilotos pueden estar condicionadas por sus aptitudes en lluvia o por las virtudes de su monoplaza en esas condiciones. No lo duden. Además de todo esto, Charlie tiene en todo momento la actualización de la previsión meteorológica y a la que debe atender si indica que las condiciones pueden empeorar. Y el SC siguió en pista.

"La seguridad ahora es una obsesión"

El fatal accidente de Bianchi ha pesado como una losa en el seno de FIA y supone un resorte demasiado duro de vencer a la hora de tomar según qué decisiones y apretar según que botones. Personalmente, me hubiera gustado que la FIA hubiera purgado mejor las responsabilidades de aquel fatal día, sin que ello significara señalar con el dedo. Las consecuencias del accidente, de su fatídico desenlace y de las posteriores acciones legales, han condicionado y cambiado el criterio sobre el cual se toman algunas decisiones. La seguridad ha pasado de ser una prioridad, a una obsesión.

Y esta losa no desaparecerá. La FIA debe afrontar la misma regeneración que necesita la F1. Un cambio que podría ya haber empezado: a final de temporada Blash dejará paso a Laurent Mekies, máximo responsable de seguridad de la FIA. Pero el camino iniciado debería ir más allá. Urge cambiar el sistema que presenta en cada carrera tres comisarios deportivos diferentes. Comisarios designados a dedo y quien sabe a cambio de qué. Los hay de buenos, claro que sí, pero la temporalidad de su cargo hace que el criterio aplicado no sea ni riguroso ni constante.

Pero y ¿Whiting? Este incansable trabajador no tiene ahora mismo sustituto posible, al menos a corto plazo. En el planeta tan solo hay 12 mortales con la licencia para poder dirigir carreras internacionales. Doce personas sobre las que recae la responsabilidad de tomar en décimas de segundo decisiones de las que no solo depende el desarrollo de la carrera, sino también la seguridad e integridad de los pilotos. Doce, que además deben atender y procesar gran cantidad de información y datos, todos de vital importancia.

Pues bien, Whiting tardó en pulsar el botón. ¿Demasiado? Sí, yo también lo creo, pero si la decisión estuviera en mi mano, preferiría dos vueltas de más a dos de menos. No busquen en mi un dedo acusador, que no lo encontrarán. Mi dedo será el pulgar y no el índice y no apuntará a Whiting sino hacia arriba.

P.D. No me ha quedado espacio para criticar, digo razonar, la sanción a Rosberg

Be part of Motorsport community

Join the conversation
Artículo previo Mercedes asegura que Red Bull no se ve limitado por su motor
Artículo siguiente Alonso termina al frente en el primer día de tests en Silverstone

Top Comments

¿No hay comentarios. Por qué no escribes uno?

Sign up for free

  • Get quick access to your favorite articles

  • Manage alerts on breaking news and favorite drivers

  • Make your voice heard with article commenting.

Motorsport prime

Discover premium content
Suscríbete

Edición

Espanol