Carlos Sainz, un año de consolidación

"En 2015 probablemente era un piloto muy frustrado, con muchos problemas de fiabilidad y sin ser capaz de demostrar todo mi potencial. Y en 2016 he podido mostrarlo y ha sido tiempo de descubrirme ante el mundo de la Fórmula 1”. Así resume el español el cambio de tendencia tras su complicado debut en 2015.

Aunque la fiabilidad de Toro Rosso ha mejorado esta temporada y los fallos en boxes se han reducido notablemente, el motor Ferrari con la especificación 2015 ha sido un handicap en circuitos con largas rectas. El STR11 ha sido un asiduo de las últimas posiciones de la parrilla en cuanto a velocidad punta se refiere.

"La fiabilidad de 2015 no me lo permitió, pero en España fue como si algo hiciera 'click', dejé de tener problemas de fiabilidad, problemas en los pitstops y todo cambió. La percepción de todo el mundo ahora es mucho más positiva”.

Sainz se muestra "muy, muy satisfecho". "No recordaré 2016 como 'oh, qué pena de año, vaya motor'. Me ha hecho más fuerte, aprendí mucho y con un coche muy limitado he conseguido algunos resultados muy buenos y he luchado con equipos como Force India, Williams o McLaren. No estoy decepcionado en absoluto con Ferrari aunque tampoco esté del todo feliz", asegura.

El español disputó las primeras cuatro carreras del año con Max Verstappen de nuevo como compañero, después de que en 2015 sumara 18 puntos (7 abandonos) frente a los 49 del holandés (4 abandonos). Esta temporada el marcador iba 13-4 a favor del holandés (con un abandono cada uno) antes de que Red Bull decidiera ponerle en el primer equipo y bajar de nuevo a Kvyat a Toro Rosso.

Desde entonces, y a pesar de la controvertida situación, Sainz superó con enorme holgura al ruso. 42 puntos (3 abandonos) frente a 4 (5 abandonos) y 6 veces en Q3 frente a 3 del ruso para terminar 12º, a solo 8 puntos del top 10. El año del madrileño se puede definir en tres palabras: madurez, confianza y sufrimiento.

"Creo que he crecido mucho. Un segundo año de experiencia en F1 ayuda muchísimo. Creo que hacer más de lo que se ha hecho en muchas carreras con este coche era muy difícil. Así que conseguir esos 46 puntos este año con un coche que cada vez iba a menos y a menos... estoy muy contento", decía en Abu Dhabi. Sus duelos mano a mano con Alonso en los que ha aguantado el tipo, dicen mucho de él.

Toro Rosso se ha mantenido en esa séptima posición del Mundial de constructores que ocupa desde 2014. Solo ha dejado de puntuar en 9 citas de la temporada, pero se ha quedado a 13 puntos de McLaren. Los de Faenza, además, han tenido problemas de última hora con la parte trasera del coche y los pinchazos.

La oferta en firme de Renault habla por sí sola, aunque Sainz decidió seguir bajo el paraguas de Red Bull otro año más. “Para el futuro mi objetivo número uno es hacer un buen 2017. A partir de ahí veremos. Si Red Bull me quiere, para mi será un honor, pero si no, hay que asegurarse bien mi carrera en F1 y, como ya he dicho muchas veces, me gustaría un equipo oficial”.

La consolidación de Sainz ha llegado, en 2017 montará motores Renault y habrá cambio importante de normativa. El siguiente paso: empezar a colarse de manera constante en el top 10 y demostrar que puede liderar un equipo.

Repasamos, carrera a carrera, el 2016 de Sainz:

Carlos Sainz comenzaba la temporada en Melbourne con un 9º puesto tras salir 7º. El español terminó por delante de Verstappen, lo que no gustó en absoluto al holandés. "Nos tenemos que conformar con un noveno puesto que, quizás con el ritmo que teníamos este fin de semana, no es suficiente. Pero son los puntos con los que hay que conformarse, y aprender para seguir para adelante".

La segunda carrera del año deparó el primer abandono del español, que vio cómo un toque de Sergio Pérez tras salir 11º pinchó uno de sus neumáticos y destrozó el fondo plano del Toro Rosso. "No estoy contento porque sé que hoy había potencial para conseguir puntos".

En una movida tercera carrera, Sainz lograba salvar el top 10 tras arrancar 8º. “Son las carreras estas de tres paradas en las que no sabes muy bien lo que está pasando pero estoy contento de cómo ha salido todo”.

Empezar de cero. Eso es lo que deseaba Sainz tras la cuarta cita de la temporada. Un problema en su motor Ferrari y una pieza de un Red Bull enganchada en el monoplaza hicieron que quedara fuera de los puntos en Sochi. "Nos ha vuelto a pasar de todo, la verdad. Estoy disgustado porque había ritmo en el coche durante todo el fin de semana".

El gran premio de casa supuso un cambio de tendencia en el 2016 del piloto español. Sainz logró su mejor puesto en F1 en Montmeló tras terminar 6º y después de que Verstappen, que acababa de desembarcar en Red Bull, ganara la carrera. "Espero que me llegue la oportunidad a mí pronto y poder luchar con él por victorias como hemos luchado por entrar en Q3 o por los puntos. Sé qué si me dan la oportunidad puedo hacerlo".

Sainz estuvo a punto de hacer algo grande en las calles de Montecarlo. El español rodó sexto antes de su parada en boxes, por delante de Checo Pérez. Pero un mal cambio de neumáticos destrozó la carrera del español. El mexicano terminó 3º. "Viendo dónde está Checo quizás sí podía haber logrado el podio, pero hay que ver lo que ha pasado".

La mayor remontada de su dos años en F1 llegó en Montreal. El español arrancó 20º tras tocar el muro de los campeones en clasificación. Sin Safety Car ni banderas rojas, Sainz terminó 9º. "Fue una carrera sin incidentes, sin lluvia ni nada y aún así, gracias a un muy buen ritmo, buena estrategia y buenos pitstops he podido remontar".

El primer gran premio de Bakú no terminó con buen pie para Sainz. Un problema en la suspensión le hizo abandonar a 20 vueltas del final."No ha salido nada de lo que tenía que salir, pero si tiene que pasar en un sitio mejor que pase aquí que ya sabíamos que no seríamos los más fuertes ni mucho menos".

Del 15º al 8º puesto final. Sainz completó en Spielberg otra de sus mejores carreras del año e igualó a Kvyat en puntos a pesar de que el ruso había corrido cuatro citas con Red Bull. "Cuando se ha asentado la carrera hemos encontrado nuestro ritmo, hemos ido adelantando a coches sin parar y al final conseguimos quedar octavos, que era lo máximo hoy".

Octavo puesto para Sainz en un complicado domingo en Silverstone. El español volvía a quedar por delante de su compañero y empataba a puntos con Hulkenberg. “Creo que en la primera parte hemos ido muy bien, rápidos en lluvia y pasando a los dos Williams y acercándonos a Kimi (Raikkonen). Luego hemos parado en pits y hemos salido muy atrás, no sé quizá hemos tardado demasiado y hemos perdido muchas posiciones".

Sainz volvía a terminar octavo en Budapest por tercera carrera consecutiva. El español no terminó contento después de haber arrancado 6º. Entró en el top 10 del Mundial, pero la lucha que a final de temporada mantendría con Alonso comenzaba a fraguarse. "Tuvimos un ritmo muy parecido a ellos [McLaren], con lo cual estoy muy sorprendido, porque no estábamos en ninguna parte en los libres, así que estoy bastante contento".

Sainz solo pudo ser 14º tras una nueva mala parada de Toro Rosso que recordó a 2015. "Es una pena sobre todo cuando te pasas tres o cuatro vueltas intentando pasar al Williams, le consigues pasar antes del pitstop y vuelves a salir varios segundos detrás. Sinceramente fue una pena, porque era nuestra única oportunidad de meternos en los puntos y la desperdiciamos".

El GP de Bélgica terminó pronto para Sainz. Un pinchazo en la recta de Kemmel destrozó la parte trasera de su STR11. "La sensación principal es que el equilibrio está ahí, pero luego nos fijamos en las velocidades en curva, donde éramos fuertes hace unas cuantas carreras –Silverstone, por ejemplo– y ya no somos rápidos en ese tipo de giros".

Sainz salía 15º en Monza y terminó 15º. En un trazado donde la velocidad punta se antoja vital, los problemas crónicos con el motor Ferrari de 2015 complicaron la existencia a Toro Rosso. "Disfruté poco. Como esperábamos, fue una carrera muy dura. Hicimos lo que pudimos, intentamos ir a una parada pero luego tuvimos que cambiarlo y al final no fuimos ni a una ni a dos, sino entre medias".

Sainz se coló detrás de los Red Bull, los Mercedes y Raikkonen el sábado. Pero un incidente en la primera curva y el fallo del MGU-K, dejaron al español 14º en meta. "Me sacaron en tráfico después de la primera parada. Después me quedé sin el MGU-K y fui todo la carrera con 600 cv, así que os podéis imaginar la frustración que da que todo falle justo el día en el que todo tiene que salir bien".

Del 15º al 11º. A priori puede parecer poco, pero el lastre del motor del Toro Rosso en las dos rectas de Malasia condicionó el fin de semana de Sainz. "Yo estoy tranquilo, sé que después de Singapur me tocaba hacer una buena actuación. Me resarcí realizando una de mis mejores carreras del año para lo que había. Pero fue una faena no haber cogido ese punto que hubiese sido el broche a la carrera".

Sainz volvió a sufrir por la falta de velocidad punta en Suzuka y fue 17º. La polémica llegó tras defenderse bajo frenada con el piloto de Haas. "Mi defensa muestra en cierto modo la frustración. Cuando llegas a la curva 1 a muchos menos kilómetros por hora que el coche que llega por detrás con las baterías llenas y el DRS, intentas hacer que dude por dónde ir".

La cita con Austin fue uno de los momentos especiales del año. El duelo en las últimas vueltas entre Alonso y Sainz hizo vibrar a la afición española. El de McLaren se llevó el gato al agua, pero Sainz se mostraba satisfecho. "Ambos teníamos una gran sonrisa porque en realidad nos divertimos mucho. Estoy seguro de que, para él, conseguir un quinto puesto con el McLaren también debe ser satisfactorio. Los dos estamos felices”.

Otro fin de semana para el olvido después del buen sabor de boca de EE UU. Sainz terminaba 16º tras sufrir varios problemas mecánicos y sancionado debido a un incidente con Alonso en la salida. "Ya desde el inicio llevábamos problemas de todo tipo: en los frenos, en el cambio... Sabía que iba a ser una carrera difícil y si a eso se le añade la falta de ritmo por culpa de tener que intentar ir a una parada cuando era casi imposible, pues todo se nos ha puesto en contra y nos hemos ido para atrás".

Sainz salía 15º en un Interlagos encharcado. Pero logró remontar y defender con uñas y dientes su 6º puesto final en mitad del caos. Igualaba por tercera vez su mejor resultado en F1. "Estoy súper contento. La lluvia llegó que es lo que necesitábamos y aprovechamos la oportunidad. Hoy mas que un  6º era difícil hacer".

El final de esta temporada no ha sido el esperado. Sainz rodaba 14º cuando Palmer lo embistió por detrás a 14 vueltas del final. "Yo creo estaba siendo una muy buena carrera, pasando a los Sauber, a los Manor, a los Renault... en sitios donde no sabía que se podia adelantar porque en recta éramos demasiado lentos. Luego fue una pena lo de Palmer, porque quieres acabar el año bien".

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