Quintanilla: "El Dakar no se termina hasta que se cruza la meta"

Quintanilla salió décimo en el orden este jueves, no tan retrasado como le hubiera gustado a él y a Honda luego de que no les saliera su jugada estratégica del miércoles, pero de todos modos lograba perder solo 47 segundos respecto de Matthias Walkner (KTM) en el primer punto de referencia.

Sin embargo, a medida que avanzaba la prueba especia, que hoy fue de 346 kilómetros cronometrados alrededor de Bisha, el chileno fue cediendo tiempo hasta cruzar la meta en la sexta posición, a 7m40s del ganador, Kevin Benavides, y quedando segundo en la clasificación general a 6m52 de Sam Sunderland, el nuevo líder tras la jornada del jueves.

"Fue una de las etapas más difíciles que he corrido en un Dakar. Mucho viento, zonas de sectores de dunas muy blandos, difíciles de avanzar, de cruzar los cordones de duna. Intenté empujar lo que más pude desde el primer kilómetro. No fue fácil, en muchas ocasiones las líneas de adelante se perdían, hubo un par de errores de navegación, te hace dudar un poco y es un poco más difícil ir todo el tiempo a un ritmo alto. Tuve que ir muy preocupado del roadbook, de las notas, intentando empujar pero sin perder la concentración con el roadbook", comenzó Quintanilla su repaso de la jornada.

El último día del Dakar 2022 en Arabia Saudita será una prueba especial de 164 kilómetros y Quintanilla advierte que intentará hasta el final recortar la diferencia que tiene con Sunderland en busca de ganar por primera vez la carrera más difícil del mundo.

"Todavía queda un día, quedan 160 kilómetros de especial. La carrera no se define hasta que se cruza la meta, así que por mi parte es importante seguir concentrado, seguir calmado. Mañana salir empujando desde el primer kilómetro y si llegase a haber algún error de navegación, estar ahí, atacar y empujar hasta el último minuto de carrera", comentó.

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Quintanilla ya sabe lo que es iniciar la última jornada de un Dakar con chances de victoria, pero quiere evitar repetir lo que le ocurrió en 2019, cuando comenzó la etapa final a un minuto de la punta pero, tomando riesgos, sufrió una caída que le ocasionó una doble fractura en el tobillo izquierdo y ocho meses de recuperación.

"Quiero irme a Chile en una pieza", dijo Quintanilla entre risas cuando se le recordó lo vivido hace tres años. "Este Dakar me ha tocado arriesgar varios días. Es importante empujar y arriesgar pero no sobrepasar los límites. Hay que saber gestionar hasta dónde son tus capacidades, tus límites. Ya cuando se empieza a tornar peligroso hay que saber también cuándo decir basta".

"Mañana sin lugar a dudas voy a salir empujando, cualquier cosa puede pasar en la punta. Va a ser un día donde va a haber mucho estrés, mucha tensión, sobre todo por los pilotos que están delante mío que son los que tienen más que perder, así que por mi parte tengo que estar calmo, enfocado, aprovechar de descansar y mañana empujar, empujar y empujar. Y veremos qué pasa cuando crucemos la meta", agregó.

Preguntado cuánto le costó no salir más atrás hoy, el chileno respondió: "Obviamente haber salido un poco más atrás hubiese sido mejor. Hoy era una etapa en la cual cuanto más atrás salías, en las dunas prácticamente se hacía una huella grande, fácil de seguir, bajan los picos de las dunas, se pueden cruzar más rápido, se leen mejor las profundidades, se puede saltar más largo".

"Cuando llegué a las dunas los pilotos de adelante ya iban más o menos juntos, entonces estaban las cinco o seis trazas paralelas en donde no tenía capacidad de leer cuál línea era más rápida, las profundidades no las veía bien. Entonces fue como haber partido segundo siguiendo una línea. Intenté empujar lo que más pude. Habían sectores muy peligrosos, donde había poca visibilidad, había que tener mucho cuidado", explicó.