Esteve: "El Dakar en Sudamérica es una carrera más difícil que en África"

El español Isidre Esteve es sinónimo de Dakar y el Dakar es una especie de energía que fluye por sus poros a diario. A través de él descubrió África en 1998, luchó por ese ansiado trofeo del Touareg en varias ocasiones, surcó dunas de blanco y marrón y volvió a disfrutar de la competición en 2017, 10 años después de aquel accidente que lo dejó en silla de ruedas y ocho después del sufrimiento tras su primer intento de competir sobre cuatro ruedas.

La palabra Dakar está tatuada en su mirada. Cuando la pronuncia, un brillo especial se le nota en los ojos, una media sonrisa aparece en su rostro y comienza a hablar de su pasión.

Pregunta. Otra edición más y ya van 14, cuatro en autos... ¿qué tiene esta carrera que engancha?

Respuesta. Ya vamos por 14. Hay dos etapas diferentes; los 10 años en moto fueron geniales. Para mí, a nivel de crecimiento personal vivir esa experiencia de África, sobre todo la primera, que es cuando descubres la carrera y el continente fue increíble. En esta segunda etapa de mi vida después del accidente, el hecho de poder continuar ligado al mundo de la competición y que mi discapacidad no sea un problema para poder continuar compitiendo a primer nivel es fantástico. Hay que agradecer a la RFEdA y a la FIA que nuestro deporte sea un exponente del deporte inclusivo. Podemos competir junto a las personas que no tienen discapacidad. Estar en la salida y ver que están Nani (Roma), Peterhansel, Sainz o Cyril Despres me hace sentir que soy uno más, como cuando estábamos en África. Esto es genial.

P. ¿Qué aportaba África que no dé ahora Sudamérica?

R. África era mágico, sin exagerar nada. Descubrías partes del continente porque la carrera te lo permitía, tú no podrías decidir ir mañana, porque logísticamente y por seguridad es imposible. Había etapas en moto que el 80% del tiempo estabas solo, porque no lograbas pillar al de delante, ni el de detrás a ti. La primera vez que te sucede, hay un momento que te invade la soledad. Te preguntas '¿Irá todo bien, voy por el sitio correcto?'. En Sudamérica esta magia no existe. Continúa siendo una gran competición, yo diría que incluso con los cambios de reglamento y todo, es más difícil. Todo el tema de la navegación, de encontrar los Way Point, hay veces que tienes un lío enorme. En África era una carrera muy lineal. Tenemos unas ventajas que no había allí, esa magia se transformaba en riesgo y había momentos en que a nivel logístico no era fácil solucionar problemas con los accidentes, evacuaciones, la seguridad… por eso era una carrera tan especial. A veces te perdías y no sabías dónde estabas. Ahora en Sudamérica, cuando te pierdes, te encuentras a un grupo de aficionados, encuentras un pueblo o cruzas una carretera. Luego la seguridad... los problemas de terrorismo en Sudamérica no están y cuando hay accidentes, hay hospitales muy cerca.

P. Este año llega con un proyecto más potente que nunca antes en autos, ¿qué implica esto?

R. Estamos muy satisfechos con el equipo que tenemos, con la incorporación de Vodafone, el apoyo incondicional de Repsol, MG Seguros, KH-7, todos. También estamos contentos con nuestros socios técnicos, como BF Goodrich o Guidosimplex, que trabaja muy bien para que los mandos adaptados funcionen en la competición. Este año esto nos ha permitido hacer unos cambios en el coche que hemos podido probar bien en la pretemporada, en Marruecos, y creo que vamos a ser más competitivos que el año pasado, tanto a nivel técnico como de experiencia mía y de Txema. Hemos encontrado un equilibrio que creo que es lo que hace falta para afrontar estas carreras con garantías. Luego pueden pasar miles de cosas, pero estamos convencidos de que el coche es fiable y que funciona bien y esto nos permite ir a un ritmo más alto que el del año pasado.

P. Los resultados han acompañado en la preparación de este Dakar con ese genial 9º puesto en Marruecos, ¿esto da alas o hay que mantener los pies en el suelo?

R. En Marruecos sales con una motivación extra, sobre todo por las sensaciones, porque vimos que el ritmo que podíamos llevar, era superior al que esperábamos. Luego el resultado, hay que ver qué hay. Delante estaban los coches oficiales, detrás hay pilotos con los que podíamos luchar el año pasado, pero también alguno de los oficiales en algunas etapas. No podemos volvernos locos y pensar que podemos luchar con MINI y con Toyota. Sus coches son superiores y sus pilotos, la mayoría también. Si no nos pasa nada, podemos conseguir resultados mejores que los del año pasado a nivel parcial y luego al final veremos qué ocurre. Delante de nosotros tienen que estar todos estos coches de los oficiales, como de algún privado que va tan rápido como ellos. En las primeras etapas puede haber días que hagamos el 30-35, pero es una carrera muy larga y es más importante ser muy regular y no dejarse mucho tiempo en las especiales. Tenemos bastante experiencia en el Dakar y veremos qué ocurre, pero si en las primeras etapas haces el 30-35, hay que estar tranquilo.

P. ¿Con qué estaría contento el 17 de enero?

R. Primero, con llegar teniendo las mismas sensaciones de haber sido competitivos como en Marruecos, de no habernos dejado tiempo innecesariamente en las especiales, y con un ritmo alto. El año pasado hicimos 4º de la categoría y el 21º de la general. Estaría contento mejorando este resultado, ese es el objetivo. Puede ser que hagamos el 24-25 y tengamos que analizar lo que ha pasado y estar tranquilos. Pero todo lo que sea por debajo del 20 va a ser un gran resultado para nosotros.

P. El año pasado dijo en varias ocasiones que el Dakar había vuelto a ser de verdad, ¿qué implica esa afirmación?

R. Pienso que el Dakar por encima de todo es un gran reto para todos los que participamos. Tiene una parte de aventura y debe presentar unas dificultades diarias que tienen que hacer que llegues al final de la etapa y digas ‘Esto es lo que he venido a buscar’. Creo que el año pasado, nos ofreció esto. Nos hizo terminar después de aquellas etapas de dunas increíblemente complicadas y experimentar algo que se vive cuando llegas al campamento, donde, de golpe, media caravana del Dakar dice ‘Esto es muy difícil, se han pasado, aquí no vamos a volver…’ y otros que dicen ‘¡Qué guapo ha sido! Ha sido difícil, esto es lo que tiene que ser’. Entiendo que este año va a ser lo mismo. Me gustaría que Marc Coma hubiese continuado, respeto sus decisiones, pero no creo que porque él no esté vayan a cambiar de método.

P. Con arena prácticamente todos los días, donde va a estar la clave de esta edición?

R. Pienso que la primera semana es más difícil por el hecho de que tienes que adaptarte rápido a las dificultades de Perú y los primeros días cuesta un poco coger ritmo en las dunas. Y luego porque la etapa maratón está antes de la jornada de descanso de Arequipa, cuando bajamos a Tacna. Esta es una zona de mucho fesh fesh, muchas piedras mezcladas con él y uno quiere ir rápido y al final del día no hay mecánicos. El objetivo es poder llegar ahí sin haber dañado mucho el coche y sin haber perdido mucho tiempo para afrontar una segunda fase donde habrá que competir más.